El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, CONAPRED, y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, COFEPRIS, son centro de estas reflexiones sobre la relevancia de estas instituciones, sin dejar de lado aspectos de su funcionamiento que afectan su imagen pública.
El CONAPRED lucha contra la discriminación que pueda afectar a grupos vulnerables. Su desenvolvimiento es importante, pues juzga al mismo Estado y a los sectores sociales más fuertes para evitar tendencias que obstruyan el desarrollo normal de otras personas. La inclusión social como tesis central. La gama de protección abarca trato desigual por preferencias sexuales, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, estado civil, origen étnico o nacional. Ésta es la razón social que justifica la creación de esa institución.
Ahora el Gobierno federal enfatiza más la calidad de estos servicios con relación a los más marginados. Por eso, propone a personalidades de las etnias wixaricka de Jalisco, tepehuana de Durango y Cucapá de Baja California, para dirigir a este organismo.
Considera el presidente López Obrador que estas personas son auténticas representantes del orgullo, la grandeza y el México profundo.
Similar trascendencia tiene la COFEPRIS. Su misión es proteger a la población contra riesgos a la salud. Éstos están en bienes y servicios que se consumen y usan con frecuencia, en insumos para la salud y en los efectos del medio ambiente y el trabajo. Es un eje en la acción institucional en emergencias sanitarias y la prestación de servicios de salud, regulando, controlando y previniendo riesgos sanitarios.
Ahora, en época de la pandemia del coronavirus, muestra su potencialidad en la nación al ser parte del mecanismo que busca la ansiada vacuna que lo neutralice. Esto revalora la función pública, sobre todo cuando surgen por todos lados los remedios que van desde cloro de limpieza hasta creencias de lo más tradicional o mítico.
Asimismo, su labor es notable en el suministro apropiado de medicamentos que se requieren para las dolencias de la población. La base social que fundamenta a esta institución es amplia pues incluye a toda la población en México y ahora con extensión universal por la búsqueda de la vacuna contra el Covid-19.
En COFREPIS, la calidad ética de sus funciones toma especial distinción en procedimientos y estructuras al medir capacidades ante nuevos retos.
CONAPRED y COFREPIS son órganos del Estado muy definidos en sus alcances y resultados y por eso el Gobierno de la República los moderniza fortaleciéndolos como instituciones justas que llevan beneficios colectivos y proyectan compromisos necesariamente satisfactorios con la sociedad, incorporando a distintos grupos sociales. Unos para evitar ser discriminados por sus limitaciones físicas o de pensamiento y otros que se encuentran en medio de la naturaleza con sus manifestaciones diversas que traen el riesgo de enfermedades, incluso irreversibles, no sólo en forma individual, sino en los mismos conglomerados que se forman como sociedades.
No hay, pues, riesgo alguno de que estas instituciones fundamentales para los mexicanos y el Estado desaparezcan. Sólo se remodelan para ser más eficaces y efectivas en su razón de existencia.
@Bonifaz49