La celebración del mes patrio adquiere singular valor cuando ocurre fuera del territorio nacional. Razones afectivas, asociadas con la añoranza que se desprende de estar lejos de México, propician que las festividades del mes de septiembre sean particularmente esperadas por las comunidades mexicanas que radican en diversos países del mundo. Conscientes de ello, las misiones diplomáticas y consulares de nuestro país las preparan con particular esmero.
No es para menos; como ocurre cada año, en el extranjero los mexicanos festejamos con entusiasmo estas fechas y su profundo significado. En un mundo globalizado, que con frecuencia pasa por alto la historia, conmemorar el día en que se inició el movimiento insurgente en 1810, tiene especial connotación. La tradicional ceremonia del Grito del 15 de septiembre es un gesto que se nutre de la memoria y actualiza los postulados que dieron forma y contenido a la causa libertaria. En efecto, el llamado a la independencia y la abolición de la esclavitud decretada por Miguel Hidalgo, los Sentimientos de la Nación de José María Morelos y la Constitución de Apatzingán de 1814, son piedra angular de nuestro proyecto de nación y, por supuesto, del régimen republicano, representativo, democrático, federal y laico que hoy consagra la Constitución. Ante la comunidad internacional, nuestro día nacional también tiene un hondo significado político y diplomático, ya que refrenda los valores y principios fundacionales de México.
Este año, las celebraciones allende las fronteras se han efectuado en un contexto singular, marcado por las condiciones extraordinarias y críticas que la pandemia de Covid19 ha generado en todos los rincones del planeta. No obstante, observando las condicionantes sociales que impone la emergencia sanitaria en cada país, como la sana distancia y el uso de mascarilla, entre otras medidas, el entusiasmo no ha decaído en las representaciones mexicanas. Todo lo contrario, con particular ingenio y creatividad, se ha echado mano de cuanta herramienta existe para festejar y recordar a las personas que, hace ya 210 años, convocaron al pueblo a defender sus derechos y a luchar por la libertad y la soberanía nacionales. El sentido homenaje a las y los visionarios líderes del movimiento insurreccional, también considera a próceres sin nombre, a los cientos de miles de mujeres y hombres que sumaron su esfuerzo, espontáneo y comprometido, a la causa de la independencia y que, en muchos casos, perdieron todo, incluso la vida.
La lucha anónima de cada una de estas personas, fue crucial para fraguar la victoria y también el perfil del ser nacional; de una nación multiétnica y multicultural que es reconocida en el mundo por su compromiso con los valores más preciados de la comunidad de naciones; de un país cuya política exterior abandera las causas de la paz, el desarme, la cooperación para el desarrollo y el respeto al Derecho Internacional. Enhorabuena por México. En las modalidades que permite la pandemia y con el decidido apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de su inédita diplomacia cultural, las representaciones diplomáticas y consulares celebramos con orgullo, pasión y patriotismo, este 210 Aniversario del inicio del movimiento de Independencia.
Internacionalista.