El primero de septiembre se inició el proceso electoral que el próximo 6 de junio seleccionará a 500 diputados federales. En total serán 21 mil 368 cargos, incluyendo ayuntamientos, diputados locales y 15 gubernaturas en disputa.
Un aspecto relevante es que se garantiza la continuidad en la realización de elecciones en el país, asunto que es un requisito de la democracia. Otro más, se relaciona con la realización de elecciones transparentes y sin fraude y finalmente menciono la posibilidad de que la elección se dé en ambientes donde los medios de comunicación fortalezcan su libertad plena al desenvolverse en la sociedad.
Es obvio que la ocasión permitirá evaluar a los gobiernos tanto el de nivel federal como en los gobiernos locales. Sinaloa, Sonora, Zacatecas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Colima, Campeche y Guerrero que se encuentran en poder del PRI.
El PRD juega la gubernatura de Michoacán, ahora en su poder. El PAN pretende conservar Baja California Sur, Chihuahua, Nayarit y Querétaro. En Nuevo León donde hay gobernador independiente PRI, PAN y MORENA se disputarán los votos y el factor de mal o buen gobierno también influirá en los resultados.
Antes habrá elecciones de ayuntamientos en Hidalgo y congreso local en Coahuila. Un verdadero remodelamiento del poder en el país. De ahí el interés de actores y partidos que intentan seguir detentando cargos públicos.
Es el caso de la estrategia de ejecutivos estatales que salen de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Quizá estiman que no serán evaluados favorablemente.
Por otra parte, se agrega con registro condicionado el partido de Encuentro Solidario, antes el PES, con lo que eventualmente ratifica la alianza con MORENA, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo, que fue la coalición que obtuvo el triunfo en el proceso realizado en 2018.
Un argumento que seguramente determinará el sufragio del elector mexicano es su confianza de que ya no vuelvan los partidos y personajes protagonistas de esa corrupción. El presidente López Obrador neutraliza esas conductas ilícitas que enriquecieron a exfuncionarios y empresarios, intelectuales “orgánicos” conservadores y comentaristas de medios de comunicación.
Es parte de la Cuarta Transformación que vivimos. Será el eje del voto ciudadano que rechaza esos actos de descomposición de la sociedad. Ahora en el 2021 se refrendará el apoyo a los partidos que garanticen que ya no vuelvan los que se aprovecharon de sus cargos de manera ilícita. Así, hay expectativas por la renovación en cargos y la selección de candidaturas.
Las direcciones nacionales partidistas se reacomodan. MORENA en la coyuntura elegirá a su dirigente nacional. Los medios de comunicación gradualmente se ubican en un nuevo rol de información ante el contrapeso que ha significado la opinión permanente del presidente en las conferencias mañaneras. Eso da libertad de expresión.
Todo está listo para que mexicanas y mexicanos vayamos a las urnas y elijamos la nueva institucionalidad del poder político en México. Sin fraudes, sin escamotear el voto, sin demeritar el valor de éste al integrar a los distintos sectores que componen la sociedad nacional. Así, se fortalecerá la democracia en todos los ámbitos.
@Bonifaz49