Las relaciones entre México y los Estados Unidos han sido, son y serán, por si mismas, un tablero de ajedrez, donde hay millones de combinaciones posibles.
Lo inusitado nunca debe descartarse. Estamos ante un fenómeno de ese tipo con la detención del General Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Esta detención ocurrió el 16 de octubre pasado en los Ángeles, California.
El retiro de los cargos en su contra el día 17 de noviembre ha causado una conmoción inusitada en México, los Estados Unidos y en buena parte del planeta.
Hace tiempo considero que la conducta de los estadunidenses frente a México se define antes que nada, por garantizar la estabilidad en nuestro país.
Esa “política” se ha mantenido por décadas, tanto por gobiernos Republicanos como Demócratas. Con los matices obvios esa actitud la tuvieron por casi 80 años ante los gobiernos del PRI. También ante el doble sexenio panista y ahora ante el gobierno de Morena.
Los gringos han evitado condenar y combatir la corrupción, la falta de democracia, la aparente política nacionalista, siempre que no se pusiera en peligro la estabilidad con el país fronterizo, con el cual comercian hace un poco más de 100 años, exportando el 85 por ciento de los que se consume en México e importando de nuestro país también el 85 por ciento de su producción.
Además durante décadas la inmigración mexicana, de cualquier tipo, como los millones de mexicanos con naturalización estadunidense, la de quienes viven y laboran bajo ciertas normas “legales” y de los millones sin papeles. Todos suman unos 35 millones de personas o incluso una cifra superior. Ciudades y regiones enteras tienen a poblaciones formadas por millones de mexicanos como Los Ángeles –la ciudad con más mexicanos después de la Ciudad de México–; Chicago, Nueva York, varias ciudades de California, Texas, Arizona y Nuevo México concentran millones de mexicanos del norte, como ingeniosa e irónicamente se autonombran sus líderes en Chicago, encabezados por Carlos Arango Napoleón y Jorge Mújica quienes viven y luchan en esa ciudad hace más de 40 años. Lo mismo hacen los líderes en Los Ángeles como Joel Ochoa. Menciono a estos tres compañeros por conocerlos hace unos 50 años y porque huyeron a los Estados Unidos, para evitar ser encarcelados, desaparecidos o asesinados por haber sido activistas estudiantiles en los Movimientos del 68 y el 10 de junio de 1971. Donde nos conocimos, luchamos contra el gobierno de Luis Echeverría y también discutimos y diferimos en muchas ocasiones.
Pero son solamente la punta del iceberg, de un movimiento con mucha tradición desde el siglo antepasado con personajes como los hermanos Flores Magón y César Chávez en los años sesenta y setenta del siglo XX. No hay que olvidar que el 74 por ciento de los electores mexicanos votaron por Joe Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
El tema del narcotráfico y sus repercusiones en la relación de México y Estados Unidos, tiene una larga historia. En la práctica el gobierno mexicano estableció una especie de concordato con los Estados Unidos y permitió o toleró sembradíos de amapola, mariguana y otras semillas de base para elaborar narcóticos, en grandes regiones de Sinaloa, Sonora y Chihuahua.
En 1985 cuando los cárteles mexicanos incursionan en la producción y distribución de cocaína, las diversas policías norteamericanas, y sobre todo la DEA, deciden pasar a una política un poco más ofensiva contra los Cárteles y algunos jefes de éstos cometen la “imprudencia” de torturar y ejecutar al agente de la DEA Kiki Camarena, hecho que desata una furiosa respuesta de los gringos. Es muy recomendable ver el reportaje Last Narc trasmitido por Amazón Prime, por ser un documental muy completo e impresionante porque aparecen personajes como Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, Don Neto entre otros y también aparece en una casa del cuñado de Luis Echeverría, Rubén Zuno Arce, quien fue condenado a cadena perpetúa y permaneció 22 años preso en los Estados Unidos acusado por este crimen, el secretario de gobernación Manuel Bartlett Díaz, también aparece en el documental que registra su presencia en la casa de Zuno Arce, lugar donde se supone que decidieron la ejecución del Kiki Camarena.
A partir de ese asesinato, los Cárteles se convierten en una fuerza con mucho poder, llegando a controlar extensos territorios.
El presidente Felipe Calderón consideró que ese poder ponía en entredicho al mismo Estado y desató la llamada “Guerra contra el Narcotráfico” con un saldo trágico de unos 250 mil muertos, más de 50 mil desparecidos y muchas víctimas consideradas por el mismo Calderón como “daños colaterales”.
El gobierno de Enrique Peña Nieto continuó con la misma estrategia y con cifras semejantes de muertos, desaparecidos y demás víctimas.
El candidato Andrés Manuel López Obrador ofreció “regresar las tropas a los cuarteles” y poner fin a esa “criminal estrategia”.
Inexplicablemente unas semanas antes de tomar posesión el 1 de diciembre de 2018 dio un viraje y propuso crear una “Guardia Nacional” para hacerle frente a los grupos del “crimen organizado”. Obtuvo la aprobación unánime del Congreso de la Unión, para crear esa fuerza bajo la condición de que fuese dirigida por civiles, lo cual incumplió nombrando a un jefe militar retirado e integrando a la Guardia Nacional con miles de soldados reclutados del Ejército e incluso de la Marina.
En pocas palabras, el presidente continuó con la criminal y fallida estrategia con 34,579 muertos entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de noviembre de 2019, más el acumulado al día de hoy.
En los hechos la Guardia Nacional se ha empleado para sellar las fronteras e impedir el tránsito de migrantes a los Estados Unidos.
Esa política fue frecuentemente elogiada por el presidente Donald Trump, inclusive en sus actos de campaña.
En ese contexto se produce la detención en Los Ángeles del ex secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, señalado como “El Padrino”, que protegía a diversas bandas de narcotraficantes.
Escribe Jorge G Castañeda en Nexos, publicado en su Blog el 18 de noviembre: suponiendo que “la detención en particular del General Cienfuegos en Los Ángeles hace unos días haya sido una decisión acertada por parte del presidente Donald Trump. Ya este último actuó de manera irresponsable… en materia migratoria… (pero) arrestar a un exsecretario de la Defensa rebasa por mucho la irresponsabilidad en materia migratoria… Si después de recibir la opinión de las decenas de expertos dentro del gobierno de Washington, se llegaba a la conclusión que era más importante proceder contra la máxima autoridad militar en México, rompiendo equilibrios duraderos, para castigar una supuesta complicidad con el narcotráfico, ni hablar…”.
Es un hecho que el Ejército como cuerpo permanente y fundamental del Estado, presionó al gobierno de AMLO para que fuese liberado de las prisión en los Estados Unidos y regresado a México sin cargo alguno.
¿A dónde llegará esta nueva “aventura” de Trump que no supo o no quiso evitar a tiempo AMLO?