Analizar la actualidad del Poder Judicial de la Federación es un asunto apasionante, pues sabemos que enfrentamos un reto de especial trascendencia en México en esta materia.
Coincidiremos en que la impartición de justicia en el país enfrenta grandes retos. Podría decir que existe un alejamiento de la ciudadanía con respecto a este Poder público importantísimo en la vida de la República. Los juzgados parecen espacios en donde sólo los grandes especialistas pueden acceder para litigar algún conflicto.
En buena medida, el ciudadano común que necesita la mediación de órganos de justicia requerirá mucho dinero para pagar lo que le pide el abogado y los repartos que eventualmente se dan al interior de los juzgados a la secretaria, al secretario, al calculista, al actuario, entre otros funcionarios que participan en cada proceso. Esa es la imagen actual.
Entonces es importante una justicia de mayor calidad de jueces con principios éticos y valores de identidad social en su desenvolvimiento.
Es muy complejo el tema para incidir en cambios al corto plazo. Por eso, la iniciativa de reforma al Poder Judicial que se discute en el Congreso pretende dotar de nuevas capacidades y recuperar criterios de interés general e igualdad que deben mantenerse siempre que se dé cualquier decisión por parte de los juzgadores.
Esos propósitos pasan por limitar discrecionalidad de nombramientos que otorgan jueces y magistrados y disminuir el nepotismo que desvirtúa cualquier actitud de un juzgador que no alcanzará los niveles de conducta honorable y equitativa que su función requiere.
La experiencia es muy densa pues recordamos cuando se imponían juzgadores desde el Senado y después los despachos de abogados de esos senadores ganaban casos que les dejaban miles de millones de pesos. Eran los tiempos del salinismo imperial.
Resalto otros aspectos del proyecto de reforma que también reordenan orgánicamente los tribunales unitarios de circuito hacia otras modalidades colegiadas concentradas en la apelación. La propuesta supone que los sistemas de jurisprudencia sean eje del resto de los órganos jurisdiccionales del país. La idea de adecuar la labor de la Corte como tribunal constitucional llevaría a mejores grados de especialización y funcionalidad en la actividad que hoy se concentra en los recursos de inconstitucionalidad y controversias entre instancias de gobierno.
Destaco la sugerencia de dar vigor a la Defensoría Pública Federal y evitar que la justicia sea exclusiva y excluyente donde solo los mejor acomodados en la escala social tengan acceso a ella.
La Defensoría ha de ser el motor de la justicia en México y ese es uno de los aspectos innovadores del proyecto, junto con el énfasis que pone en la equidad de género en la integración de quienes deciden cuestiones de justicia, así como el enfoque de insistir en la defensa de los derechos humanos que concuerdan con la evolución de prácticas continuas que promueven los derechos universales.
Es amplia esta reforma constitucional. No ha habido una propuesta de esta naturaleza en los tiempos modernos en el país. Es una modificación de Estado donde participaron los tres poderes de la Unión. Es un gesto público que el ciudadano común apreciará con especial valor. Estimo que en la Cámara de Diputados se aprobará.
@Bonifaz49