Ahí está el detalle, decía Cantiflas. Y dice un dicho que “el diablo está en los detalles”. Los detalles, esas pequeñas y hasta desapercibidas cosas que son como el efecto mariposa y producen grandes cambios a la larga.

Y es que nos ilusionamos con las cosas simples, nos gusta pensar en que podemos entender todo y hasta predecirlo, gozamos viendo de lejos las montañas, la vida, el mundo. Pero si nos acercamos, ahí está el detalle, todo los que se observaba ordenado en la lejanía resulta tener accidentes complejos, azarosos e impredecibles.

Simplificar es una virtud que nos permite no enloquecer ante la cantidad y el caos de los detalles, así simplificamos para comprender mejor lo que ocurre a nuestro alrededor, pero con frecuencia esa simplificación aunada a nuestras creencias nos ciega y no nos permite ver más allá de lo que de antemano hemos decidido creer.

Las generalizaciones forman parte de esta tendencia a simplificar. De igual forma que nos es evidente el error de considerar a todos los mexicanos narcos, lo es clasificar a todos los simpatizantes de cualquier partido político como iguales para bien o para mal, o a las mujeres o a los hombres. La diversidad de ideas, de valores y de defectos se encuentra presente en todos los grupos humanos, ninguno es absolutamente homogéneo y nadie pertenecemos a una sola categoría.

La tendencia a generalizar con base en nuestra experiencia cotidiana nos lleva a pensar que, si las cosas van de cierta manera, así lo será siempre, pero con esta lógica habría que pensar que si haciendo lo que hacemos no nos hemos contagiado de la COVID, si seguimos haciendo lo mismo, no nos contagiaremos; o que como hemos despertado vivos todas las mañanas, y así lo seguiremos haciendo. Falso. Que nos contagiemos, no sólo depende de nosotros sino del entorno y seguiremos despertando hasta que ya no lo hagamos.

La ceguera a que pueden conducirnos nuestras creencias está históricamente ejemplificada en el rechazo de algunos sabios a mirar las lunas de júpiter a través del telescopio de Galileo. Es como lamentarse diciendo: “qué pena que la realidad se equivoque, porque mis creencias son las verdaderas”

Los experimentos de atención selectiva muestran como filtramos la información una vez que hemos decidido qué es lo importante, centramos en ello nuestra atención y olvidamos todos los demás detalles. En uno de esos experimentos (Simons y Chabris, 1999) se solicita observar, en un video, cuántas veces se pasan una pelota de baloncesto un grupo de jóvenes, mientras el espectador cuenta con atención los pases, aparece una persona vestida de gorila, muy pocos espectadores se enteran de esta aparición, su interés por la tarea filtra y elimina la información irrelevante para ese objetivo.

Y si las generalizaciones en la ciencia son complicadas, en la sociedad lo son aún más. No somos entes pasivos sino individuos con libre albedrío y viviendo en comunidad. Las pequeñas acciones de unos, los detalles, pueden influir y afectar a los demás.

Y hoy nos encontramos con las consecuencias de haber considerado a la pandemia como algo sencillo. En los detalles nos olvidamos que los virus mutan, que pretender inmunidad de rebaño es casi imposible frente a las mutaciones, y la única forma de evitarlas es no permitiendo que se reproduzcan. Mientras haya contagios, habrá mutaciones. Aunque haya vacunas, si no se vacuna con rapidez, cuando se estén vacunando los últimos, la vacuna podría ya ser inútil porque los primeros vacunados estarían expuestos a re contagiarse con algún mutante. La única forma de impedir lo anterior es deteniendo la reproducción del virus, con el confinamiento, con el uso de medidas como el cubre bocas y la vacuna, todo, y con celeridad.

El costo en vidas que ya hemos pagado en todo el mundo y los costos económicos, con sus repercusiones sociales, han sobrepasado ya con mucho lo que hubiera sido el precio de un confinamiento severo y obligatorio al principio de la pandemia.

Pero ya estamos en este punto, ciertamente pudo haber sido peor, pero también mejor. Hoy nos encontramos ante el inicio de lo que pudiera ser una nueva pandemia derivada de la primera, aun es tiempo de que prestemos atención a los detalles, cada acción, la de cada uno debe ser ejemplar y debe contribuir a que salgamos de esta crisis lo antes posible.