Con base en el señalamiento de que la encuesta levantada en la entidad federativa arrojó ese resultado, el Movimiento de Regeneración Nacional (MRN) determinó postular al controvertido y polémico Senador Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de Guerrero en los comicios de este año. Hace apenas unas jornadas se presentó la solicitud de registro correspondiente ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de esa entidad federativa.

El fenómeno de la competencia es consustancial a los procesos políticos que implican postulaciones y votaciones, primero al interior del partido político o la coalición y luego con respecto a las candidaturas de otras formaciones partidarias.

Y, desde luego, competir es contrastar, distinguir, destacar capacidades, resaltar diferencias y buscar convencer sobre quién es la mejor opción para determinado cargo en un momento específico en el tiempo; sí, primero al interior de la organización en la cual se milita o cuyo respaldo se busca y luego ante la totalidad de la ciudadanía.

De duda profunda, si no es que de ingenuidad total sería pensar que los partidos quienes en ellos son los cernidores de sus postulaciones, pueden dejar de sopesar las cuestiones por las cuales se determinará que una candidatura es la indicada y no otra, y los aspectos que serán materia de exposición pública para disminuir el atractivo electoral de la postulación y sus posibilidades de avance.

Puestas en su dimensión, la simpatía del partido, la calidad de la propuesta y la capacidad para convencer de su viabilidad, el componente fundamental es la persona que abanderará la causa a través de la candidatura. Prácticamente y frente al peso de la estructura de organización y la capacidad de movilización de los partidos, el ingrediente que cada vez se afirma más como determinante es la persona que pide el voto en la candidatura. Ahí el reconocimiento-aceptación-aprobación de la persona y su popularidad son relevantes.

Si bien Guerrero fue la décima entidad con mayor porcentaje de votación para el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador en el 2018, con el 63% de los sufragios emitidos, y la fórmula registrada para el Senado de la coalición “Juntos haremos historia” obtuvo más de 764 mil votos (las otras dos coaliciones en conjunto obtuvieron más de 725 mil sufragios), la selección del Senador Salgado Macedonio como candidato del MRN a la gubernatura de esa entidad federativa fue controvertida, reclamada y objeto de solicitudes de su retiro, con base en diversas afirmaciones de conductas que habrían sufrido diferentes mujeres en su integridad física, psicológica y sexual.

La protesta se sustenta en  varias denuncias penales por violación y una denuncia intra-partidista por abuso sexual.

En la política estadounidense es socorrida la referencia a que si quieres conocer tu pasado, postúlate para un cargo de elección popular, porque tus adversarios se encargarán de investigarlo y darlo a conocer. El expresidente Barack Obama bromeaba en su primera campaña presidencial sobre la inmediata divulgación de sus malas notas en preescolar. Es el afán de encontrar deficiencias para hacer el contraste y debilitar otras candidaturas.

En el caso de la postulación del Senador Salgado Macedonio, los elementos de contraste son muy graves, porque conciernen al carácter ético de la persona y a la sospecha de que la impunidad ha reinado. Ambos elementos son importantes cuando se aspira a cargos que confieren la responsabilidad del ejercicio del poder público.

El dirigente nacional del MRN, Mario Delgado, argumenta que, no obstante las denuncias, a su carta para Guerrero le asiste el principio de presunción de inocencia y la viabilidad legal de la candidatura; y el presidente López Obrador aduce que son ataques derivados del proceso comicial y la lucha por el poder, pero que el pueblo guerrerense lo puso adelante en la encuesta para seleccionar a quien asumiría la candidatura y decidirá con su voto si lo elige.

Ante la popularidad del entonces candidato a senador en 2018 y su triunfo, ¿pensarán el dirigente real y el dirigente formal del MRN que el retorno a los medios locales y nacionales de comunicación de las conductas delictivas imputadas a Félix Salgado Macedonio es un ingrediente ya “descontado” en la expectativa de votación y aun así el pronóstico es positivo?

¿O considerarán que el rechazo nacional a esa postulación no afectará las posibilidades de la candidatura en la entidad a la cual se circunscribe la postulación?

De un lado el ingrediente de la popularidad y del otro el componente de la fama pública. Una que se extendió o pareció extenderse por la votación para Andrés Manuel López Obrador en 2018, y otra que presenta afectaciones de larga data por la acumulación de incidentes: arrebatos, amenazas, intimidaciones y arbitrariedades.

Ante la evidencia de denuncias no atendidas ni concluidas, exponer que es inocente hasta que no se pruebe lo contrario o expresar que se pretende juzgar en la opinión pública al favorecido con la candidatura, sin haberse probado su responsabilidad en los hechos, es rehuir a la transparencia como valor que permita dilucidar si las imputaciones carecen de sustento y pretenden vulnerar una aspiración política por esa vía.

¿Considera usted que una persona con el ánimo para solicitar el voto dejaría de ocuparse de que denuncias presuntamente falsas o carentes de sustento se investiguen y determinen hasta la acreditación de su inocencia? Ante los infundios y sus supuestas intenciones políticas, ¿quién tendría el mejor interés por acreditar el propósito de responsabilizarlo por conductas en las que no se ha incurrido?

Si no puede establecerse con nitidez por qué las denuncias carecen de veracidad o están motivadas por una intención política perversa, la mente tiende a concluir que no se ha dilucidado adecuadamente si las conductas se produjeron y si fueron materia de las indagatorias correspondientes.

Ejercer poder de cualquier naturaleza para agredir la integridad psicosexual de una mujer, es un atentado al más elemental principio de respeto a sus derechos.

Postular a quien ha sido denunciado en diferentes ocasiones por esas conductas, es afirmar que participar del poder político releva de asumir las consecuencias de los actos propios.

Deshacer el coraje y la reclamación de las mujeres en contra de postulaciones que no valoran atender y resolver denuncias de hechos que las ofenden y agravian, es enviar un mensaje de impunidad para los leales.

Desde luego que las y los ciudadanos tendrán la palabra y el voto, pero la postulación es una afrenta y una vergüenza.