Que todas las noches sean noches de boda
Que todas las lunas sean lunas de miel

Joaquín Sabina

 

Todas las lunas de miel son breves; unas fundamentan matrimonios perdurables, otras anuncian rompimientos prontos; en especial si el novio es engreído y la desposada exige en demasía. La querencia entre Andrés Manuel López Obrador y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación duró un respiro. No hay divorcio anunciado, él guarda silencio, pero la CNTE pleitea con más frecuencia y agresividad.

No hay ni hubo maridaje entre AMLO y la CNTE, pero la metáfora del matrimonio en apuros constantes puede acompañar la breve historia de pactos incumplidos, acercamientos y desencuentros. En ese ir y venir de disputas, quienes sufren las consecuencias son los estudiantes, los maestros y el sistema de educación básica.

La declaración de amor —digamos, ya que el presidente gusta de ese lenguaje— de AMLO a la CNTE quizá comenzó en julio de 2015. AMLO aprovechó la recaptura del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca por parte del gobierno de Gabino Cué, que arrebató a la dirigencia de la sección 22 del SNTE (la más fuerte de la Coordinadora) el control que tenía del IEEPO, de la nómina, la trayectoria de los trabajadores y las decisiones sobre quienes ingresaban, obtenían plaza y quienes gozaban de privilegios.

“Quiero hablar con ellos —expresó—, con la directiva de los maestros de Oaxaca, estoy por este medio solicitando una audiencia, un encuentro con los dirigentes (…) creo que podemos llegar a un acuerdo amplio para echar a andar una alianza de organizaciones sociales con Morena con miras a las elecciones próximas” (22/07/15).

Un sí, pero con cautela y tras cumplir con el rito asambleísta llegó el 7 de agosto siguiente: “La CNTE acordó en asamblea impulsar un ‘diálogo abierto’ con los actores que han declarado su adhesión al movimiento magisterial disidente, entre ellos el presidente y fundador de Morena, Andrés Manuel López Obrador”.

Entre 2015 y 2018 parece que se estableció un noviazgo con altibajos; la CNTE se hacía del rogar. Por una parte sus estatutos les impiden hacer alianzas con cualquier partido político (hay que reconocerlo, salvaguardan su autonomía) y, por otra parte, no confiaban del todo en que les cumpliría.

No obstante, López Obrador continuó el coqueteo, pero quería a todas las facciones del SNTE. El anillo que ofrendó tenía un sello. La “mal llamada” reforma educativa. El 27 de diciembre de 2017 pronunció su proposición: “Quiero hacer desde mi tierra, desde mi agua un compromiso con todo el magisterio nacional”.

La respuesta más entusiasta provino de la facción capitaneada por Elba Esther Gordillo. La que encabezaba Juan Díaz de la Torre —y que hoy regentea Alfonso Cepeda Salas— hizo mutis, ya que de manera formal —que no en realidad— apoyaba a José Antonio Meade. Pero hoy es la más fiel de las amantes del presidente.

En cambio, a la CNTE no le gustó. Hubo rechazo a la invitación, “nada con los charros”, expresó uno sus dirigentes en Chiapas. Hubo otros roces. En abril de 2018 parecía que AMLO insistía en el enlace y le separaba a la CNTE su espacio; incluso, con la promesa de aceptar sus propuestas pedagógicas.

En su “Decálogo por la educación y el magisterio”, AMLO destacó dos puntos. “8: Se respetará la independencia y autonomía de los trabajadores de la educación en México… 9. Las propuestas alternativas de educación que cada entidad ha impulsado, que cada entidad federativa ha impulsado, como el Plan para la Transformación del Estado de Oaxaca (PTEO)”.

Para continuar con la metáfora: la entrega del anillo fue en Oaxaca el 17 de abril de 2018, en el cierre de campaña.

Alguien pensaría que el maridaje se consumó en algún momento entre el día de las elecciones y el de la toma de posesión. Empero, hay evidencias de que la luna de miel fue breve. Desde que el futuro presidente anunció que Esteban Moctezuma Barragán sería el secretario de Educación Pública, la CNTE hizo berrinche, vociferante, además. Aseguró que Moctezuma simpatizaba con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, una organización ultra neoliberal.

El reclamo subió de tono cuando el presidente mandó su iniciativa de reforma a los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución para iniciar la nueva escuela mexicana. En el corazón de su añagaza, la CNTE abandonó la luna de miel. “Esta iniciativa corresponde a un modelo neoliberal puesto que aún contempla términos como la ‘excelencia’ que perfecciona el concepto infundado de ‘calidad’ que no son términos pedagógicos, sino empresariales, planteados desde la perspectiva de la OCDE y Mexicanos Primero…”.

Un pleito visible fue cuando partidas de la CNTE michoacana bloquearon las vías férreas y no hicieron caso al llamado del presidente. Luego les echó una befa en la mañanera: “Yo conozco de eso, ese radicalismo tiene que ver con el conservadurismo, es un conservadurismo disfrazado de radicalismo” (28/01/19).

Pero no la echó para atrás. En su “Documento orientador del V Congreso Nacional Extraordinario de la CNTE” (que se celebró del 5 al 7 de abril de 2019) acusó al presidente de fascista y autoritario. Aseguró que buscaba desarticular su lucha. La respuesta del presidente fue tener 11 reuniones con sus dirigentes en Palacio Nacional.

Quizá nunca hubo una noche de bodas; la CNTE reclama mucho, aún para quien, como AMLO, les habla de amor; además, les concede mercedes. Pero aún así, no satisface sus apetitos. Por lo pronto no hay contactos desde diciembre de 2020. Eso explica el enojo presente de los jefes de la Coordinadora.

Aún antes de la pandemia, la política de AMLO —de la CNTE ya se sabía— va en perjuicio de la educación nacional y del derecho de la infancia a aprender.

Hace falta algo de luz en ese mundo de oratoria enredada y mentiras. Como cierra “Noches de boda”, de Joaquín Sabina:

Que las verdades no tengan complejos

Que las mentiras parezcan mentira

Que no te den la razón los espejos

Que te aproveche mirar lo que miras

 

Nota: extraje las citas entrecomilladas de Excélsior.