Los problemas que aquejan al país hoy día son como los achaques que sufre una persona de edad avanzada y que ha llevado una vida desordenada y viciosa. Probablemente a la persona habrá que desearle una muerte tranquila y sin dolor, las alternativas no pueden ser más que aminorar el sufrimiento en su camino al final de la vida, y éste podrá dar paz y liberará tanto al agonizante como a sus allegados.

Y entonces uno piensa que ojalá pudiéramos hacer algo similar con el país, borrón y cuenta nueva, pero es imposible. Las dolencias se transmitirán a las futuras generaciones, sus efectos serán la infelicidad derivada de la inseguridad, la mala atención en salud, la falta de educación, el abuso del alcohol y las drogas, la inequidad, la pobreza, la falta de empleo.

Sufrimos una inseguridad asociada no sólo al narcotráfico sino, en general, a la impunidad, que se ha convertido en práctica cotidiana. Uno puede ver autos sin placas, personas con armas en la calle, maltrato de mujeres en público, mientras una patrulla pasa o está estacionada cerca de los hechos sin que actuar.

Por ejemplo, el huachicol se incrementó más del 40 por ciento en el primer trimestre de este año en comparación con 2020. Los homicidios dolosos suman más de 30 mil por año, las muertes producto de la pandemia rebasan oficialmente las 200, pero se calcula que pueden haber llegado a 600 mil. Hubo más de 3500 muertes violentas de mujeres en 2020.

Hubo un déficit de 15 millones de vacunas contra la tuberculosis, virus de papiloma, tétanos y hexavalente, durante 2020. Hay un peligroso retorno del sarampión, enfermedad que puede causar la muerte, especialmente en niños malnutridos.

En materia educativa no es necesario voltear a los resultados de la prueba PISA para reconocer nuestra crisis educativa, basta con observar las lamentables actuaciones y declaraciones de los candidatos a todos los niveles de elección popular, sus deficiencias en el lenguaje, faltas de ortografía y ausencia de pensamiento crítico.

Alrededor del 20 por ciento de los adolescentes mexicanos consumen alcohol de forma excesiva, y más del 38 por ciento ha consumido sustancias psicoactivas, la OMS ha advertido el peligro de su incremento durante la pandemia.

CONEVAL estima un aumento de alrededor de 9 millones de personas en pobreza y 8 millones en pobreza extrema durante 2020.

Las tasas de informalidad superan el 50 por ciento en el país. El año pasado el PIB tuvo la peor caída en la historia del México moderno, con una variación del -18.7 por ciento, y se perdieron más de un millón de empleos formales.

El diagnóstico del país no es halagüeño, las causas de las dolencias son multifactoriales, no se podrán resolver o siquiera paliar con una sola receta. Se requiere inteligencia y creatividad, disciplina y voluntad, colaboración y capacidad en todos, pero especialmente en el gobierno.

Las políticas públicas, los proyectos, los presupuestos son responsabilidad de los diputados y senadores, dependerá de su capacidad, su educación, su voluntad y creatividad que logren poner en práctica medidas a corto, mediano y largo plazo para curar las enfermedades que nos aquejan. Las aspirinas para que nos olvidemos de los síntomas y se nos pase temporalmente el dolor, sólo agravan la situación a largo plazo.

Es cierta la frase atribuida a Lincoln, que es posible engañar a todos algún tiempo, o engañar a algunos todos el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo. Sin embargo, en lo que nos enteramos, el daño se agrava.

No queremos el país en estas condiciones, nos rehusamos a vivir en la incertidumbre de estar a expensas del crimen, de la enfermedad, de la ignorancia, del dogmatismo.

No nos dejemos engañar, ni nos engañemos más, los únicos resultados son los hechos, habrá que exigir respeto a la diversidad, seguridad, salud, educación, equidad, bienestar, empleo, y Estado de Derecho. Bailar bien, ser buen actor, ser fotogénica o buen deportista no nos sirve, es tan inútil como ser vulgar para parecer del pueblo o burlarse para evadir el debate.

México tiene inteligencias con educación y capacidad para que todos salgamos adelante. Votemos por un mejor país, aprovechemos esta gran oportunidad democrática.