Impulsar las inversiones mixtas, también conocidas como Asociaciones Público-Privadas (APP), son la alternativa para mejorar la relación entre el gobierno y las empresas ya que son instrumentos de inversión de largo plazo.

 

Ante la falta de promoción de inversión en el país, las inversiones mixtas en infraestructura son pieza clave de política pública para salir del estancamiento económico y acelerar la recuperación alineada con los pilares del Paquete Económico 2022: reducir la desigualdad y detonar el desarrollo y bienestar del país manteniendo una deuda pública sostenible.

La andanada de acciones que ahuyentan la inversión privada ha provocado distorsiones en el ambiente de negocios generando incertidumbre económica, falta de certeza jurídica a la inversión y en consecuencia una disminución en el flujo de inversiones en infraestructura, lo que se traduce en la parálisis de los motores de crecimiento del país.

Impulsar las inversiones mixtas, también conocidas como Asociaciones Público-Privadas (APP), son la alternativa para mejorar la relación entre el gobierno y las empresas ya que son instrumentos de inversión de largo plazo cuya finalidad es la prestación de servicios al sector público a partir del desarrollo de infraestructura que es construida y operada por el sector privado.

A nivel mundial, los esquemas mixtos de inversión son de gran apoyo para el desarrollo; sin embargo, se vieron afectados por la crisis sanitaria. Según cifras del Banco Mundial, en el 2020 los compromisos de inversión público-privada ascendieron a 45.7 mil millones de dólares en 252 proyectos, lo que representa una disminución del 52 por ciento respecto del 2019. El sector más afectado fue el de transporte debido a las medidas de aislamiento y, a diferencia de éste, la inversión en energías renovables no sufrió mayor impacto.

Aun considerando los impactos nacionales por las afectaciones a la inversión privada y mundiales por la pandemia, México tiene potencial de crecimiento para las inversiones mixtas, ya que en el 2020 se ubicó entre las cinco economías emergentes con mayor inversión público-privada al registrar 4.3 mil millones de dólares equivalentes al 0.34 por ciento del PIB, tan solo superado por Brasil, China e India.

Si bien la participación de estos esquemas mixtos ha venido creciendo, en Consultores Internacionales, S.C.® creemos que la falta de planeación de largo plazo es una tarea pendiente para acelerar el crecimiento de estos esquemas.

En México, el Programa Nacional de Infraestructura 2020-2024 es el documento rector que contiene el análisis y el monto de diversos proyectos. Sin embargo, necesita estar acompañado de la definición de un Plan Maestro en materia de inversiones mixtas que contenga la selección de los proyectos prioritarios, con tiempos de ejecución, para detonar el crecimiento y el desarrollo de nuestro país.

En materia regulatoria, los principales instrumentos son la Ley de Asociaciones Público-Privadas y su respectivo reglamento, así como los diversos manuales, guías y lineamientos publicados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). En su análisis, observamos la necesidad de fortalecer los esquemas de transparencia y rendición de cuentas ya que, ante la ausencia de dicho Plan Maestro, no se cuenta con estimaciones y proyecciones de largo plazo mediante un modelo financiero que presente la suficiencia presupuestal de los recursos públicos en cada proyecto, incluyendo los recursos del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN).

Una de las soluciones a los riesgos que hemos detectado en Consultores Internacionales, S.C.®, es la necesidad de crear una agencia pública especializada en materia de inversiones mixtas. Si bien la SHCP es un ente de revisión en materia presupuestaria y financiera, vale decir que necesita tener mayor injerencia en el diseño técnico, de contratación y en la supervisión de los proyectos.

La creación de un órgano especializado permitirá vigilar que los procedimientos se apeguen al marco jurídico con la mayor transparencia posible a la vez de brindar su apoyo en la preparación de los procedimientos, la contratación de los servicios y la supervisión en la ejecución de los proyectos.

Urge generar las condiciones para tener un campo fértil para la inversión. Si no impulsamos un ecosistema público – privado – académico que promueva el potencial de las inversiones mixtas en infraestructura, corremos el riesgo de mantener el estancamiento en inversión productiva, contraer la generación de nuevos, mantener elevada la inflación y afectar el bienestar y la calidad de vida de los mexicanos.

El autor es presidente de Consultores Internacionales, S.C.®

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