En Chiapas decimos, con mucho orgullo, que en el suelo chiapaneco comienza la geografía nacional y que, demás, en nuestra tierra se inicia la historia del federalismo mexicano, porque tenemos una frontera con más de 500 kilómetros en los límites del sur y una larga e intensa historia de lealtades hacia la Nación.
Lo que es complicado es nuestra relación real con el federalismo de los mexicanos. En ese plano, las líneas no son tan derechas y más bien se trata de una relación país-estado con muchos pendientes. Con muchas asimetrías, simulaciones y falta de reciprocidades.
En diversas y diferentes circunstancias, abundaron los chiapanecos siempre dispuestos a aportar energías físicas, las recias esencias de su cultura y los talentos personales en diversos tiempos. Como nos lo reitera la historia: no hubo ningún regateo a la hora de sumar fuerzas para defender los valores de la República.
Pero la relación no siempre fue justa. De la Federación recibíamos recursos a veces solamente testimoniales. Aquel federalismo era tóxico. Sin embargo, parece que hay un mejor horizonte.
El nuevo gobierno nacional ha considerado que la región sur-sureste del país es un tema de Estado. El sur sureste es un conjunto de regiones a las que se debe atender de manera prioritaria y con acciones a fondo. Chiapas es uno de los espacios vitales en ese conjunto mexicano y es un punto decisivo en el proyecto del Presidente López Obrador.
En esta tarea para la Nación mexicana, es importante un nuevo arreglo federalista. Es indispensable una colaboración adecuada entre las instituciones de la Federación y las que corresponden a nuestra entidad.
La colaboración del gobierno nacional y la sociedad chiapaneca mejora el escenario para los buenos resultados. En ese orden, es necesario destacar los avances en la tarea de vacunar a las mujeres y hombres de Chiapas.
Ciertamente, ha habido resistencias de diferente naturaleza al avance de estas acciones en nuestro territorio. Algunas causas son culturales y otras tienen que ver con esa relación injusta que tuvimos ancestralmente con los gobiernos federales.
Por ese motivo, es digno de celebrarse el esfuerzo articulado del gobierno estatal y de las instituciones tales como el Instituto Mexicano del Seguro Social. Ese trabajo compartido, permitió un despegue muy significativo en la inmunización de cientos de miles de chiapanecos.
Las dos instancias del gobierno, federal y del estado, trabajaron coordinadamente para convencer a más habitantes de todo el territorio para que aceptaran la vacunación.
También te puede interesar leer
Antes de iniciar este ejercicio de colaboración, las cifras de coterráneos vacunados era del 32 por ciento. El último lugar en el país. Hoy en día, hemos alcanzado un 65 por ciento, lo que significa un porcentaje doble, con un número de nuevos vacunados que alcanza casi los 2 millones de chiapanecos.
Todavía queda mucho por hacer. Pero la cooperación gobierno federal-Chiapas, hoy es una realidad.
Los resultados son esperanzadores y, más aún, constituyen un ejemplo de lo que puede hacerse en el futuro próximo. Recordemos que en Chiapas las tareas pendientes para llevar una vida más digna a cientos de miles de mujeres y hombres en las regiones marginadas, todavía son abundantes. El expediente del federalismo mexicano, respecto a Chiapas, está abierto.
@Bonifaz49