A más de 172 de su erección, Guerrero no ha variado la condición de estado altamente marginado. Esto implica que una persona no cuenta con las garantías o acceso efectivo al cumplimiento de alguno de sus derechos sociales fundamentales. El 23.7 por ciento de sus habitantes viven en rezago educativo; 13.8 carece de servicios de salud; 75.6 carecía en 2018 de acceso a la seguridad social; 58 por ciento vive en carencia por acceso a los servicios en la vivienda, mientras que el 27.8 vive en condiciones de carencia de acceso a la alimentación.

Por consiguiente, hay miles de niñas y niños con hambre; los servicios de salud son precarios; y lo peor de todo, es que la mayoría de los indicadores sociales empeoran.

Al instalar el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Guerrero (Copladeg), Evelyn Salgado Pineda afirmó que el estado enfrenta un gran reto porque “vive una desigualdad profunda” y se comprometió a atenderla y abatirla de raíz, destacando que las autoridades deben crear y sentar las bases de un estado de bienestar para los guerrerenses.

Ello a partir de citar las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sobre la situación de la pobreza en la entidad, las cuales, dijo, “obligan a la reflexión”.

De acuerdo con la citada instancia, el 26.9 por ciento de la población en Guerrero se encuentra en pobreza extrema, superando al porcentaje nacional que es del 8.5 por ciento.

La transformación de las estructuras sociales en esta entidad del sur, requieren de acciones de fondo pues la pobreza y la desigualdad que padece tienen profundas raíces históricas, ancestrales, relacionadas con una sociedad dual con grandes diferencias culturales, de acceso a oportunidades, y en su distribución geográfica o territorial, así como de concentración de riqueza y poder político.

Las políticas contra la pobreza que carecen de un diagnóstico adecuado sobre sus orígenes y sus causas, podrá tener éxito.

Salgado Pineda destacó que “más allá de la reflexión, tenemos que ir a la acción y al compromiso para combatir de raíz la pobreza y desigualdad. Es necesario plantear soluciones a esta problemática “tiene que ser desde raíz atacando las causas que originan la pobreza” para ir cerrando las brechas que impiden el desarrollo equitativo en cada una de las regiones del estado.

Enfatizó que debe de haber un presupuesto regionalizado, para que se atienda cada región, partiendo de la premisa de que son diferentes las necesidades que tienen la Montaña y Acapulco, o la región norte con las costas.

Ha señalado que su gobierno plantea a nueva construcción del desarrollo lo cual plantea diferentes retos y a la vez, crea oportunidades para aumentar la eficiencia de la acción pública y la participación de la sociedad en la construcción de la política social que conlleve al desarrollo regional. Pero, las nuevas perspectivas de la búsqueda del desarrollo reclaman establecer prioridades que estimulen la construcción de horizontes de bienestar social, donde se satisfagan las demandas emanadas desde los ámbitos locales.

El indicador de la pobreza por ingresos permite concluir que, a pesar de los programas sociales, la pobreza por ingresos en general ha mantenido tercamente un alto nivel, alrededor del 70 por ciento (con pequeñas fluctuaciones) desde 1990 hasta ahora. En el caso de la pobreza extrema por ingresos, entre 1990 y 2012 sus niveles se mantuvieron entre 40 y 50, con fluctuaciones, y sufrieron una disminución significativa en 2014, para colocarse alrededor del 35 por ciento en donde se mantienen hasta la actualidad.

Guerrero es un estado de contrastes, con una región, Acapulco, integrada al desarrollo, puesto que la presencia de la marginación es baja, en comparación con las otras regiones del estado donde el índice es alto y muy alto, lo cual representa un costo que se traduce en las pocas oportunidades de la mayoría de la población guerrerense de acceder a mejores estadios de desarrollo.

Por tanto, el Estado debe de tomar en cuenta tales disparidades de atraso en los ámbitos locales para una mejor planeación del desarrollo regional y que lo anterior coadyuve a mejorar la equidad distributiva del desarrollo económico y social, para que la desigualdad y exclusión en que se encuentra la mayor parte de la población se contraiga o termine en un mediano plazo. Lo cual no ha ocurrido durante los gobiernos que tenido la entidad.

El 6 de agosto del año en curso, el reporte del Coneval sobre el comportamiento de la pobreza en el periodo 2018-2020 indican que Guerrero tiene 2 millones 363 mil 188 personas en situación de pobreza, de las cuales 907 mil 629 se encuentran en pobreza extrema. El total de personas en pobreza era 2 millones 378 mil 501 en 2018, lo que significa que en dos años salieron de la pobreza sólo 15 mil 313 personas. Asimismo, el total de personas en pobreza extrema era 943 mil 391 en 2018, es decir, 35 mil 762 salieron de esta situación en los dos años siguientes.

En términos porcentuales la pobreza se redujo de 67.9 por ciento de la población guerrerense en 2018 a 66.4 por ciento en 2020, porcentaje que ubica al estado como el segundo más pobre del país.

En plena pandemia por el Covid-19, el porcentaje de Guerrero con carencias por acceso a los servicios de salud aumentó de 13.8 a 33.5 por ciento, es decir, los guerrerenses que no reciben servicios médicos de alguna institución subieron de 482 mil 738 en 2018 a un millón 191 mil 391 en 2020, cuando la población total de Guerrero es 3 millones 559 mil 059 habitantes.

El porcentaje de Guerrero se encuentra sólo por debajo del 75.5 por ciento de pobreza que reporta Chiapas.

En el caso de la pobreza extrema, en Guerrero eran 943 mil 391 personas las que se encontraban en esa condición en 2018 y se redujeron a 907 mil 629 en 2020, una disminución de 35 mil 762 personas.

En términos porcentuales, la población de Guerrero que se encontraba en este tipo de pobreza representaba el 26.9 por ciento del total en 2018 y dos años después es el 25.5 por ciento, es decir, 1.4 puntos porcentuales menos. El cambio no es “estadísticamente significativo”.

La sola reflexión de estas condiciones es insuficiente para transformarlas.