Arranca el año 2022 con el avance de Ómicron y sus efectos económicos por la imposición de medidas sanitarias. Apenas iniciado, ya se percibe que no será el esperado año de calma sino uno que, aunado a la crisis sanitaria mundial, estará acompañado de riesgos económicos, políticos e institucionales que impactarán en la recuperación económica.

2022 será retador, no habrá el crecimiento dinámico, no se crearán los empleos necesarios, habrá volatilidad en las variables económicas y con ello, el ambiente de negocios sufrirá. Atención a los sucesos, contar con mayor información y realizar escenarios de anticipación serán fundamentales para este año.

En los próximos días, con los últimos indicadores publicados, se tendrá mayor claridad del cierre del 2021 y dará mayor precisión a lo que economistas denominan coloquialmente como “consultar la bola de cristal”. Si bien existen varios aspectos a considerar, en la perspectiva de Consultores Internacionales, S.C.®, las previsiones económicas para este 2022 estarán en función de cuatro factores: la contención sanitaria, el control de la inflación, la certeza a la inversión y el respeto institucional y a la democracia.

En 2021, el ritmo de la recuperación estuvo al margen de los contagios y la vacunación. El cierre de actividades deterioró los servicios y generó una asimetría industrial. Aunque se ve menos probable tener aislamientos por una cuarta o quinta ola, no pueden descartarse efectos colaterales que precaricen aún más el empleo y debiliten a empresas y hogares.

Precisamente, un colateral fue el desabasto de insumos que contribuyó en una inflación no vista en décadas y demandó la atención de bancos centrales para contenerla. Entre los escenarios se aprecia una inflación que oscilará entre 6 por ciento y 8 por ciento anual y que en el mejor de los casos descenderá a niveles de entre 4 por ciento y 5 por ciento. Lo cierto es que se ve lejano el que converja al objetivo del Banco de México de 3 por ciento con margen de un punto porcentual.

La certeza a la inversión, tendón de Aquiles, tendrá su primera prueba con la iniciativa de reforma eléctrica que ha sido el canario de mina para esta administración. De aprobarse sin cambios, el futuro de México estará comprometido no solo por la pérdida de competitividad, sino por la negativa señal a inversionistas.

El respeto a la democracia y a la institucionalidad es un factor sin cambios inmediatos y determinantes en indicadores, pero que marca tendencia económica y política. El año arrancó con ataques al Instituto Nacional Electoral y la consulta sobre revocación de mandato, meses más tarde se celebrarán elecciones y en el año se prevén más cambios en el gabinete, mayor intervención del ejército en funciones económicas, fricciones con órganos autónomos y mayor perfilamiento hacia las elecciones presidenciales.

Las combinaciones entre estos factores son amplias, pero pueden distinguirse tres escenarios: pesimista, apuesta y tendencial.

En el primero se espera una mayor incidencia sanitaria impactando en el crecimiento del primer semestre acompañado de una alta inflación con periodos de estanflación; pero los mayores daños estarían en la aprobación de una reforma eléctrica regresiva y la radicalización de los cuatroteistas más ideológicos. Esta combinación no solo sería freno, sino retroceso económico.

En el escenario apuesta está el control sanitario y de precios con impactos económicos cada vez menores, pero lo más importante, el avance en la institucionalidad y democracia, así como en el envío de señales que den mayor certeza a la inversión y el ambiente de negocio. La configuración de este escenario podrá ser sencilla, pero lo complejo será implementar las acciones para alcanzarlo.

El escenario tendencial anticipa un impacto económico menor por la cuarta ola de contagios y un primer avance en el anclaje de las expectativas inflacionarias que concluirá hasta el 2023. La aprobación con bemoles de la reforma eléctrica será esperanza de contrapesos políticos en los que, se celebrarán elecciones sin mayores conflictos y continuarán las denotaciones a instituciones. Aunque tendencial, el año tendrá un sabor de pérdida en el crecimiento.

Factores y probabilidades en escenarios económicos de México, todo tiene algo en común y es el estar preparados para aprovechar oportunidades y mitigar riesgos. Toda organización necesita tener lista su bola de cristal para implementar las acciones que permitan sacar el mayor provecho a este año o al menos, llevarse las menores sorpresas.

El autor es presidente de Consultores Internacionales, S.C.®

 

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