Mientras los integrantes del Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata y la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), denunciaban en una conferencia de prensa el asedio que mantienen desde el viernes presuntos integrantes de la delincuencia organizada, que identifican como el cártel de “Los Ardillos”, se desató una balacera en la cual quedaron a fuego cruzado trabajadores de diferentes medios de comunicación.

El momento del ataque, ocurrido el 21 de junio, en un cerro de la comunidad de Tula, municipio de Chilapa, en la región Centro de Guerrero, quedó registrado en video, donde se observa que los policías comunitarios y los reporteros se tiraron al suelo y se escondieron detrás de los árboles para protegerse de los disparos mientras policías comunitarios repelieron la agresión.

La reunión con los medios fue para demandar la intervención del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, la presencia de las fuerzas de seguridad, pues desde el 17 de junio denunciaron que han sufrido ataques armados y el lanzamiento de explosivos con drones, en contra de las comunidades indígenas nahuas de Tuta y Xicotlán.

Jesús Plácido Galindo, a nombre de las 23 localidades, el dirigente del Cipog-EZ, llamó a las autoridades a la detención del grupo agresor para resolver de fondo la violencia que viven los habitantes en estas localidades indígenas que, dijo, en siete años de constantes agresiones suman 19 desaparecidos y 18 asesinados.

En un comunicado denunciando los hechos del 17 de junio, el Cipog-EZ señaló que “el mal gobierno pretende hacer creer a la opinión pública que es un conflicto entre pobladores, cuando hemos demostrado que el cártel local de Los Ardillos, nos asedia con campamentos, fortificaciones y trincheras, en puntos elevados del cerro de Colotepec, donde hay hasta 300 sicarios”.

“Hacemos responsables a los tres niveles de gobierno de todo lo que pueda pasar, ya que están enterados de todo lo que sucede en los pueblos de la Montaña Baja de Guerrero, tienen miedo de venir, y siguen sin hacer absolutamente nada, advirtió.

“Los ataques de esa fecha se efectuaron con armas largas de uso exclusivo del Ejército, y se prolongaron hasta 18 de junio por la tarde, y al día siguiente se reanudaron con drones, donde el grupo narcoparamilitar “Los Ardillos” se replegó, al salir de la comunidad que tenían sometida”.

Dichos ataques fueron repelidos por miembros de su Policía Comunitaria, haciendo que los “delincuentes” retrocedieran de sus trincheras y fortificaciones que instalaron en la zona, sin embargo, no se precisó si hubo personas muertas o heridas.

Las trincheras se encuentran ahora bajo su mando, pero que alrededor de 300 integrantes de esta célula criminal amenazan de nuevo con cercarlos para tratar de tomar el control de las comunidades “que se niegan a ceder sus tierras”, por lo que como CIPOG-EZ “se encuentran resistiendo la ofensiva”.

Entre las más recientes agresiones hechas por “Los Ardillos” destacan la del 21 de julio de 2019 contra la comunidad nahua de Tula, municipio de Chilapa, con saldo de al menos un herido, y solicitaron la intervención del gobierno federal, pues acusaron al grupo delictivo conocido como Los Ardillos. La comunidad fue sitiada y atacada durante varias horas, sin embargo no dio a conocer si hay heridos o muertos.

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria-Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF) responsabilizó de ese ataque al grupo autodenominado Policía por la Paz y Justicia, que aseguró, pertenece al mencionado grupo delictivo.

“Fueron balaceadas las viviendas con arma de alto calibre queriendo masacrar al pueblo tratando de matar hombres, mujeres y niños, exigimos el gobierno federal, estatal, municipal, y la Guardia Nacional que dé seguridad al pueblo”, dijeron.

La noche del domingo 7 de marzo del 2021, aproximadamente a las 22:00 horas, cuando miembros del CIPOG-EZ, nuevamente fueron agredidos luego de volver de una asamblea en el municipio de San Marcos con compañeros Policías Comunitarios de la Costa Chica.

Cuando volvían a Chilapa, antes de llegar a la comunidad de Tlatoaqui, crucero de Olinalá, fueron emboscados por aproximadamente 10 personas con armas de grueso calibre AK-47 y R-15, resultando heridos Adán Linares Silverio, Pablo Hilario Morales, Alberto Zoyateco Pérez y Jordán Terjiño Luna quien lamentablemente perdió la vida en las primeras horas del 8 de marzo por las heridas de bala. También quedaron destruidas 2 camionetas del CIPOG-EZ por las mismas balas de las manos asesinas del grupo delincuencial y paramilitar “los Ardillos”.

Aproximadamente a la una de la madrugada del lunes 8 de marzo, los compañeros del CIPOG-EZ se encontraban en Chilapa, donde se entrevistaron con una persona que se identificó como comandante Rojas, coordinador de la Región de la Montaña de la policía estatal con quien se acordó ir a la fiscalía para trasladarse al lugar donde ocurrió la emboscada.

El 24 de enero del 2021 en un comunicado el CIPOG-EZ advirtió: “La guerra contra los pueblos indígenas en México «cada vez se va a poner peor, porque ahora todo le justifican a este gobierno y se aprovecha para dar continuidad al exterminio”.

Cuando pararon los balazos ocurridos durante la conferencia de prensa, el grupo de comunicadores bajó del lugar y salió con rumbo a Chilapa por su propia cuenta a bordo del vehículo en el que se transportaban.

A menos de 200 metros de donde ocurrieron los hechos, se encuentra un retén de la Guardia Nacional y del Ejército, quienes únicamente les pidieron datos personales a su salida del lugar.

Al cierre de esta entrega, 22 de junio, la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y 200 integrantes de CIPOG-EZ, acordaron establecer la vigilancia en el crucero de Tula y reforzar la seguridad en el corredor Chilapa-Quechultenango y permitir el paso vehicular en Alcozaucán.