El uso del bloqueo de vialidades como mecanismo de protesta y exigencia ante las autoridades gubernamentales estuvo a punto de colapsar a Acapulco durante dos días consecutivos, por parte de integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) quienes demandan la libertad de Jesús Calleja Clemente, alías “El Chucho”, comandante del grupo de autodefensa, detenido luego de una confrontación a balazos con elementos militares en Marquelia.

A las 15 horas del 28 de junio, elementos del 48 batallón de infantería del ejército se disponían a instalar un filtro de seguridad en el puente de Marquelia, fueron interceptados por integrantes de la UPOEG quienes portaban y otros palos para obligarlos a salir del municipio.

Se propició un intercambio de disparo que abarcó desde la calle Justo Sierra hasta el puente de Marquelia, sobre el bulevard. Los miembros de la UPOEG se trasladaron en dos camionetas negras, en la calle quedaron casquillos percutidos y sangre sobre el pavimento.

Extraoficialmente, se supo que hubo al menos ocho miembros de la UPOEG fueron detenidos, entre ellos, un lesionado en la cabeza de nombre Carlos Rocha ventura de 48 años de edad.

Al amanecer del 28 de junio, elementos del Ejército Mexicano y Guardia Nacional, desplegaron un dispositivo de seguridad en las entradas y salidas de la cabecera municipal de Marquelia. Un puesto de revisión fue instalado, a escasos metros del domicilio paterno de Jesús Clemente Calleja, comandante de la UPOEG el cual fue detenido.

Transportistas vinculados con la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) bloquearon al menos 10 vías de Acapulco, como medida de presión a las autoridades para lograr la liberación del líder de las autodefensas en Marquelia. En el acceso al municipio de San Marcos, atravesaron una pipa de gas y se registró otra confrontación a balazos.

El transporte público en la ciudad de Acapulco quedó suspendido, algunas camionetas de la policía municipal sirvieron como medio de transporte a algunas personas, de nueva cuenta hubo quienes atravesaron el macro túnel a pie, el servicio de transporte se comenzó a reanudar a partir de las 19.30 horas. La ciudad volvió a colapsar.

Cerca de las cinco de la tarde, miembros del grupo de autodefensas intentaron rescatar a Calleja, sin lograrlo. Minutos después, los militares se retiraron del sitio para llevarse a los detenidos y presentarlos ante las autoridades.

Durante el mediodía del 29 junio, los integrantes de la UPOEG intentaron volver a efectuar bloqueos en Acapulco, en la asta bandera y la glorieta de Puerto Marqués, pero un dispositivo de elementos antimotines lo impidió y se logró la detención de un joven a quien se le identificó con el mote de el conejo y se le responsabilizó de promover bloqueos y violencia en el puerto.

Ramón Celaya Gamboa, vicefiscal de Investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) dijo que “Esto no es una protesta social, esto no es una protesta legítima, esto es un acto criminal de gente que, utilizando intereses oscuros por la detención de comunitarios que cometieron delitos el día de ayer en contra del Ejército Mexicano, en contra de la Guardia Nacional, pretenden una liberación que no se va a dar”.

En un posicionamiento la UPOEG dijo que lo de Marquelia fue un acto de provocación del Ejército pues fue asesinado un civil armado por parte de las fuerzas de seguridad y que también fue detenida “gente inocente”.

Además, responsabilizó directamente al coronel Marco Lucio González Rodríguez, comandante del 48 Batallón de Infantería de Cruz Grande.

Efectivos de la Guardia nacional y el ejército resguardan las instalaciones de la Fiscalía General de la República donde se encuentran los integrantes de la UPOEG detenidos.

Jesús Calleja Clemente, alías “El Chucho”, encabeza a un grupo de la Policía comunitaria de la UPOEG, señalada como el brazo armado de Los Rusos, organización que controla el corredor de Marquelia hasta Acapulco.

Algunos integrantes del cuerpo de civiles en armas han referido que, “Chucho”, desde que se autonombró comandante de la Upoeg, ha realizado muchos abusos que van desde tráfico de influencias, abuso de poder y de autoridad, extorsiones, robos, despojos, secuestros, violaciones, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas, así como tráfico y comercialización de drogas junto con su hermano Emmanuel.

También señalan a Mariano Torres, otro miembro de la Upoeg y a Santos Moreno, comandante del pueblo de Copala Gro. como responsables de la muerte de varias personas de Marquelia, Copala, Juchitán y San Luis Acatlán.

El 13 de mayo de este año, transportistas bloquearon las vías de Acapulco durante diez horas, después que el Ejército les aseguró dinero y droga a las autodefensas de la UPOEG en San Marcos, localidad vecina al puerto.

Según informes del CISEN, el grupo de “Los Rusos” es el brazo armado del cártel de los Beltrán Leyva que dirige Juan Carlos, detenido en el 22 julio de 2016 en el puerto de Acapulco y acusado de mantener comunicación directa con el capo Héctor Beltrán Leyva.

En septiembre del 2021, familiares de Vicente Suástegui Muñoz. Hermano de Marco Antonio, líder de la CECOP, denunciaron que cuatro integrantes del grupo delictivo Los Rusos se habrían llevado a Vicente y lo entregaron a Pedro Santos Cruz, comandante Pino de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), jefe de sicarios de la misma banda, que lo desapareció la noche del 5 de agosto en Tres Palos.

En junio de 2016, la zona conurbada del puerto de Acapulco fue tapizada con mantas donde acusaron a los hijos del gobernador Héctor Astudillo de realizar negocios al amparo del poder junto al actual candidato a Ricardo Taja entonces alcalde de Acapulco por el PRI.

Astudillo calificó las acusaciones contra sus hijos como un chantaje de “un empresario”, pero nunca identificó al responsable y se desconoce si procedió legalmente.

La violencia se incrementa en la entidad, durante la madrugada de 28 de junio, dos restaurantes y un automóvil en el boulevard de Las Naciones, zona Diamante de Acapulco, presumiblemente por un grupo de hombres armados.

En el 2016, un grupo armado ingresó al restaurant Los Buzos, ubicado en el fraccionamiento Magallanes, casi en el centro de Acapulco. Un muerto y tres heridos fue el saldo de este ataque armado contra “Los Buzos” que tiene una cadena de restaurantes en distintos puntos de este puerto.

La noche del 27 de junio fueron incendiados un autobús de pasajeros, dos camionetas de carga y una camioneta particular. Los vehículos se encontraban atravesados en la carretera cuota que conecta los municipios de Chilpancingo y Tixtla, a la altura de la comunidad de Matlalapa, en Guerrero.