La quinta ola de Covid-19, como si fuera marina, va alcanzando la cresta y se perfila para estrellarse en la resquebrajada economía guerrerense mientras crece genera una polémica: reconocer su existencia infundiría miedo entre los paseantes y las expectativas que tiene el sector turístico para la temporada se verían esparcidas como castillos de arena arrasados por el oleaje.

En la pruebas que se aplican en el módulo del Zócalo, en un 42 por ciento han resultado positivos de contagio por la enfermedad, afirmó Manuel Añorve Aguayo, presidente de la Comisión de Salud y regidor del PRI, en conferencia de prensa en la sala de Cabildo, y demandó que las autoridades de la Secretaría de Salud del estado informen los motivos del por qué no se ha cambiado el semáforo epidemiológico de verde a amarillo, porque los actuales números que se tienen son iguales a lo que había en enero y febrero, cuando el estado estaba con las restricciones del semáforo en amarillo.

José Jonathan Francisco Morales, director de Salud Pública municipal, también presente en la conferencia, informó que al corte del 9 de julio se habían producido 364 nuevos casos positivos de Covid-19 en Guerrero, del total de casos activos, hay mil 78 casos en el municipio.

Una de las estrategias del Ayuntamiento como medida para evitar la propagación del virus, fue la instalación de un módulo de pruebas en el Zócalo y donde hay una positividad del 42 acumulado de mil 108 muestras que se han aplicado, es decir 472 han sido positivas.

Indicó que en los últimos cuatro días se han aplicado 206 muestras de las que 95 son positivas, representando un 46.1 por ciento.

Leguizamo Dimas indicó que se abrirá otro módulo de pruebas, pero no dio fecha de apertura, ni el lugar donde estará.

Hasta el 12 de julio no existía ningún reporte de escuelas en las cuales se hayan producido brotes de Covid-19 y sostuvo que los menores de edad son los menos afectados ante esta quinta ola, y la mayoría de los solicitantes de pruebas son mayores de 18 años y adultos mayores.

Pero llamó a la población a seguir las medidas de prevención y usar el cubre bocas para evitar ser contagiados porque la Covid-19 llegó para quedarse. Insistió mucho en evitar lugares con aglomeración y espacios cerrados.

Sin embargo hay representantes empresariales que consideran alarmista la valoración que se hace de los contagios generados y consideran un riesgo de alto costo económico el cambiar el semáforo epidemiológico en plena temporada vacacional.

Si nos vamos a un semáforo diferente podríamos generar pánico hacia otros lugares, como la Ciudad de México y puede disminuir la afluencia, vamos a generar que la gente no venga, ya lo hemos probado cuando estuvimos en amarillo o en naranja sostuvo Alejandro Domínguez Aveleyra, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA).

Sin embargo reconoció que “estamos viendo un aumento en casos positivos en los hoteles y establecimientos, estamos retomando los protocolos de Covid, tenemos próxima la temporada vacacional de verano la más larga, ya hemos estado con cifras altas de casos positivos y la afluencia de visitantes baja.

En la temporada vacacional de verano y muchos hoteles ya tienen las fechas llenas, por ello consideró que se deben reforzar las estrategias de prevención para evitar que se sigan presentados casos positivos pero no modificar el semáforo.

Levi William Manzanares, presidente de la Asociación Mexicana de la Agencia de Viajes en Acapulco, aseguró que durante el primer semestre del año, hubo un ligero incremento de entre 5 y 10 por ciento en las frecuencias de vuelos hacia Acapulco, en comparación con 2019.

Detalló que se activó el mercado de turistas procedentes de Sudamérica luego del Tianguis Turístico; “hemos tenido turistas de Colombia, Argentina”, pero precisó que los de mayor concentración son de Ciudad de México, Cuernavaca y Puebla.

Teníamos el optimismo que para diciembre estaríamos en cifras similares como el año 2019, antes de la pandemia, pero ha habido un ligero incremento, de entre 5 y 10 por ciento más que ese año y eso nos da mayor afluencia de turistas.

Francisco Aguilar Ordoñez, presidente de la asociación de Hoteles y Restaurantes de la zona tradicional de Acapulco, consideró que las ocupaciones superiores al 60 por ciento en los fines de semana permiten augurar una buena temporada.

El sector turístico de Guerrero ha perdido más de 50 mil empleos formales e informales y cerraron más de 220 hoteles en Acapulco, Ixtapa Zihuatanejo y Taxco de Alarcón durante los años en que se ha padecido la pandemia, siendo la situación más aguda en el periodo del confinamiento.

La dinámica para protegerse del coronavirus tiene un fuerte impacto en personas acostumbradas a vivir al día y que no están en condiciones de atender el llamado a quedarse en casa. Si no salen de su comunidad no pueden vender en la ciudad. Y si no venden, tampoco tienen dinero para comprar alimento.

En Acapulco, la combinación de la crisis sanitaria y del impacto económico global propicio la caída en las llegadas de turistas internacionales y nacionales

Impactando, de manera directa, al conjunto de empresas vinculadas directa e indirectamente con la actividad turística.

Los efectos de la emergencia sanitaria alcanzan a miles de personas y negocios, ya sean prestadores de servicios de playa, comerciantes ambulantes, vendedoras de comida, pequeños empresarios, transportistas, embarcaciones de recreo, restaurantes, hoteles y establecimientos de diversos giros que hoy buscan afanosamente la recuperación económica.