Después del ataque armado del 5 de octubre en San Miguel Totolapan, en Guerrero, donde fueron asesinados Conrado Mendoza Almeda y su padre Juan, alcalde en funciones y ex alcalde respectivamente, el reacomodo de fuerzas entre las bandas delincuencias y el rechazo a la presencia de la autoridad, son los móviles de la acción criminal.

Aunque las discrepancias se incrementan no existen avances claros para el restablecimiento de la paz en el municipio ni para ejercer la acción penal contra quienes desataron la violencia.

Sandra Luz Valdovinos Salmerón, fiscal general del estado, indicó, no hay personas detenidas por la posible responsabilidad de estos hechos, pero con base en las primeras investigaciones que fueron 40 personas las que atacaron el miércoles el Palacio Municipal de San Miguel Totolapan, el auto lavado donde estaba reunido el alcalde Conrado Mendoza Almeda y la casa del dos veces alcalde Juan Mendoza Acosta, padre de Conrado ambos de extracción perredista.

También se investiga el video en el que José Alfredo Hurtado Olascoaga, conocido como El Fresa, líder de Familia Michoacana, aseguró que el atentado estaba dirigido en su contra y que ya acabó con todos los que participaron en los ataques.

No obstante, la fiscal afirmó que “No teníamos nombres, datos. Teníamos indicios, pero como tal un reporte con ese dato preciso sobre la existencia de José Alfredo Hurtado Olascoaga, El Fresa, no”.

En contraste, los testimonios de los vecinos indican que los ataques fueron casi simultáneos en los tres puntos por lo cual se puede suponer que el grupo armado se sub dividió cuando menos en tres partes.

Los videos que fueron difundidos en redes sociales después del ataque, también son motivo de discrepancias. En un principio se difundió un video en que un grupo de hombres armados, que se presentaron como “los Tequileros” se adjudicaron la acción en incluso incluyeron frases como: “ya estamos aquí de vuelta”; “no metiste ni las manos por los tuyos”.

Luego Hurtado Olascoaga, subió un video en el cual atribuye que un exceso de confianza hizo posible esa acción la cual tenía como propósito matarlo él, mostró desde su celular otro video donde aseguró que hubo represalias contra 20 de los sujetos que participaron en la acción y amenazó con acciones mayores.

En una parte de su mensaje dijo que su grupo junto con Conrado habían expulsado del municipio a los tequileros.

El 10 de octubre trascendió una ficha de la Mesa Regional para la Paz fechada el mismo día de la masacre en San Miguel Totolapan, afirmando que José Alfredo Hurtado Olascoaga convocó a la reunión, y ahí desarmó y mató a Conrado Mendoza y a sus colaboradores.

Ese mismo día circuló otro video atribuido a “los tequileros” deslindándose de los hechos violentos y señalando a Hurtado Olascoaga como el responsable. También señalaron que no mostró los cuerpos de quienes dijo que fueron asesinados en represalia.

Luego la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz mediante un comunicado impuso el hermetismo sobre los datos que permitan esclarecer el hecho indicando y la información oficial será difundida por este organismo.

Abelina López Rodríguez, alcaldes de Acapulco, declaro a los medios que la Mesa de Coordinación le ordenó evitar hacer declaraciones sobre hechos de inseguridad y violencia.

La dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática emitió un comunicado exigiendo la aplicación de la ley por estos, pero además pidió la renuncia de la Fiscal y de las autoridades de seguridad pública en la entidad.

Ludwig Marcial Reynoso Núñez, secretario general del Gobierno de Guerrero, señaló que, si no participan la población y autoridades municipales, es muy complicado que se den condiciones de seguridad en la región Tierra Caliente.

En la Tierra Caliente de Guerrero, integrada por 9 municipios, el crimen organizado secuestra, embosca, trafica droga, cobra cuotas, controla precios, impone y mata a políticos, corre al Ejército, desplaza a pobladores y también los masacra y es disputada por el Cártel Jalisco, la Familia Michoacana y «Los Tequileros»

Los hermanos Juan y José Alfredo Hurtado Olascoaga están relacionados con al menos 10 carpetas de investigación y son dos de los criminales más buscados por las autoridades del Estado de México. La recompensa que se llegó a ofrecer por cada uno es de 500 mil pesos.

Juan asumió el liderazgo de la organización criminal en 2014, luego de la captura de José María Chávez, alias “El Pony”. Es originario de la localidad de Palos Altos, en el municipio de Arcelia, Guerrero; un punto estratégico que comunica a los poblados de Arcelia, Tlatlaya y Teloloapan. Desde esa fecha actúan en la Tierra Caliente de Guerrero.

Se lo atribuyen a presuntos nexos con autoridades policiacas, ex funcionarios estatales y ex presidentes municipales de Arcelia. Desde esa ciudad guerrerense, su bastión, se ha encargado de coordinar operaciones de tráfico de drogas, cobro de piso, secuestros y otros ilícitos.

A principios de este año circularon rumores sobre la posibilidad de que Juan

Hurtado alías “El Pez” habría sido quemado vivo por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho” o “Señor de los Gallos”.

José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Fresa”, por su parte, tiene su propia marca de ropa “HH Clothing” y se hace pasar como empresario textil. Él y su hermano fueron incluidos el sexenio pasado en la lista de objetivos prioritarios del gobierno federal, dentro de la lista de los 122 capos más peligrosos y sádicos que hay en el país.