La hipocresía del mayordomo de la dinastía de los hermanos Castro, Miguel Díaz-Canel derramando lágrimas de cocodrilo desde Rusia -donde inauguró una inmensa estatua de Fidel Castro acompañado del neo zarista Vladimir Putin- no podrá borrar el combate de Pablo Milanés a esa dictadura.

“Ya me tiene hasta aquí que digan que Cuba es ideal. Que es un paraíso… Cuba no es ni sombra de lo que fue… en el 92 ya yo empecé a decir que el sistema había fracasado absolutamente … cada vez que oigo que en los países desarrollados y en otros países de América Latina reconocen a Cuba todavía como ejemplo de democracia, de honestidad de justicia …hay que decirles  que  eso es falso … y que se pongan al lado del pueblo cubano… lo que esta pasando, el  hambre que está pasando…”. Entrevista en vivo publicada por  IMAGEN

Con esas palabras claras, directas se refiere Pablo Milanés a lo que pasa en Cuba. Es fiel a lo que planteaba en su canción: “Pobre del cantor de nuestros días
Que no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida.
Pobre del cantor que nunca sepa
Que fuimos la semilla y hoy somos esta vida.

Pobre del cantor que un día la historia
Lo borre sin la gloria de haber tocado espinas.
Pobre del cantor que fue marcado
Para sufrir un poco y hoy está derrotado.

Pobre del cantor de nuestros días
Que no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida”.
Pobre del cantor que a sus informes
Les borren hasta el nombre con copias asesinas.
Pobre del cantor que no se alce…”
Pablo Milanés es un símbolo de la revolución cubana, su vida sus canciones  su fervor revolucionario inspiraron a muchos jóvenes de las generaciones de los años sesenta , de los setenta y los ochenta dentro y fuera de Cuba.

Precisamente la cuestión es no quedarse en la veneración de un régimen opresor que aplastó los sueños libertarios y evadir la crítica radical de un modelo que se convirtió en lo contrario de los sueños de jóvenes que se inspiraron en la música de Pablo Milanés

La música de Milanés, su disidencia contra el castrismo dictatorial no debiera ser pervertida para continuar apoyando un modelo que llevó a Cuba a la ruina.

Milanés fue una de las víctimas de la detención masiva de miles de jóvenes en las UMAP.

“El cantautor reconoce que estuvo preso en las conocidas como Unidades Militares de Ayuda a la Producción, las UMAP, pero que no habló de ello porque “nunca me han preguntado tan directamente”.

Pablo Milanés reconoce en el diario español El País que él fue una de las 40.000 personas que entre 1965 y finales de 1967 estuvieron confinadas en campos de concentración aislados en la provincia de Camagüey, donde realizaban trabajos forzados desde las cinco de la madrugada hasta el anochecer”

Ese terror contra los jóvenes y los disidentes fue sacudiendo la conciencia de Pablo Milanés.

Es muy emblemático que uno de los íconos de la Revolución Cubana, que era visto dentro y fuera de la isla como uno de los ejemplos del “Hombre Nuevo” haya sufrido tanto, cambiando radicalmente su postura inicial apologética, por la oposición al régimen castrista.

Pablo Milanés sintetiza el tremendo fracaso d una revolución traicionada por Fidel Castro, que llevó a Cuba a una tragedia social, económica y moral que hoy tiene a su pueblo prisionero sin derechos mínimos a opinar, a luchar y además con hambre.

Cuba es un país con una economía cada vez más regida por los mecanismos capitalistas. Con una burocracia que se ha enriquecido a costa de la explotación de los trabajadores cubanos, que se beneficia del fenómeno conocido como las “jineteras”, una prostitución y una trata de personas cercana a la esclavitud.

Esa relación de esclavismo se manifiesta en los términos que se les imponen a los médicos que el régimen envía a otros países, entre ellos recientemente México. Donde el gobierno recibe millones de dólares y a los médicos les otorga salarios de hambre.

Por eso muchos médicos huyen y se quedan en los países a los que fueron enviados en supuesta “solidaridad”.

Hace un poco más de un año la rebelión estalló en toda la isla, miles de cubanos salieron a las calles a gritar contra la dictadura, a cantar PATRIA Y LIBERTAD, Pablo Milanés apoyó a la gente y condenó la represión gubernamental que hasta la fecha mantiene a centenares de personas en la prisión por haber participado en esas protestas.

Es aberrante que a la muerte de Pablo Milanés se pretenda convertir su figura en un bastión de la dictadura castrista, cuando fue precisamente lo contrario. En sus últimos días Pablo Milanés quiso despedirse de los cubanos con un concierto que le quisieron impedir o condicionar a ser realizado en un auditorio copado por burócratas y policías, Pablo Milanés luchó y consiguió realizar el concierto con miles de cubanos en el mismo estadio donde estuvieron los Rolling Stones.

Sus canciones también fueron la inspiración de amores de miles o quizá millones que se enamoraron con sus canciones más célebres como Yolanda, El Breve Espacio y tantas otras.

Pablo Milanés es un gran ejemplo de rebeldía, de coraje de un revolucionario genuino que pudo superar a los cantos de sirena iniciales del castrismo, en los que estuvo embaucado y después sufrió la persecución, la prisión y la inquisición. Al final de su vida se puso claramente al lado de los que defienden la libertad. Ese es su legado y no el del cantor de la dinastía de los Castro.