Hoy, nuestra democracia peligra. El Instituto Nacional Electoral (INE), pilar fundamental de esta democracia de fines de los 90’s, garante de elecciones libres y reconocido internacionalmente se encuentra bajo amenaza. Sin embargo, esto no es algo nuevo. En el pasado reciente (abril de 2021) se alzaban voces ciudadanas llamando a la defensa del INE, pues desde la Presidencia de la República se empezaron a orquestar burdos ataques contra el Instituto, contra sus consejeros y en general en contra de su actuar.

A este llamado de nuestro mesías tropical se sumaron desde entonces la mayoría de MORENA y diversos aliados propagandistas. En ese entonces los ataques surgieron en respuesta fundamentalmente a determinaciones adoptadas por el Instituto en contra de la llamada sobrerrepresentación legislativa y sobre todo ante la suspensión del registro a ciertos candidatos de MORENA por incumplir requisitos legales, es decir por que el árbitro estaba haciendo su trabajo.

Es de destacar que el INE no es el órgano encargado de emitir la normatividad que en materia electoral rige nuestra vida democrática, esta tarea le corresponde como en toda democracia precisamente al poder legislativo, hoy en manos de una mayoría morenista. Lo anterior quiere decir que todas las reglas de la participación democrática en México, incluidas las sanciones aplicables ante la violación de la normatividad electoral, por el INE, son las que previamente se aprueban por el Congreso de la Unión (cámaras de diputados y senadores). El INE, en su condición de árbitro electoral, no está inventando nada, no opera con reglas a modo, más bien trabaja y está obligado a cumplir con las reglas que los propios partidos político diseñaron y que al INE le fueron por ende impuestas.

Así, tanto en la presente legislatura, como en las anteriores, es decir, legislaturas en las que desde posiciones al interior del congreso actores como Mario Delgado o Ricardo Monreal han aprobado las disposiciones legales vigentes hasta el día de hoy. De suerte que es alarmante que quienes desde el partido que hoy encabeza la llamada 4T, se quejen del cumplimiento de las reglas que ellos mismos diseñaron, o cuando menos las reglas que ellos mismo aprobaron con su participación en el proceso legislativo.

Hay que decirlo, de forma clara, los ataques al INE no son algo nuevo, básicamente cada elección presidencial, acaba en una reforma electoral, al capricho del gobierno en turno. Así ha sido prácticamente desde su creación con Ernesto Zedillo, la transición con Vicente Fox y Felipe Calderón, con Enrique Peña Nieto y ahora con AMLO.

Esto quiere decir que el ataque al INE (al árbitro) no es nuevo, cada Gobierno tiene sus intereses, pero sin duda lo que ocurre actualmente es preocupante y diferente a la vez. Antes, quienes descalificaban al INE eran los partidos o candidatos perdedores. malos perdedores se les podría llamar por querer siempre culpar al árbitro de su derrota, pero lo que ocurre hoy es incomprensible, pues es precisamente el partido en el poder, aquel que gracias a que el INE organizó las elecciones del 2018 y reconoció legalmente el triunfo de MORENA, el que encabeza artera y descaradamente este ataque para aniquilar al INE. Pues hay que decirlo, ninguna otra propuesta había pretendido quitarle la autonomía al árbitro electoral.

Cuando se habla de la composición o integración actual del INE, contrario a lo que falaz y mañosamente pretenden hacerle creer a la opinión pública, ésta refleja y representa la “pluralidad política” de México. Es precisamente el resultado de las elecciones de 2018. En 2020 Morena (partido que gobierna y que mantiene una mayoría en el Congreso) aprobó la designación de cuatro consejeros electorales que actualmente se encuentran en funciones.

Hablando de frente debemos defender al INE y particularmente la autonomía del INE, pues es la institución más eficiente y confiable de nuestro país. Se ha dicho una y otra vez que las elecciones en México son muy caras. Y si, otra vez se dice que las elecciones son caras, pero más caro es poner en riesgo la democracia de México. Lo cierto es que sí la democracia en México es cara, no es por culpa del INE.

Tampoco es MORENA, es el sistema de partidos lo que ha llevado al INE a estar en la situación en que se encuentra actualmente.  Y esto es sumamente relevante, pues la democracia mexicana es cara pero no es ni por culpa del INE, ni por culpa de la ciudadanía; sino por culpa de los partidos políticos que todas las elecciones se impugnan y tiene que acabar en un tribunal. La democracia en México es cara, porque no se ha podido sistematizar, no es que nadie confié en las tecnologías, es que los partidos saben de sus prácticas y es más fácil criticar al árbitro que poner el ejemplo haciendo las cosas bien. Las elecciones son muy caras, pues implica mucho gasto operativo previo, durante y después de los procesos electorales.

El gasto público más alto en el marco de las elecciones mexicanas no son los procesos organizativos del INE, sino el presupuesto de los partidos. Por ello, el INE debe de seguir siendo un ejercicio de participación ciudadano, pero modernizado, que no implique movilizar al menos a 1 millón de ciudadanos que participan y cuidan las elecciones, que cuestan tan sólo en el pago que se da de ayuda alimentaria (que no debería de existir, pues es una obligación ciudadana) casi 400 millones de pesos, más el costo de capacitarlos que incluye sueldos de capacitadores temporales, más material. Eso si hay que replantearlo.

El INE ha dado en múltiples ocasiones muestra de su imparcialidad como árbitro, ha sancionado de manera fuerte (incluso ejemplar) a todos los partidos por distintas violaciones al marco legal aplicable. La diferencia hoy en día es que a MORENA, al mesías tropical y a la autodenominaba 4T las reglas del juego le causan urticaria. ¡No me vengan con que la ley es la ley! O ¡al diablo las instituciones! Son tan solo una muestra de como a MORENA las reglas que sirven para sostener (a veces con alfileres) nuestra incipiente democracia, les incomodan. Su intención es destructiva, sus intenciones son autoritarias y para poder consolidarse el INE es un estorbo, es su principal enemigo. Por ello como ciudadanas y ciudadanos responsables hay que defenderlo.

No hay reforma legal y mucho menos constitucional que en materia electoral logre la fórmula adecuada, mientras los partidos políticos se sigan sintiendo dueños del árbitro electoral. Estoy convencida sin duda que el INE de hoy, es el más democrático, 7 de sus consejeros 7 ya se renovaron y fueron elegidos en un ejercicio transparente y votados por la mayoría de MORENA, los 2 que tanto le incomodan al Presidente ya van de salida. Dejemos el egoísmo y tengamos visión de estado y sentido de responsabilidad. El INE no es el problema, el problema son los partidos políticos.

Y aquí nadie se salva, ni los que hoy se denominan oposición, ni Felipe Calderón, ni Alito, ni Creel; vaya, ninguno de los que en su momento criticaron al INE o al Tribunal y que ahora defienden lo que ellos mismos o sus partidos políticos con su irresponsabilidad han ido paulatinamente debilitado al tiempo que merman su credibilidad,

Hago un llamado a las y los mexicanos para que luchemos y protejamos siempre tanto a la democracia como a las instituciones que nos permiten proteger y hacer realidad esa democracia. No debemos permitir que el embate de MORENA destruya al INE. No olvidemos nunca, que las democracias mueren frente a la apatía y sin contrapesos. Defender el sueño democrático pasa por defender al INE. No permitamos el regreso al viejo México donde el partido/gobierno controlaba las elecciones. La democracia está en peligro no sólo porque el árbitro está bajo acecho y se pretende que el gobierno controle la organización de las elecciones y su calificación, capturando con incondicionales al INE y al Tribunal que gozarían de autonomía simulada. Existe hoy una clara urgencia por defender al INE para evitar que se cancelen estructuralmente las alternancias y regresemos al México  del siglo pasado.

Y como corolario, unas líneas para quien se dice demócrata y despacha en Palacio Nacional: ¡quienes hoy, ayer, mañana o el domingo salgamos a defender al INE no somos ni corruptos ni cretinos, somos las y los ciudadanos de este país que usted hoy gobierna gracias a que el INE lo hizo posible!