La inseguridad pública en Guerrero vuelve a ser motivo de confrontación política entre la iglesia católica y las autoridades de gobierno. Para la grey eclesiástica se trata una situación apremiante pues considera que los estallidos sociales pueden avizorarse, para el partido en el poder se trata de mensajes que buscan romper la estabilidad social en el estado además de ser aliados y cómplices del crimen organizado.

En el transcurso de la semana mayor, en diferentes foros, los representantes de la iglesia católica lanzaron mensajes de alerta sobre las causas y consecuencia de la inseguridad que se vive en el estado. La respuesta gubernamental, entre líneas, vuelve a ser que ese no es un asunto eclesiástico.

José de Jesús González Hernández, Obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa dijo el 6 de abril que, en fechas próximas, un grupo de obispos viajará a Roma para hacer entrega de un diagnóstico de la situación de la violencia y la inseguridad que se vive en el estado en el cual se plantea que “ha sido tanto el hartazgo que hay entre los ciudadanos que podría haber casi un levantamiento, ya no se puede vivir.

Cobran muchos impuestos, el gobierno y otros por ahí que ostentan tener el gobierno, y no le dejan nada al pobre ciudadano, hacer su vida en paz. Entonces amenazan, si no pueden defenderse por su propia fuerza que muchos ya lo han hecho y (eso) los lleva a la muerte, entonces amenazan con hacer un levantamiento.

“Ya lo dijimos, nos sentimos colectivamente secuestrados. Lo dije, no solamente es una persona secuestrada, sino hasta familias, comunidades, si no secuestradas, pero empujadas a tener que abandonar sus casas, sus trabajos, sus bienes y tener que emigrar. Cuántos han estado emigrando por una cosa u otra y esto nos duele. Esto lo hemos dicho y lo sabe el Papa”, sostuvo el prelado.

En la Tierra Caliente hay familias enteras, comunidades enteras han sido desplazadas por la situación de inseguridad. Ya no se puede vivir y entonces se pueden sublevar. Ya urge una solución, no debemos dejar pasar esto. Insistió

Agregó que, en la respuesta de la Santa Sede, “primeramente a nosotros mismos, a la Iglesia, nos dará una indicación. Y si se nos pide el diálogo, tenemos que dialogar, tenemos que escucharnos. Los obispos de Guerrero escuchar al gobierno y el gobierno escuchar a los obispos”.

“El Papa seguramente aplaude si llegamos a tener estos diálogos, y no solamente con el gobierno, sino con otros sectores. Ya nos lo ha dicho a los pastores, pero a los pastores nos hace falta abrirnos y también los otros sectores abrirse. Debe ser mutuo, para poder llegar a un diálogo, a un acuerdo y a compromisos mutuos”.

Y es que el 27 de marzo, Integrantes de la congregación de “Devotos de Taxco” denunciaron la recepción de llamadas para que den los nombres de quienes participarán en el Viacrucis.

A su vez habitantes de Taxco, denunciaron que criminales los están extorsionando y han sido los responsables de varios casos de desaparición de personas que se han negado a pagarles piso.

Un ejemplo de ello es el caso de Miguel Huerta Torres, servidor de la nación y Germán García Hernández, profesor, que desde el pasado 28 de febrero fueron privados de su libertad por un hombre y una mujer armados cuando estaban en una asamblea en la comunidad de Temaxcalapa sin que a la fecha se conozca su paradero.

El 9 de abril, el Salvador Rangel, obispo emérito reveló, al término de una misa en Chilapa, que su relación con un capo del narcotráfico ayudó a que la Semana Santa se desarrollara en paz en Taxco  al mismo tiempo uno de los penitentes declaró que pidieron la intervención del obispo José de Jesús González con integrantes de la Familia Michoacana para que esta organización criminal dejara participar a los feligreses que denunciaron presión para comprar cruces nuevas y rollos de varas a precios altos.

A través de un comunicado, el Comité Ejecutivo Estatal de Morena, sin mencionar el nombre de los obispos, los acusó de pretender desestabilizar al estado, además de ser “aliados y cómplices” del crimen organizado.

“No es un buen mensaje que se prefiera una alianza con grupos del narcotráfico, antes que con las instituciones gubernamentales que dirigen los destinos de Guerrero”, se lee en el documento.

Se agrega que “con mucha responsabilidad y claridad decimos que el pueblo merece respeto por ello es nuestra prioridad brindarle la seguridad y bienestar que por derecho le corresponde, y ese objetivo y aspiración no pasa por la negociación con ningún grupo del crimen organizado, ni tampoco por encima de la ley o por romper los equilibrios de poder”.

La dirigencia estatal de Morena señala que “estamos frente a un escenario frágil, donde peligrosamente la Iglesia juega un papel de aliado y cómplice del crimen organizado, y ello no abona a la paz ni la seguridad que merecen las y los guerrerenses. El llamado es a evitar riesgos innecesarios que construyen escenarios delicados, perversos y tendenciosos, pues tampoco debería beneficiar a nadie incitar y promover el control de territorios a favor de grupos al margen de la ley”.

Esta vez no ha habido postura del gobierno del estado ni de las autoridades encargadas de la procuración de justicia, sin embargo, se reconoce la existen de 16 grupos criminales disputándose el territorio guerrerense.