25 mil 845 elementos de la Guardia Nacional cumplen las órdenes de los Estados Unidos de impedir que lleguen a su territorio los migrantes que cruzan por territorio mexicano.

Es el “muro” que prometió Donald Trump en su campaña, impuesto al presidente López Obrador mediante el chantaje, esa imposición continuó con el presidente Joe Biden, llegando al extremo de afirmar el presidente mexicano, que los desplazamientos de tropas para impedir el flujo de los migrantes, se realizan por su propia voluntad. Mayor abyección es imposible.

El gobierno de México está desmantelando los albergues en toda la república, lo mismo en Tapachula que en Tláhuac. En ambos casos subieron a autobuses a miles de personas, incluyendo mujeres con sus niños en brazos y llevados a diferentes localidades del país.

Es un “operativo” semejante al que realizaban los nazis, para llevar a los judíos a los campos de concentración, es similar porque son trasladados a destinos desconocidos.

Esa salvaje política contra los migrantes ha sido denunciada por El Colectivo de MonitoreoFrontera Sur integrado por integrado por: American Friends Service Committee (AFSC) – Oficina para América Latina y el Caribe, Apostólicas del Corazón de Jesús, Centro Derechos Humanos Digna Ochoa, Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova AC., Centro de Derechos las Víctimas la Violencia Minerva Bello, Coalition for Humane Immigrant Rights (CHIRLA), Formación y Capacitación (FOCA), Iniciativas para Desarrollo Humano A.C. (IDEHU), Kaltsilaltik, La 72 Hogar Refugio para Personas Migrantes, Médicos del Mundo-Francia (MdM), Programa Asuntos Migratorios-UIA, Red Jesuita con Migrantes-Centroamérica y Norteamérica, Servicio Jesuita Refugiados-México (JRS), Tzome Ixuk, Mujeres Organizadas, Una Mano Amiga en la Lucha contra el SIDA, Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes.

Es coveniente recordar que el hacinamiento que se había producido en los alrededores de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados-COMAR y las quejas vecinales,  obligaron al gobierno de la Ciudad de México, a instalar un campamento en el Bosque de la Alcaldía de Tláhuac, como un refugio temporal en el que se esperaba brindar albergar a un máximo de 200 personas y proveerles de alimentación, agua, enseres para dormir y servicio médico para dignificar su estancia en México, mientras realizaban sus trámites ante la COMAR y el INM.

En ese Albergue el número de personas que llegaron a Tláhuac en busca de un espacio para colocar sus casas de campaña o un área libre sobre la tierra para pasar la noche, aumentó día con día de manera exponencial. Se estima que afuera del campamento se instalaron  casi mil casas de campaña individuales, en las que duermen cuatro personas en promedio

Aplicando el  “estilo” de la política de avestruz, el gobierno de AMLO, lejos de buscar acondicionar esos campamentos para que los migrantes tengan el mínimo de condiciones, optó por desmantelarlos, dejando a la deriva a miles de personas.

En lugar de resolver los problemas de las instituciones, que según el presidente están podridas, su política es liquidarlas.

Según cálculos de diversas fuentes en el año fiscal 2022, septiembre 2021 a octubre 2022, en Estados Unidos hubo 224,607 “encuentros” (detenciones, expulsiones y deportaciones) de cubanos, las de venezolanos fueron 189,520 y el número de migrantes mexicanos fue de 823,057 en 2022 y los meses de este año 2023 van 390,378.

Las dimensiones del flujo migratorio están siendo atacadas de manera criminal por los gobiernos de Estados Unidos y el sometimiento del gobierno mexicano, a esa política sin el menor rubor.

México se convirtió en los hechos en lo que llaman el tercer país seguro. Es decir, en términos llanos, la barrera de contención de cientos de miles de migrantes que proceden no solamente del tradicional flujo de Centroamérica, sino de Venezulela, Cuba, Haiti y en menor medida de África, Ucrania, Rusia y el resto del mundo.

El aumento de personas migrantes y con condición de refugio a nivel mundial, es un fenómeno presente en México también. Con la finalidad de atender y aminorar las condiciones de vulnerabilidad y riesgo de esta población, las organizaciones autónomas de la sociedad civil trabajan en la construcción de redes de apoyo para atender sus apremiantes necesidades.

“Para ninguna de las mujeres, niñas, niños, adolescentes y hombres que sobreviven  fuera y dentro de los albergues hay servicios sanitarios, agua potable, un espacio para preparar alimentos de manera higiénica, espacios para depositar la basura o recolección de esta y mucho menos ningún servicio de atención pública, que no sea el de la COMAR y las organizaciones que trabajamos con, por y para las personas en movilidad forzada”.

“Hemos observado un número importante de mujeres en etapa de gestación, muchas de ellas con amenaza de aborto, que pasan gran parte del día haciendo filas interminables a pleno sol o lluvia, para lograr hacer su solicitud de refugio; de personas de todos los grupos etarios que manifiestan síntomas de enfermedades gastrointestinales y padecimientos respiratorios –sobre todo niñas y niños–; de personas que dejan ver en sus comportamientos afectaciones en su salud mental; otras que muestran erupciones cutáneas visibles en antebrazos y muñecas, sin omitir el consumo de substancias psicoactivas a la luz del día”. Lo anterior y muchos más abusos y atropellos a los derechos humanos, son señalados por activistas de organizaciones que trabajan con los migrantes.

Es una política nazi la que realiza AMLO contra los migrantes.