Toda la alharaca producida por el corcholatismo, que suponíamos un aporte del presidente Andrés Manuel López Obrador, para seleccionar al candidato de MORENA para la grande; es. para elegir al coordinador Nacional para la Defensa de la Cuarta Transformación, una especie de trama de Juan Orol -cineasta español-cubano-mexicano- al estilo de Santo contra las mujeres Vampiro.

El presidente nos fintó con pase largo en tercer dawn y en realidad hizo una jugada reversible y optó por correr el mismo por el ala derecha.

Mientras algunos sesudos analistas argumentan que los movimientos en Morena, son ilegales, Yeidckol Polevnski dice por todas partes que ella tiene derecho a intentar ser la Coordinadora nacional en defensa de la cuarta transformación y deja en la ambigüedad si pretende ser candidata presidencial por MORENA.

Detrás de lo chusco, el presidente AMLO ya les dio línea a las corcholatas pera tener como objetivo central defender su legado y no debatir ninguna propuesta para al futuro. Nada de eso. MORENA y sus corcholatas solamente son parte de un especial coro fácil que hubiese envidiado tener Don Luis Echeverría Álvarez pionero en la lucha contra los emisarios del pasado.

Resulta bastante ridículo escuchar a Marcelo Ebrard, entrevistado por los conductores de los medios conservadores prohibidos, decir que aplicará la misma política en seguridad y defender a los marinos y a los militares, porque no son corruptos como los civiles.

El asunto es que está comedia empieza a tener visos de una guerra fratricida, como se escucha decir a Claudia Sheinbaum que Noroña es un mal oliente y que Durazo lo puso junto a ella, con toda intención y le advirtió: respétame yo soy la candidata.

Se están dando hasta con la cubeta y la “unidad” aparente puede irse a “bolina”, como dicen los cubanos.

Un nuevo estilo que no es la réplica del Maximato de Calles, sino la exaltación de la personalidad a niveles increíbles, que solo son posibles en un ambiente de abyección.

Pero lo cierto es que toda la atención mediática, en redes, y demás medios la tienen los pleitos de las corcholatas.

La orfandad de los opositores de la partidocracia puede ser muy nefasta para el rumbo nacional.

La gran ola rosada no cabe en el “corsé” de los partidos franquicia.

Sin una candidatura que surja de la gente, la derrota de los partidos será estrepitosa y de consecuencias muy graves para el país.

Considero que involuntariamente le hacemos el juego a esta parodia orolesca, al darle mil vueltas a los mismos desplantes repetidos hasta el cansancio por AMLO.

Sugiero que le hagamos el vacío a sus juegos de titiritero y pongamos en el centro de la discusión los terribles problemas nacionales.