Hace 70 años se inició la Revolución cubana, conmemorando ese acontecimiento se realizó una manifestación en la Alameda de la ciudad de México. Se inició un gran movimiento por la libertad.

Hoy casi nadie lo recuerda.

Es muchísimo más conocido este 26 de julio, porque el gran Mick Jagger cumple 80 años, no es tan absurdo, su banda y su música hicieron un Concierto en la Habana que marcó un parteaguas libertario.

Vivimos una decadencia, hay una disputa primitiva entre la partidocracia por el poder.

El país sufre una violencia nunca vista, la salud es un desastre, la pobreza sigue aumentando, la corrupción es desmesurada, el gobierno usa los aparatos del Estado para perseguir a sus opositores, las leyes no se respetan, el poder de los militares es inmenso, las promesas del presidente para hacer justicia en Ayotzinapa se toparon con la negativa  de las fuerzas armadas de dar información, la organización internacional Grupo interdisciplinario de expertos independientes (GIEI), ha denunciado que la Secretaría de la Defensa Nacional ha ocultado información y ha mentido abiertamente respecto a su participación en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El retiro del GIEI es una terrible denuncia.

A todo lo anterior hay que añadir la creciente violencia, coerción y chantaje del Instituto de Migración y las fuerzas armadas contra los migrantes y toda la tremenda carestía, en todos los productos de la canasta básica.

Un gobierno que aplica una política antipopular y defiende a toda costa los principios rectores del neoliberalismo, tiene una gran ansiedad ante el crecimiento de una candidatura como la de Xóchitl Gálvez.

Su paranoia ha llegado a límites insospechados, el presidente la ataca cada día con expresiones racistas y clasistas.

No es exagerado advertir los riesgos de su seguridad personal y de su propia vida, lejos de que el presidente haga lo necesario para darle protección ha inventado una conjura de cuatro periodistas o analistas. Es una mentalidad semejante a la de Stalin cuando inventó la conjura de los médicos.

Es muy lamentable que el significado del 26 de julio de 1968 se encuentre en total olvido y en su lugar prevalezcan las disputas mezquinas por el poder de la casta dominante.

Ante los desafíos del presente no basta la frescura de una candidatura como la de Xóchitl, ni su agilidad para responderle al mismo presidente. Obviamente su figura es un importante factor para poner en aprietos al presidente y sus corcholatas. En tres semanas los puso en evidencia como personas sin ideas propias y con una actitud de lambisconería muy reveladora de lo que harían si ganan las elecciones del 2024.

Para avanzar Xóchitl Gálvez necesita incorporar una propuesta social que ponga en el centro la cuestión de la desigualdad.

Se requiere sumar, en los hechos, a fuerzas opositoras que no tienen expresión electoral.

Todos esos movimientos, pueden darle un matiz avanzado a la candidatura de Xóchitl que no pueden otorgarle las franquicias del PRI-PAN -PRD, ni los grupos autonombrados “sociedad civil”

La rebelión libertaria del movimiento planetario de 1968, que se inició en México el 26 de julio tiene en sus alforjas mucho que aportar para la fase del presente. Obviamente  es un legado que no pertenece a ningún partido o grupo de poder, sino está presente en las comunidades zapatistas acosadas por el gobierno, en los ambientalistas  que han sufrido el asesinato de varios de sus líderes como Samir Flores, de las feministas que tanto desprecia el presidente, de las “buscadoras” de los desparecidos; de los obreros que han realizado huelgas, de los jóvenes normalistas amenazados  todo el tiempo y agredidos por las policías, de los universitarios difamados y amenazados con recortar aún más los presupuestos.

En suma, un verdadero Frente Amplio tiene que sumar a las organizaciones y movimientos autónomos que no tienen expresión electoral.

Las amenazas de AMLO y sus chuscas descalificaciones, berreando en la mañanera “tamales, tamales” y las conjuras que inventa cada vez que algún movimiento lo impugna por sus políticas reaccionarias, requieren una respuesta que exprese una política social avanzada y de rechazo a la restauración de la dictadura perfecta.