“El gobierno cubano ignora la palabra “oposición”: los que no comparten su política o simplemente no la apoyan son considerados enemigos y cualesquiera otros sustantivos despectivos que se les desee proferir”

Estás palabras escritas por Vladimiro Roca en 1997, son el testimonio de un hombre que estuvo varios años preso por el delito de publicar sus ideas.

Lamentablemente ese es el discurso cotidiano del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Roca Antúnez creó en el año 1997 el Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna para analizar la Situación Socioeconómica Cubana, junto a Martha Beatriz Roque, René Gómez Manzano y Félix Bonne Carcassés. Fue el grupo responsable de redactar el documento La Patria es de Todos, un análisis sobre el V Congreso del Partido Comunista Cubano de ese año, a través del cual pedían el fin del sistema dictatorial y que se respetaran los derechos humanos en Cuba.

A raíz de este movimiento, Vladimiro Roca y sus compañeros fueron arrestados y juzgados por “acciones en contra de la seguridad nacional del Estado cubano” y “sedición”. Permaneció en prisión desde 1997 hasta 2002, cuando fue liberado.

El 1 de enero de 2003, apenas había salido de la cárcel, me reuní con él, con Elizardo Sánchez de la Comisión de Derechos Humanos (no oficial) y Raúl Rivero -gracias a las gestiones de Rubén Lau- en ese entonces Agregado Cultural de la Embajada de México en Cuba.

Dos meses después de esa reunión fueron arrestados entre el 18 y el 21 de marzo unos 80 intelectuales, acusados de realizar actividades contrarias al Estado y a la Revolución. La presión internacional logró que muchos fueran deportados entre ellos el poeta Raúl Rivero a España, quien llegó a Madrid en abril de 2005, de ahí se trasladó a Miami donde murió el 6 de noviembre de 2021. Entre las “pruebas” contra Raúl Rivero estaba su computadora.

El delirio represivo de la dictadura de los hermanos Castro no es reciente.  Como la represión a la rebelión de San Isidro de hace dos años, por la que salieron miles de cubanos a las calles en muchas ciudades de Cuba y por lo que fueron apresados varios centenares y condenados varios años de prisión. El 11 de julio de 2021 el grito era PATRIA Y VIDA en abierta alusión al mortuori lema de la dictadura Patria o Muerte.

Carlos Manuel Álvarez nacido en Matanzas en 1989, narra en su libro Los Intrusos, Anagrama marzo 2023, “en 1995 se realiza el PRIMER FESTIVAL DE RAP EN EL BAHÍA. el hip hop, el break dance, el slang. Todo ese se conoció en Cuba como moña”.

Curiosamente tanto el movimiento de Vladimiro Roca, decano de la disidencia cubana, coincide con el movimiento de jóvenes por medio del RAP, Hip Hop Break Dance y demás expresiones de la rebeldía.  Es algo semejante a la rebelión de los años sesenta y el fenómeno del rock and roll.

La traición a los ideales originarios de la Revolución cubana se inició casi a su triunfo, Fidel fue suplantado por Castro.

Las criminales acciones de sabotaje, atentados terroristas e incluso la invasión organizada y financiada por los Estados Unidos en abril de 1961, con el fallido desembarco en Playa Girón, fueron aprovechadas por los Castro para endurecer la persecución a todos los opositores al proceso revolucionario.

Esta postura totalitaria fue considerada por muchos revolucionarios, socialistas y comunistas, incluso los troskistas, como una “arma legítima de la Revolución contra los “gusanos” y el imperialismo yanqui”

Es esa visión totalitaria la que condujo al fracaso del socialismo en la URSS, Europa del Centro y Este de Europa, en China, en toda Asia y África y por supuesto a los llamados países de la “revolución rosa” Venezuela, Nicaragua y demás.

Todo eso no justifica la histeria anticomunista de Salinas Pliego en TV Azteca y hasta del hijo de Miguel de la Madrid.

El costo de los crímenes contra la gente, el atropello de los derechos humanos para quienes pensaban distinto como Vladimiro Roca y los rebeldes de San Isidro han favorecido fenómenos increíbles de la conversión de cientos de miles de electores comunistas en Francia e Italia y ahora en España en seguidores de las derechas más intolerantes o incluso fascistas.

La lucha de Vladimiro Roca y sus compañeros y la resistencia silenciosa de millones de cubanos es un legado para los que luchamos por la democracia y el socialismo en México.

Un compromiso que no debe inhibirse ante los graves rasgos dictatoriales de MORENA y su jefe Andrés Manuel López Obrador.

Combatir las arbitrariedades de AMLO y sus políticas antipopulares no es incompatible con rechazar el anticomunismo que pretende calificar a la llamada 4T como comunista. Algo totalmente absurdo.