La libertad, “ese nombre terrible escrito en el carro de las tormentas”*, figura al principio de todas las revoluciones. Sin ella la justicia parece inimaginable a los rebeldes. Sin embargo, llega un tiempo en que la justicia exige la suspensión de la libertad. El terror. Pequeño o grande viene entonces a coronar la revolución. *Philotée O’Neddy

Sí, estas reflexiones de Albert Camus sobre la libertad, en relación con las revoluciones, son válidas, con mucha más razón lo son ante un embaucador, como llamaba Carlos Marx a Luis Bonaparte, palabra que retrata a Andrés Manuel López Obrador.

En otra parte nos dice Marx el partido del orden levanta sus hombros, deja caer a los republicanos dando volteretas y salta, a su vez a los hombros del poder armado. Y cuando cree que todavía está sentado sobre esos hombros, una buena mañana se encuentra que los hombros se han convertido en bayonetas.

Este escenario no debe descartarse, dado el inmenso poder que les ha otorgado el presidente Andrés Manuel López Obrador y se desmedida defensa ante los crímenes que ha cometido, como la masacre de 1968.

Solamente el candor de algunos familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la deliberada infamia de los que aceptaron ser parte de una Comisión de la Verdad más falsa que un billete de dos pesos, pudo esperar que se indagaría con mínimo rigor el comportamiento del ejército en Iguala la terrible noche del 26-27 de septiembre de 2014.

AMLO no cesado de realizar una campaña defensora de la inocencia del ejército y las fuerzas armadas en cada uno de los crímenes de lesa humanidad cometidos por esas fuerzas, por lo menos desde la segunda mitad del Siglo XX y lo que va del XXI.

Una falsificación de Comisión de la Verdad presidida por un empleado menor del presidente, en sentido opuesto a las verdaderas Comisiones de la Verdad autónomas y además acotada para no actuara ante el ejército, era inevitable que fuera un gran parto de los montes.

Comparto lo que escribe Manuel Aguilar Mora, dirigente histórico del trotskysmo mexicano, dice “no hay esperanza para la justicia en México pero que nadie dude ni un minuto que la alcanzaremos más tarde que temprano (a pesar) de que no les obtuvimos con el dueño anterior (pero) tampoco la hemos obtenido con el actual (pero) la lograremos”, decían los familiares de Ayotzinapa.

Ante los últimos meses del sexenio de Andrés Manuel López Obrador y el fracaso de su supuesta cuarta transformación es notorio ante la violencia delincuencial desatada hace más de 20 años qué constituye sin duda el principal problema que afecta a la sociedad mexicana y que durante su gobierno no sólo no se ha detenido, sino que ha superado todos los records.

Este escenario al que se deben sumar todos los fracasos y estafas en el resto de la vida económica, política, sanitaria, ambiental configura lo que Marx describe del régimen de Luis Bonaparte, por grande que fuese la suma de pasión y declamación el partido del orden, …desde lo alto de la asamblea nacional contra la minoría, sus discursos eran monosilábicos, como los del cristiano debe decir sí, sí, no, no. Monosilábico en la tribuna y monosilábico en la prensa. Insulsos como los acertijos cuya solución se sabe de antemano.

Este sexenio de sainetes está terminando, pero todo indica que su “corcholata designada” tiene hasta hoy las preferencias más altas de voto para las presidenciales de junio del 2024.

Aunque se dieron acontecimientos inesperados en la conformación del llamado Frente Amplio, al impedir que los partidos y sus burocracias impusieran la candidatura presidencial, debido al fenómeno insólito de Xóchitl Gálvez, no hay una propuesta capaz de atraer a millones de votantes que rechazan a AMLO, pero tienen un repudio a los Partidos hegemónicos del siglo XX el PRI y el PAN y la franquicia estafadora del PRD.

Aunado a lo anterior, la campaña de Estado ha conseguido golpear severamente a Xóchitl Gálvez, ante ello no se advierte ningún viraje en su discurso, salvo el pronunciado en el Ángel de la Independencia el 3 de septiembre, donde puso en primer lugar la cuestión social y el combate a la desigualdad. Pero todo indica que fue flor de un día.

Las disyuntivas políticas, no solamente las de las grandes transformaciones, ni las de las revoluciones, sino las situaciones concretas, se dan a veces muy alejadas de los sueños libertarios. En la disyuntiva electoral mexicana, no se descubre el hilo negro cuando se afirma , como lo hace Manuel Aguilar Mora en un texto titulado Las Torpezas de AMLO en la recta final de su gobierno del 19 de agosto de 2023; “La perspectiva  para el pueblo mexicano no puede quedar determinada por dos bloques capitalistas en pugna : Es una tarea muy difícil per la situación apunta  a que es urgente y necesaria  la construcción de una alternativa política  y social que con las lecciones del pasado  sea el factor de un nuevo porvenir verdaderamente digno para los trabajadores y explotados: Eso significa luchar por una alternativa anticapitalista”.