Ricardo Gamboa, el Barbi, sobreviviente de muchas batallas, se ha ido.

El siglo XXI no puede afrontarse con la biblia decimonónica, ni con la doctrina del Siglo XX, siglo de revoluciones, guerras y dictaduras.

Es necesario abrir muy bien los ojos, escuchar las voces y la música de la juventud incrédula, rebelde que sufre las calamidades del capitalismo de larga vida, la derrota del socialismo “realmente existente” y el pantano de la precariedad del capitalismo actual.

El escenario planetario tiene su versión surrealista, barroca con gorros, mariachis, cuetes y todo lo que tiene este mundo raro, gritando “Viva México cabrones”.

Considero que lo dicho por Eduardo Aute en su canción La Belleza, nos brinda una silueta muy cercana a lo que hemos vivido como generación, los llamados Baby Boomers.

Enemigo de la guerra y su reverso, la medalla
No propuse otra batalla que librar al corazón
De ponerse cuerpo a tierra
Bajo el paso de una historia
Que iba a alzar hasta la gloria
El poder de la razón

Y ahora que ya no hay trincheras
El combate es la escalera
Y el que trepe a lo más alto
Pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto

La belleza

Míralos como reptiles al acecho de la presa
Negociando en cada mesa maquillajes de ocasión
Siguen todos los railes
Que conduzcan a la cumbre
Locos, porque los deslumbre
Su parásita ambición

Antes iban de profetas
Y ahora el éxito es su meta
Mercaderes, traficantes
Más que nausea dan tristeza
No rozaron ni un instante

La belleza

Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios
Donde todo lo falsario acabaría en el pilón
Y ahora que no quedan muros
Ya no somos tan iguales
Tanto vendes, tanto vales
¡Viva la revolución!

Reivindico el espejismo
De intentar ser uno mismo
Ese viaje hacia la nada
Que consiste en la certeza
De encontrar en tu mirada

La belleza

En nuestro rancho grande, México, tenemos un panorama casi infernal.

Cientos de miles de muertos, desaparecidos, millones de pobres (aunque se maquillen las cifras), 60 % de personas viviendo en la llamada economía informal, una manera seudo científica de referirse a un mundo sin derechos vitales y hundido en la precariedad y la miseria.

A lo anterior se agrava día con día la violencia contra las mujeres, los feminicidios son tan habituales como los amaneceres y atardeceres.

Varias décadas de un Estado fallido, para decirlo suavemente, donde sus vínculos con el mundo, la cultura, la “economía política del narco” es cada vez más un Narco Estado.

La política de los políticos, como la llamaba Alekos Panagulis, es el enjambre de una casta dominante hace más de un siglo.

Una seudo república que funciona como una monarquía decadente.

Hay diversas maneras de complicidad con esa corte parasitaria.

Dar los combates necesarios contra esa “clase política” o partidocracia, exije abandonar las “coartadas” “radicales” envueltas en banderas rojas manchadas de sangre, la esquizofrenia de proclamar “la vigencia del comunismo”, al mismo tiempo que se sirve a un gobierno estafador al servicio de los grandes capitales, promotor de la militarización, de la sumisión a los gobiernos de los Estados Unidos y con vínculos que son cada ves mas visibles con los grupos criminales.

Las expectativas de revoluciones para este siglo XXI son prácticamente inexistentes a escala planetaria, en México eso es una fantasía tramposa para cruzarse de brazos y no actuar contra la restauración del autoritarismo de la “dictadura perfecta”.

La mentalidad priista está metida hasta el tuétano en todos los partidos electorales.

En MORENA hay más priistas que en el membrete PRI.

Incluso el llamado “prianismo” conrola varios aparatos claves del gobierno de la Cuatro T.

Las “parajodas” llamadas así por Porfirio Muñoz Ledo, quizá el personaje paradigmático de ellas, tienen atorado al país ante una disyuntiva electoral de pesadilla.

MORENA y sus “aliados” son la continuación de la ruta al desastre nacional, en todos los ámbitos.

El Frente Amplio es un caso especial: los partidos más desprestigiados son los “dueños del balón”, tienen en sus manos los registros de todas las candidaturas. Sin embargo, ocurrió un fenómeno totalmente inesperado hace un año. Surgió una marea rosa que movilizó a millones contra el gobierno de AMLO. Eso no se traducía inevitablemente en hacer a un lado a los partidos PAN, PRI y la franquicia PRD.

Incluso esas burocracias, ya se habían repartido las candidaturas principales.

De pronto una combinación de cualidades y carismas de una persona con poca relevancia y la sobervia del presidente, generaron el fenómeno Xóchitl Gálvez, la kryptonita de López Obrador.

Se produjo otra “anomalía”, echó abajo las reglas y trampas de los partidos del Frente Opositor y les ganó la candidatura presidencial.

En el corcholatismo, lo que tenía que pasar pasó, Claudia Sheinbaum arrasó.

Todo ocurre a una intensidad impresionante el 3 de septiembre Xóchitl Gálvez se convirtió en la candidata presidencial del Frente Amplio.

Tres días después “ganó las encuestas” Claudia Sheinbaum.

El presidente se ha colocado como jefe de campaña de Claudia y está operando una verdadera campaña de Estado contra Xóchitl.

Ya no es inevitable el triunfo de Claudia, Xóchitl la puede derrotar con votos.

Es casi imposible , por ahora, que las “figuras” de las izquierdas tradicionales apoyen públicamente a Xóchitl, tampoco se ve un esfuerzo de Xóchitl y sus operadores por atraer al peculiar mundo de las izquierdas “marginales” y/o sus movimientos: feministas, ambientalistas, EZLN, sindicalistas independientes, comunidades indígenas, el movimiento LGTBIQ+, los trabajadores del capitalismo de plataformas, los movimientos culturales muy originales, los defensores del consumo directo de productos orgánicos, los migrantes  que pasan por México y los  que se van de México y una diversidad  fenómenos del Siglo XXI.

En su discurso del Ángel de la Independencia Xóchitl Gálvez se refirió a varios de estos movimientos y colocó en el centro de su discurso superar la desigualdad. Hizo un gesto simbólico al subir a una Madre Buscadora, Ceci Flores, que no recibió el presidente, a una mujer que captura basura Elsa Ortigosa y a un líder campesino Nicolás Olguín. Muy buen viraje.