La demagogia desaforada del presidente llega a límites inverosímiles en relación a los migrantes. En estos cinco años de gobierno, el presidente ha hostilizado a cientos de miles de migrantes, sometiéndose de manera abyecta a las instrucciones de los gobiernos de los Estados Unidos.

Primero ante Trump se “dobló”, como lo dijo el propio Michael Pompeo y esa misma línea mantiene ante Joe Biden. La migración es una condición humana, según lo ha escrito Jaques Attali. Creo inclusive, que va más allá, es una condición de todo ser vivo en este planeta. Los animales migran incluso en el mundo vegetal, las abejas transmiten el polen a miles de kilómetros de distancia.

Por lo tanto, es imposible impedir la migración. En el caso de la Constitución Política Mexicana, su artículo 11, establece el Derechos de cualquier persona a transitar por la República sin necesidad de portar documento alguno.

Pero el propio Carlos Marx advertía en su libro “El 18 brumario de Luis Bonaparte”, que las constituciones contienen derechos, que luego son anulados por las leyes correspondientes. Es el caso del artículo 11 de nuestra Constitución, que es prácticamente anulado en la Ley de Migración y por supuesto por las estructuras institucionales que de ella emanan. El Instituto Nacional de Migración cera, dispara, detiene, encarcela, extorsiona, humilla y maltrata cada día a miles de migrantes.

El propio Tonatiuh Guillén, primer comisionado del INM en este gobierno, lo ha denunciado con mucho detalle. Dice que hay un deliberado propósito de evitar la migración al reducir cada vez más, el presupuesto correspondiente. Lo que lleva a tener las llamadas estaciones migratorias en estados de precariedad extremos, no hay agua beber, se dosifica el agua para el aseo, los alimentos son de muy baja calidad o en estado de descomposición, las personas en detención duermen en colchonetas o a ras del suelo. Estas estaciones migratorias o estancias provisionales, son en realidad, cárceles que incluso tienen celdas de castigo en las que son aislados.

Los casos de rebelión e incluso motines en estos centros carcelarios abundan, el caso más dramático fue la tragedia en Ciudad Juárez, del pasado 27 de marzo, donde 40 personas murieron al no poder salir por un incendió en su interior, dado que las puertas con rejas incluso, estaban cerradas. Los empleados, en lugar de abrirles los dejaron asfixiarse o incluso sufrir quemaduras.

Además de las estaciones migratorias existen los llamados campamentos, como el que está ubicado en Tláhuac, que fue llevado hasta esa Alcaldía para sacar a los migrantes de las calles cercanas a la Comisión Mexicana de ayuda a Refugiados-COMAR y de la Plaza Giordano Bruno, para no dañar la imagen de la jefa de gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum.

Actualmente, en Tláhuac, hay centenares de migrantes haciendo largas filas de más de seis horas, en plena intemperie, sin una sombra que los proteja de los rayos del sol, sin agua, servicios sanitarios o médicos. Y algunos de los empleados de la Policía Auxiliar y de la Secretaría del Bienestar Social – SIBISO, reaccionan con violencia ante los reclamos de esas personas e incluso llegan al absurdo de acusar a los trabajadores humanitarios de incitar a los migrantes al desorden.

A lo largo del año, han llegado a Tláhuac miles de personas en busca de un espacio para alojarse en espera de su cita para pedir asilo en los Estados Unidos, a través de la aplicación CBPOne o de solicitar refugio en México.

Miles de personas procedentes de Venezuela, Brasil, Chile, Afganistán, los países de África, Cuba, Haití. Colombia entre otros países, han atravesado el Darién, junto con sus hijos y sus escasa pertenencias, arriesgando su vida ante la fauna propia de la región, a las corrientes de agua de los ríos que deben cruzar, a la falta de alimentos y el contagio de enfermedades.

Estas corrientes migratorias se conforman por personas de diversos niveles educativos, culturales y económicos.

Existe el temor de que el gobierno de Panamá militarice su frontera, lo que va a generar una presión mayor antes de que se establezca esta política.

De acuerdo con el periódico Reforma, en estos días las imágenes de miles de migrantes subidos en los vagones de los ferrocarriles, han provocado que la empresa Ferromex tiene detenidos de manera indefinida 60 trenes, equivalentes a la capacidad de 1800 camiones.  En Torreón hay 1500 personas a la espera de la marcha del tren, en Irapuato, Guanajuato más de 800 migrantes; en San francisco de los romo, Aguascalientes alrededor de mil; entre Chihuahua y Ciudad Juárez otros mil.

La empresa lo ha hecho por temor a que ocurran accidentes y pérdidas de vidas humanas. Los migrantes, se suben a los vagones de carga para ser trasladados gratuitamente y evitar ser detenidos por las autoridades migratorias.

Las estremecedoras condiciones de los viajes de la llamada Bestia, están hoy por todo el país y en ellas se trasladan, además de los migrantes de México hacia Estados Unidos, los migrantes en tránsito por nuestro país.

Mentir gritando “Vivan los migrantes”, desde el solitario balcón presidencial, no exonera la política criminal de AMLO contra los migrantes de tránsito y los que van de México hacia Estados Unidos.

Algunos migrantes sostienen que usan rutas alternas para evitar ser detenidos por oficiales de migración que les llegan a cobrar hasta 5 mil dólares, por dejarlos seguir “subiendo”.

Es verdaderamente un infierno el que padecen esas personas. Es conveniente no perder de vista que los flujos de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos, no han disminuido y por el contrario han crecido el número de deportaciones de los Estados Unidos, de los mexicanos.

El cinismo de AMLO, llega al colmo de llamarles héroes a los mexicanos que tuvieron que salir del país, porque aquí no hay empleo, la violencia ha crecido como nunca.

Esa migración a los Estados Unidos, ha hecho crecer las remesas a 149.97 millones de dólares en 2022, un 9.9 por ciento más que en el año 2021 y en este año, según el periódico El País, hay un récord histórico de 58,400 millones de dólares.

Es irritante que el presidente presuma las remesas, como un dato positivo de su política económica, es decir “caravanea con sombrero ajeno”.

Solamente la política criminal ante los migrantes, es razón suficiente para derrotar a Morena el 2024.