Cínica es aquella persona que miente con descaro y defiende o practica de forma impúdica y deshonesta algo que merece desaprobación.

Hugo López Gatell, mejor conocido en las redes sociales como el “doctor muerte”, resulta ser un descarado al pretender gobernar la Ciudad de México, después del pésimo desempeño que tuvo durante la pandemia.

Con su candidatura ofende a millones de mexicanos que sufrieron en carne propia este virus, y no encontraron en los hospitales públicos camas disponibles o que sufrieron la irreparable pérdida de un familiar, mientras que el descarado galeno recomendaba insensateces.

Al dejar el “doctor muerte” su cargo como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, le hace un favor a México, pero ahora con el anuncio de su candidatura para gobernar la Ciudad de México, vuelve a revivir viejas heridas que poco a poco la gente a tratado de superar.

Varias fueron sus contradicciones e irresponsabilidades en su cuestionable desempeño durante la pandemia por COVID-19, ya que se le captó en varias ocasiones sin cubrebocas, viajó unos días en pleno pico del virus para ir de vacaciones a Huatulco, en Oaxaca, entre otras muchas frivolidades.

Pero sin duda la mayor critica que se le puede hacer a este miserable, es que decidió hacer política en lugar de honrar el compromiso hipocrático. Hoy más que nunca lo demuestra al pretender -sin ninguna posibilidad real- gobernar la capital. Es evidente que lo que quiere el doctor muerte es fuero, a través de alguna diputación federal.

Seguramente obtendrá este fuero tan ansiado, gracias a la “fuerza moral” del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. El “doctor muerte” competirá con Omar García Harfuch y Clara Brugada en el proceso interno de Morena para determinar quién será el o la coordinadora de los Comités de Defensa de la Transformación en la Ciudad de México.

Las otras dos aspiraciones traen argumentos, por una parte, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, realizó una buena labor en dicha demarcación del oriente de la Ciudad de México. Por su parte, Omar García Harfuch, demostró ser un muy buen policía y eficaz líder al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital.

El problema para Clara Brugada es que no la conocen fuera de su demarcación, por eso últimamente ha gastado millones de pesos en publicidad en espectaculares y en camiones a lo largo y ancho de la Ciudad.

En cambio, Omar García Harfuch es muy conocido, aceptado y respaldado por sus resultados. Ello se ve reflejado en todas las encuestas que circulan antes y después de que anunciara su intención de competir dentro de Morena por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

El ex secretario de Seguridad ciudadana al ser el mejor posicionado en las encuestas, le llueven críticas y mentiras hacia su persona, que todo parece indicar provienen al interior de Morena. El conocido “fuego amigo”.

El presidente de la República y la doctora Claudia Sheinbaum han reiterado que al momento de elegir a los candidatos de su partido a un puesto de elección popular será el pueblo el que decida. Así que en el caso de la Ciudad de México basta con revisar cualquier encuesta levantada al momento para saber quién se perfila como el candidato capaz de retener para Morena el gobierno en la ciudad.

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