El próximo año habrá elecciones en el país y, en la competencia entre Morena y el Frente Amplio por México, el movimiento transformador que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México en 2018 hoy mantiene la ventaja en las intenciones del voto en la figura de la coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum Pardo.

Esta ventaja, que ya es reconocida incluso por los opositores de otras organizaciones políticas, tiene sus causas en las principales propuestas de la Cuarta Transformación para construir un México con menos desigualdades, con un manejo transparente de los recursos nacionales y con una preferencia política en favor de los grupos sociales menos favorecidos.

La Cuarta Transformación promueve un ejercicio nacional de compromisos nacionalistas, de mexicanidad en todos los sentidos, para recuperar los bienes de la Nación para beneficio del pueblo. Los recursos del país deben ser para el país y en esa lógica se inscribe la administración del presidente AMLO. El nacionalismo mexicano no es un ejercicio chovinista, sino un compromiso histórico.

Sin embargo, la propuesta de la Cuarta Transformación no avanza por calzadas reales. Como todo proyecto político progresista, enfrenta las resistencias de los sectores sociales beneficiados por el estado de cosas. Los programas políticos de Morena tienen opositores que no son tigres de papel y tampoco una minoría inofensiva.

En realidad, hay ideólogos que piensan en los privilegios como soporte de una clase social designada para construir el progreso para todos. Una clase promotora, tal como se pensaba en los tiempos del liberalismo económico clásico, aquel que solazaba a Adam Smith y a sus abundantes seguidores. Y, ciertamente, los seguidores de esta percepción no son pocos y cuentan con abundantes recursos de todo tipo.

Estas resistencias no van a desaparecer de un plumazo ni por ninguna acción aislada. Para hacerles frente se requiere de la unidad, consciente y compartida, de las fuerzas sociales con vocación de justicia para todos. La unidad de lo diverso siempre será mejor que la unanimidad de lo homogéneo y ese es el caso de Morena, en donde conviven diversas expresiones del pensamiento político, aun cuando existe un acuerdo en lo fundamental.

Hoy, los militantes de Morena tenemos una coordinadora, Claudia Sheinbaum, que sin duda alguna será presidenta de México. Es necesario apoyarla de manera activa y la unidad en torno a su figura es esencial para tener una mandataria democrática del país. La unidad de lo plural es posible y necesaria en todo el país y especialmente, como diputado chiapaneco, en mi estado. Morena es un protagonista nacido de las pluralidades.

Las elecciones de 2024 serán ganadas por la fuerza política de la izquierda que le apuesta a la Cuarta Transformación de México. Morena tiene un proyecto político y un cuerpo de actores que, sin duda, constituyen la fuerza protagonista central en la construcción de un México mejor para más mexicanos.

 

@Bonifaz49