La apuesta gubernamental tanto a nivel federal como local es a la pronta recuperación económica de Acapulco. La realidad indica que será en el largo plazo. Lo que se verá en breve es un Acapulco con una rodilla en el piso y una pierna haciendo el esfuerzo por la incorporación.

La restauración de hoteles, restaurantes y empresas, no depende solo de la buena voluntad o de los deseos de tomar una tajada del pastel que representa la temporada vacacional de invierno, existe una realidad que plantea obstáculos difíciles de librar.

La economía del municipio depende de la actividad turística y es la palanca de que moviliza al comercio y los servicios.

Si bien representantes de la iniciativa privada, como Carlos Slim y Juan Antonio Hernández, acordaron la reapertura parcial de hoteles para el 15 de diciembre, priorizando aquellos sin daños estructurales significativos causados por el huracán Otis, no toda la hotelería se encuentra en las mismas condiciones.

La ciudad porteña dispone de 25 mil cuartos de hotel de diferentes categorías y más de 333 hoteles que emplean a no menos 45 mil personas, el 80 por ciento de ellos sufrieron diversos tipos de daños con el huracán, según los datos de la secretaria de Turismo.

El huracán Pauline que azotó las costas de Guerrero en 2007 cubrió alrededor de 1,766 millones de pesos en bienes asegurados. La diferencia es que la gran mayoría de las hospederías que sufrieron daños mayores quedaron como en obra negra y no todos están asegurados, además la totalidad también se vio afectada por la rapiña.

Las grandes cadenas hoteleras son las que si cuentan con pólizas de riesgos y sus reportes iniciales de daños se han ido ampliando. Por ejemplo, grupo Santa Fe, opera en el Kristal Beach afirma que 400 cuartos registraron detrimentos.

Grupo Posadas tiene cuatro hospederías con daños el 50 por ciento de sus mil cuartos. El caso de Fibra hotel que tiene uno, inicialmente notificó 40 por ciento de perjuicios.

La cadena Mundo Imperial es de los casos más graves ya que los inmuebles de Princess, Pierre Marques y Mundo imperial presentan daños severos en los más de 840 cuartos habitación.

Después de una reunión con las altas autoridades de gobierno federal y estatal, los empresarios de las grandes cadenas hoteleras dieron que podrían estar en condiciones de reanudar los servicios en el 30 por ciento de su capacidad. Y durante el primer semestre de del 2024 podrían llegar al 50 por ciento tomando como base tres eventos: El abierto mexicano de Tenis, la Convención Nacional Bancaria y el Tianguis Turístico, además del periodo vacacional de semana santa.

Pero eso es solo una parte de la economía local. Hay 63 mil entidades comerciales y de servicios, 16 mil son pequeños comercios y 197 tiendas formales del sector autoservicio, departamental y especializadas, de las cuales apenas un 15 por ciento tienen pólizas y en muchas de ellas el clausulado se limita a daños por sismo y por tormentas y huracanes, pero además los negocios sufrieron daños tanto su patrimonio como en la estructura por rapiña.

De los 14 mil 383 establecimientos en el sector de comercio al por menor identificados, 53 por ciento comercian abarrotes, alimentos y bebidas y el 15 pertenecen al subsector de comercio al por menor de artículos de papelería, de esparcimiento y otros artículos de uso personal.

Las cadenas grandes porque están aseguradas y tienen los protocolos adecuados para echarlas andar, primero verifican la estructura, si aguanta la remodelación, limpiar y volver a echar a andar a tienda, pero la economía de Acapulco tiene que renacer en las zonas no turísticas es lo que hay que echar a andar primero.

Los hoteles más pequeños, y especialmente los restaurantes y vendedores que los abastecen tanto a ellos como a las empresas más grandes, sufrirán durante mucho tiempo tras el paso de Otis y con ello el resto de los 852 mil 622 habitantes de la ciudad.

Otro es el caso de los trabajadores de las hospedarías. El desastre del huracán Otis estaría afectando al 100 por ciento de la economía de Acapulco y al 60 de la actividad económica de Guerrero.

Estimaciones de la ENOE antes de Otis, había un total de 313,570 personas de 15 años y más integraban la Población económicamente activa (PEA) de las cuales 98.2 por ciento estaban ocupadas y sólo el 1.8 desocupadas.

De las 307 mil 827 personas ocupadas en Acapulco en 2023, dos terceras partes, es decir, unas 204 mil 374 eran trabajadores subordinados y remunerados y una cuarta parte, unos 76 mil 832 eran trabajadores por cuenta propia.

Hasta ahora solo los hoteles Elcano y Amarea, reportaron cierre definitivo dejando sin empleo a 200 personas en el primer caso y 60 en el segundo. Fue necesaria la intervención del gobierno estatal para la lograr que se les indemnizara con 80 por ciento de lo que marca la ley.

De la economía informal no se disponen datos precisos pero la totalidad de las enramadas y micro restaurantes ubicados en los 14 kilómetros de playa, sufrieron la pérdida de su patrimonio y en su edificación de madera y palapas.

Los programas de empleo temporal, han suavizado las tensiones sociales que podría generar el desempleo, aunque no ha evitado los bloqueos de la principal avenida demandando apoyos y despensas.

Se trata de medidas temporales que quizá al fin del primer trimestre de 2024 presenten una situación diferente.