Sin el menor pudor los pleitos en MORENA, exhiben la naturaleza de elección de Estado que se está practicando por el gobierno de AMLO, como lo es el “moche” de 30 millones de pesos para la campaña de Claudia Sheinbaum, denunciado por Sanjuana Martínez.

No se trata de una “calumnia” de los “conservadores” enemigos de la Cuarta Transformación, sino de una exhibición de obscena incautación de fondos públicos, destinados a liquidar a los trabajadores de la Agencia Notimex, por su desaparición.

El asunto es una bomba, dado que los trabajadores son defendidos por el abogado laboral Arturo Alcalde, padre de la secretaria de gobernación Luisa María Alcalde Luján, cuya madre es Bertha Luján, también abogada laboral y ex dirigente principal de MORENA. Por otra parte, la denunciante Sanjuana Martínez es una destacada integrante del grupo que se adueñó del periódico La Jornada, dirigido por Carmen Lira, quien a su vez reprimió a sus trabajadores cuando realizaron una huelga en julio de 2017, cuyo sindicato el SITRAJOR también tiene como abogado a Arturo Alcalde.

Ambos casos demuestran la verdadera condición de los directivos de NOTIMEX y La Jornada, que se enfrentaron a los trabajadores, llegando al extremo de utilizar esquiroles y declarar “inexistente la huelga”, en el periódico favorito del gobierno de AMLO por lo que recibe los más altos “apoyos”, sin que importe la circulación real del periódico, para otorgar esas cifras millonarias en “publicidad”, lo que cuenta  es su abyección como propagandista de AMLO.

Sanjuana Martínez respondió al presidente que tiene las pruebas de la extorsión que le hicieron para destinar un porcentaje de la liquidación de los trabajadores de NOTIMEX, a la campaña de Claudia Sheinbaum.

El presidente dijo con cinismo que le tiene un gran respeto a su secretaria de gobernación y de Sanjuana, se expresó como una “compañera” que debe documentar sus denuncias.

Nadie de MORENA ha condenado el uso de recursos públicos para apoyar la campaña electoral de Claudia Sheinbaum.

Es el mismo mecanismo que uso el ex gobernador de Chihuahua del PRI, César Duarte, para apoyar la campaña de Peña Nieto, en la llamada “Operación Zafiro”, cuestión semejante hizo el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, aunque tienen el mismo apellido no se conoce que tengan parentesco, salvo el de ser estafadores. Ambos, fueron casos que denunció AMLO y ahora no hace lo mismo ante un desvío de recursos públicos muy semejante.

Un caso más, donde AMLO aplica la máxima: hágase la voluntad divina en los bueyes de mi compadre.

Sí se acepta el uso de recursos públicos para apoyar la campaña de Claudia Sheinbaum y además el presidente hace diariamente ataques contra periodistas y se asombra porque los dueños de los medios, no los despiden, sea Televisa en el caso de Jorge Castañeda o de Radio Fórmula y Excélsior en el caso de Ciro Gómez Leyva, quien sufrió un atentado a su vida sin que haya, hasta la fecha, ningún indicio de quien ordenó y por qué dicho atentado.

Propaganda pagada por el erario de manera ilegal, eliminación de los críticos de la radio, la televisión y la prensa, como fue mi caso, más uso de los programas de subsidios para 21 millones de personas y sistemática violación de las normas y leyes electorales por parte del presidente y sus seguidores de MORENA y otros hechos semejantes, configuran una auténtica estrategia de Elección de Estado para los comicios del 2 de junio de este año.

Esta obscenidad a favor de la candidata Claudia Sheinbaum, no corresponde a su supuesta ventaja de hasta 30 puntos sobre Xóchitl Gálvez.

O bien, las encuestas están “cuchareadas” y AMLO lo sabe o él presidente tiene “otros datos” y por ello está usando todo el poder del Estado para asegurar el triunfo de Claudia Sheinbaum.

En cualquier escenario, resulta ofensivo para los ciudadanos esta campaña de Estado y muy desalentador para los jóvenes, quienes tienen un gran rechazo a los partidos, las elecciones y los gobernantes a nivel del continente y del mundo, incluido México.

No es algo baladí, si no hay procesos democráticos para elegir a los gobernantes en México, vamos rumbo a una restauración del autoritarismo.

Esa restauración, significa agudizar la violencia a niveles más trágicos de los actuales, que han convertido al país en una gran fosa clandestina.

Los regímenes autoritarios e incluso totalitarios que mancharon las banderas rojas, los ideales socialistas y comunistas, generaron una reacción muy anticomunista en el mundo, no solamente en Europa del Centro y del Este, sin en todo el planeta,  incluido el continente americano desde los Estados Unidos, donde puede volver a triunfar Trump, el amigo de AMLO, hasta Argentina donde triunfó Javier Milei con el apoyo del 70 por ciento de los jóvenes, sobre todo los de los barrios obreros y populares del gran Buenos Aires.

Un gobierno antipopular como lo es el de AMLO, que ha militarizado el país, entre otras cosas reaccionarias, puede convertirnos en una sociedad sumisa, aterrorizada y más manipulable para atender los intereses del gran capital, de los militares, los intereses de los gringos y de los poderoso grupos de narcos, quienes han sido los verdaderos favorecidos del gobierno de AMLO.

Un legado tan nefasto puede tener que usar la Elección de Estado, para garantizar la impunidad de gobernantes ineptos y autores de delitos contra la población.

Ese es el fenómeno profundo, detrás del caso Sanjuana Martínez.