Los migrantes hacinados en plazas, camellones y banquetas, en “casitas de campaña” o en “refugios” hechos con cartones, carteles de propaganda electoral, sin agua para asearse, sin sanitarios, con niños deambulando entre la basura, mujeres embarazadas, algunos jovenes fumando mariguana y hostilizados por los vecinos, tienen además que evadir las “visitas” de los agentes de migración que los extorsionan exigiendo cantidades increíbles para quienes vienen huyendo de guerras, persecusiones políticas o de bandas criminales, otros y otras del desempleo , el hambre y casi todos embelesados con “el sueño americano”. Este escenario es parte de la infernal política de sumisión del gobierno de AMLO a las presiones abiertas de Trump y en gran medida continuadas por Biden, para que México se la barrera de contención de los migrantes que por millones cruzan nuestro territorio, rumbo a los Estados Unidos.
Somos un “tercer país seguro” en la jerga diplomática, en palabras llanas somos el país, que usa la Guardia Nacional para perseguir a los migrantes usando el poder de las armas, la violencia y muchas veces asociado a bandas criminales o las banadas “oficiales” de Migración que los detenen en las carreteras, los autobuses, en cualquier parte y muchas veces los encierran en los “puestos de Migración” donde pueden ocurrir tragedias como la Ciudad Juárez en donde murieron 40 personas encerradas bajo las rejas con llave, el 27 de marzo de 2023.
Según la ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES, OIM, señala que hay “aproximadamente 281 millones de personas en todo el mundo” que se desplazan. El 3,6 por ciento de la población mundial. Es el triple de los 84 millones de personas que se desplazaban en 1970, y mucho más que los 153 millones de 1990. Basándose en estudios detallados, la OIM considera que el aumento de la migración puede atribuirse a tres factores: la guerra, la precariedad económica y el cambio climátIco.
Si los emigrantes del mundo -todos ellos 281 millones- vivieran en un solo país, formarían el cuarto país más grande del mundo después de India (1.400 millones), China (1.400 millones) y Estados Unidos (339 millones).
“La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que alrededor del 58 por ciento de la mano de obra mundial -es decir, 2.000 millones de personas- trabaja en el sector informal. Trabajan con una protección social mínima y casi sin derechos en el lugar de trabajo. Los datos sobre desempleo juvenil y precariedad juvenil son asombrosos, y las cifras indias, espeluznantes. El Centre for Monitoring Indian Economy muestra que los jóvenes indios de entre 15 y 24 años “se enfrentan a un doble problema: unas tasas de participación laboral bajas y en descenso y unas tasas de desempleo escandalosamente altas“. La tasa de desempleo juvenil se situó en el 45,4 por ciento en 2023”.
“El nuevo informe de la OIM señala que estos migrantes -muchos de los cuales llevan vidas extremadamente precarias- envían a casa cantidades cada vez mayores de dinero para ayudar a sus familias, cada vez más desesperadas. “El dinero que envían a casa“, señala el informe de la OIM, “aumentó un asombroso 650 [por ciento] durante el periodo comprendido entre 2000 y 2022, pasando de 128.000 millones de dólares a 831.000 millones“. Según los analistas, la mayor parte de estas remesas en el periodo reciente se dirigen a países de ingresos bajos y medios. De los 831.000 millones de dólares, por ejemplo, 647.000 millones se destinan a las naciones más pobres. Para la mayoría de estos países, las remesas enviadas por los emigrantes de clase trabajadora superan con creces la IED y la AOD juntas y constituyen una parte significativa”.
México tiene una doble condición es país expulsor y aunque hay una tendencia a la baja “Durante 2022, la población mexicana inmigrante en Estados Unidos resultó de 10,678,502 personas, lo que representó el 3.2 por ciento de la población total de ese país. Por su parte, la población total de origen mexicano (nativos e inmigrantes) alcanzó 37,414,772 personas, el 11.23 por ciento de la población total, de manera que una de cada nueve personas en ese país es de origen mexicano. Asimismo, ese año la población de origen hispano ascendió a 63.6 millones de personas, el 19.07 por ciento de la población del país, con lo que una de cada 5.2 personas es de origen hispano. El tamaño de la población mexicana inmigrante en Estados Unidos alcanzó su nivel máximo en 2007 y luego de altibajos por varios años, comenzó a disminuir a partir de 2014, de manera que para 2022 ya había caído en 1,035,987 personas y en 9.1 por ciento. En ese mismo periodo la población total de origen mexicano se incrementó en 2.2 millones de personas”
Pero México también es un país de tránsito. “La mayoría de las personas migrantes que ingresan a México lo hacen con la intención de llegar a la frontera suroeste de Estados Unidos. En 2023, se registraron un total de 2.542.074 encuentros de migrantes en la frontera”.
En su tránsito por México, se transgrede lo establecido en el Artículo 11 de la Constitución que establece en su Inciso 1: “Derechos de las personas migrantes y sujetas de protección internacional. Las personas migrantes y las personas sujetas de protección internacional y en otro contexto de movilidad humana, así como sus familiares, independientemente de su situación jurídica, tendrán la protección de la ley y no serán criminalizadas por su condición de migrantes. Las autoridades adoptarán las medidas necesarias para la protección efectiva de sus derechos, bajo criterios de hospitalidad, solidaridad, interculturalidad e inclusión”.
Pero en la vida diaria existen en la CDMX los espacios o campamentos, donde los migrantes viven en condiciones peores que en un campo de concentración, estos están en la Plaza de la Soledad (entre 500 a 700 personas aprox.), el de Eje Central esquina con la Av. Pte. 112 (aprox. 100 personas) y el de Av. La turba en Tlahuac (apóx. 60 personas). El Gobierno de la CDMX solo tiene un campamento en Tepito se desconoce su capacidad de alojamiento. Hay seis albergues más o menos seguros, aunque hay otros que no son de fiar. Los albergues generalmente son dirigidos por órdenes religiosas o personas comprometidas con el trabajo humanitario.
Los migrantes deben realizar procedimientos de solicitud de Reconocimiento de la Condición de Refugiado, la COMAR expide dos Constancias, la primera es de “Solicitud del Reconocimiento de la condición de Refugiado y la segunda es “Respecto del Reconocimiento de la condición de refugiado”. Actualmente la COMAR está cerrada ante el rechazo de las habitantes de la CDMX, de que las personas en desplazamiento forzado (migrantes y refugiados) se instalen en sus alrededores.
A pesar de la demagogia oficial de considerar a México como un país de puertas abiertas, existe una xenofobia que hostiliza a los migrantes.
La presidenta Claudia Sheinbaum tiene el reto de cambiarla política criminal contra los migrantes.