La posibilidad de que el huracán Beryl impactará a la península de Yucatán y la zona del golfo con categoría 5, hizo resurgir los llamados para actualizar los protocolos de protección civil y recibió las demandas de los sectores que van rezagados en la recuperación del siniestro.

Algunos empresarios plantean que los análisis en cuanto a las medidas a tomar para la seguridad de la ciudad y sus habitantes ante la posibilidad de un fenómeno natural están siendo lentos, y consideran la necesidad de fortalecer los sistemas de alerta temprana para proporcionar información precisa y oportuna a las comunidades en riesgo, permitiendo una evacuación más ordenada y efectiva.

Además de revisar y actualizar los planes de contingencia para asegurarse de que estén alineados con las mejores prácticas y lecciones aprendidas de eventos anteriores pues hasta el momento se han enfatizado más las tareas de limpieza y restauración de servicios.

En contraste, los empresarios de giros como hoteles, restaurantes y comercios reprochan la lentitud conque están siendo por parte de las compañías aseguradoras pues a ocho meses del impacto del huracán Otis las aseguradoras no les han respondido para iniciar la reconstrucción.

Los propietarios de negocios de las zonas de la península de Caleta y Diamante se consideran los más afectados y a las vez los más olvidados pues los reportes que tienen de hoteles o servicios de hospedaje asegurados que fueron afectados son 110, con una estimación a pagar de 8 mil millones 172 mil pesos; 22 mil 276 viviendas, a pagar alrededor de 9 mil millones 749 millones de pesos; en el tema marítimo son 213 embarcaciones, a pagar unos 934 millones de pesos; del resto y sin detalles 4 mil 515 con 1 millones 492; infraestructura (federal y estatal), mil 799 con un monto de 3 mil millones 844 mil pesos y comercios, restaurantes y otros giros 2 mil 716 reportes registrados, por un monto de 14 mil millones 648 mil.

En total son 27 mil 114 registros, con un monto estimado que asciende a 37 mil millones 346 mil pesos.

Mientras que fueron afectados 15 mil 589 vehículos, cuyos daños ascienden a mil millones 105 mil pesos, por lo que daños totales de infraestructura y vehículos se registraron 42 mil 703, por un monto de 38 mil millones 451 mil pesos.

Rodolfo de la Garza, representante del hotel MayanTikal ubicado en la zona Diamante, enfatizó “un porcentaje considerable de Acapulco depende de que las compañías de seguros paguen para poder reconstruir y es fundamental que se pongan las pilas, nos urge.”

De la Garza señaló que en la zona se convocó a nueve compañías aseguradoras de renombre para ver el aseguramiento de las propiedades y “nos parece una sorpresa muy desagradable que de esas nueve solo dos digan que le entran a cubrir los riesgos hidrometereológicos; ¿quiere decir que ya no se van a cubrir? Lo pongo sobre la mesa”.

La zona diamante es considerada como la de más plusvalía con vocación de turismo de alto nivel de derrama económica. No solo se trata de hoteles de una categoría superior a las cinco estrellas sino también de condominios elevado nivel.

A un mes de ocurrido el paso de Otis, los datos revelados por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) indicaron los siguiente:  sólo el cuatro por ciento de los propietarios de bienes inmuebles de Acapulco incluidos negocios y viviendas, cuentaban con una póliza de seguro y de estos solamente el uno por ciento tenía cobertura para casos de desastre natural.

Las cifras del INEGI indican que entre los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez viven un millón 300 personas que fueron afectados en mayor o menor medida por el huracán, de estos sólo 25 mil 134 han podido reclamar el pago a una aseguradora.

Concluido el primer trimestre de 2024 los datos consolidados indican que hubo 55 mil 800 hoteles, viviendas y negocios que contaban con una póliza de seguro vigente, pero de estas sólo poco más de 25 mil contaban con cobertura por riesgo ambiental.

Esta cifra del 4 por ciento que tiene un seguro es del total del millón 300 personas que son propietarios de casas, departamentos, negocios, hoteles, autos o yates, y sólo el uno por ciento pudo recuperar su inversión.

En abril de este año, Mónica Estrada Neiszen, secretaria nacional de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianza (Amasfac), informó que las compañías de seguros han pagado Acapulco y Coyuca de Benítez por el huracán Otis más de dos mil millones de dólares a propietarios de automóviles, negocios y hoteles.

En su opinión, el huracán Otis es el tercer fenómeno natural más catastrófico para el sector asegurador, después de la pandemia de Covid 19 y el huracán Vilma que han sido los de mayor costo en la historia del país.