El asesinato de Acasio Flores Guerrero, alcalde Malinaltepec a manos de pobladores de Alacatlatzala, ocurrido la noche del 20 de junio, prende las alarmas sobre un factor de inestabilidad social que existe en Guerrero desde casi mediados del siglo XX y que ha detonado diversos episodios de violencia que son los conflictos agrarios, agravado ahora los intereses delincuenciales.

Desde inicios del siglo XXI en la entidad permanecen sin solución 60 litigios agrarios de los cuales al menos 14 son considerados como susceptibles de estallidos de expresiones violentas, entre ellos se encuentra el de en la colonia La Guadalupe anexo a la comunidad de Alacatlatzala cuyo origen es una vieja confrontación por la posesión de 3 mil 200 hectáreas a con más de 50 años de antigüedad.

En los conflictos agrarios de Guerrero inciden diferentes factores históricos y contemporáneos, entres los se incluyen la desigualdad en la tenencia de la tierra, la explotación de recursos naturales, la pobreza, la presencia de grupos armados y la ausencia de políticas gubernamentales efectivas. Se trata de guerras por la tierra y el poder.

El conflicto entre Malinaltepec y Alacatlatzala es multifacético. Con profundas raíces históricas, económicas, sociales y políticas.  El municipio es rico en recursos naturales como son la fertilidad de sus suelos para la siembra, principalmente de maíz, frijol, calabaza, chile y café.

Los bosques de Malinaltepec albergan una diversidad de especies de árboles, como pinos, encinos y cedros. La explotación maderera es significativa, y se obtienen maderas para construcción, muebles y otros fines. En el 2000, la producción maderera fue de 13 mil 842 m³ en rollo. Además, la superficie forestal en explotación asciende a 1 mil 200 hectáreas

La localidad de Alacatlatzala forma parte del Municipio de Malinaltepec y cuenta con 278 habitantes y está a 2 mil 268 metros de altura, figura en el lugar número 11 de los pueblos más poblados de todo el municipio.

La disputa entre Alacatlatzala y Malinaltepec, ha cobrado ya muchas vidas, entre ellas la ocurrida este jueves en la colonia La Guadalupe, lugar al que el alcalde fallecido había acudido a realizar la inauguración de una obra.

Uno de los posibles móviles del secuestro y linchamiento del alcalde Malinaltepec pudo ser la venganza debido a este antecedente. El 1 de noviembre de 2020, siete comuneros resultaron muertos y al menos 11 resultaron heridos. Zenaido Cano Galindo, Comisariado de Bienes Comunales de Alacatlatzala, entabló una demanda judicial contra Flores Guerrero por su participación en la emboscada tendida a los comuneros y en ese entonces representaba a los bienes comunales de Malinaltepec.

En 2021, Cano Galindo junto a los comisarios Faustino Gómez Santiago y su abogado, Jesús Escobedo González, denunciaron que Acasio, alcalde electo del municipio de Malinaltepec estaba imposibilitado para asumir el cargo.

Lo que trascendió el 20 junio fue que un grupo de pobladores armados y encapuchados habían privado de la libertad en la colonia Guadalupe, anexo de Alacatlatzala a Acasio Flores. En ese momento hubo golpes y detonaciones de arma de fuego; luego los familiares pidieron la intervención de las autoridades estatales para su liberación. Los comuneros les pidieron a los acompañantes que abandonaran el lugar mientras les apuntaban con armas largas.

Deyanira Bernardino Arzate, esposa del primer edil pidió la intervención urgente del gobierno del estado para lograr su liberación. En el velorio del edil, Deyanira y el hermano de Acasio Flores, Adonai, hicieron reclamos a la gobernadora demandando la renuncia “si no puede con el cargo”.

A las 20 horas de ese día, trascendió que el primer edil de Malinaltepec había sido asesinado al momento de haber sido retenido.

Los integrantes del Cabildo de Malinaltepec emitieron un comunicado pidiendo respeto a la integridad física y libertad inmediata del presidente, agregaron que el municipio “viven hoy una etapa de transición y que los problemas no debían llegar al terreno de lo personal.”

El texto firmado por Ana María Espinobarros Cruz, síndica procuradora; los regidores Inocencio Navarro Solano, Jesús Mendoza Reyes, Lorenzo Hernández Cano y Hermenegildo Moran Villar; las regidoras, Heidi López Chávez, María Ester Galeana Jiménez, Briseida Isidro Martínez y Ana Gabriela Estrada Refugio. Condenaron de manera enérgica los hechos ocurridos y como integrantes del Ayuntamiento exigieron el pleno respeto al Estado de derecho.

Pidieron a las autoridades estatales y federales que intervinieran de manera inmediata y con ello lograran el respeto de la vida de un ser humano, pues “no podemos permitir que como sociedad nos sigamos confrontando, vivimos y convivimos en un mismo espacio”.

En 2021 Acasio Flores ganó la presidencia municipal de Malinaltepec impulsado por el Partido Encuentro Social (PES) con 3 mil 730 votos, el 27.81 por ciento del total; derrotó a Abel Bruno Arriaga, entonces secretario para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, quien fue postulado por Morena.

Las riquezas naturales en disputa entre Alacatlaltzala y Malinaltepec incluyen minerales valiosos, recursos forestales, recursos hídricos y tierras agrícolas. La explotación de estos recursos sin el consentimiento y la participación de las comunidades locales genera conflictos, exacerbados por los impactos ambientales y sociales negativos de tales actividades.

La violencia en Guerrero ha sido persistente y multifacética, con raíces en conflictos agrarios, la presencia de grupos criminales, y la lucha por el control de recursos naturales. Cada década ha visto diferentes manifestaciones de estos problemas, reflejando la necesidad de soluciones integrales y sostenibles.

En ese contexto de violencia, el 24 de junio, Leonel Félix Flores, consejero de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), y ex regidor por el PRI, fue asesinado en el municipio de San Luis Acatlán, en la región de la Costa Chica luego de ser secuestrado.

Antes de su desaparición, recibió una llamada en su teléfono celular, pero el aparato desapareció en el lugar donde se encontró su cuerpo. El coordinador de la CRAC mencionó que el teléfono podría ser clave para identificar quién lo llamó y descubrir a los responsables del asesinato. El cuerpo de Félix Flores fue hallado cerca de la localidad de Nejapa, a unos 10 kilómetros de San Luis Acatlán, de donde lo habían secuestrado.