Nunca he sido apocalíptico, ni estridente. Exagerar, peor aún, mentir lejos de contribuir a esclarecer, favorece a la simulación y a los demagogos.

Hoy estamos ante un panorama político nacional e internacional, donde cada vez se imponen dictaduras.

La situación en Venezuela es terrible. En unos días hay miles de detenidos, secuestrados, torturados y varios centenares de muertes, por el simple “delito” de exigir las actas de las elecciones del día 28 de julio.

El gobierno mexicano es cómplice del dictador Maduro y repite sus mismos “argumentos”, se ostenta como víctima de una “conjura” del imperialismo e incluso habla de “un golpe de estado”. Cuando lo que hay es una inmensa y valiente resistencia de cientos de miles o quizá millones de personas, sobre todo dentro de Venezuela, pero también a nivel internacional, para detener al dictador.

En realidad, AMLO y también su sucesora Claudia Sheinbaum, son afines a los “motivos ideológicos” de Maduro y los otros dictadores del continente.

Viene a mi memoria una reunión a fines de 2018, donde estuvo Franklin de Sousa Martins, periodista brasileño que anteriormente se desempeñó como secretario de prensa del gobierno de Luis Inacio, Lula, Da Silva. En “portuñol” nos dijo esa noche, “ustedes no tienen él problema que tuvimos en Brasil, de tener en contra a la mayoría parlamentaria (en la primera legislatura bajo el gobierno de AMLO tenía mayoría casi absoluta) por lo que tuvimos que recurrir al mensalao (corromper por medio de cantidades millonarias a los diputados de oposición), pero sí tienen a los medios en contra. Lula no me hizo caso y no cerró a esos medios, fue un grave error. Ustedes −se refería a los simpatizantes del gobierno de AMLO− tienen que cerrarlos, pues son parte de un golpe de Estado suave”.

Esta “tesis” absurda la divulgan los peores lambiscones de AMLO y él mismo la ha repetido en estos días, semanas y meses para “justificar” su Plan C, que está prácticamente aprobado y con el cual se eliminarán a la Suprema Corte de Justicia, más o menos autónoma, todos los órganos autónomos y se someterá de manera absoluta al Congreso, al eliminar a la representación de las minorías.

Ahora mismo están por consumar un gigantesco fraude, con la llamada “sobre representación”, pasarán de 54 por ciento de la votación a 74 por ciento de los diputados.  Es una estafa gigantesca a los electores.

La génesis de esta política dictatorial, no se limita a la personalidad delirante de Andrés Manuel López Obrador, aunque también esté presente en su conducta cotidiana; su raíz está en la concepción dictatorial de un “marxismo” primitivo, que desgraciadamente ha dominado a las “izquierdas”, los “comunistas” que causaron la muerte de millones de personas, en el “socialismo realmente existente”.

Esa es la verdadera causa de su fracaso y su derrumbe, simbolizado en la caída del Muro de Berlín.

El “imperialismo” no tuvo que disparar una bala para que ese “mundo socialista” desapareciera en unos minutos.

Esos comunistas, no aprendieron nada y siguen teniendo las mismas ideas totalitarias.

Son defensores de la dictadura y enemigos de la llamada democracia burguesa. Lo que resulta una cruel ironía, dado que los dirigentes principales MORENA y sus partidos marioneta, son millonarios. Muchos de ellos se enriquecieron súbitamente en éstos 6 años., no solamente los que llegaron del PRI, que son mayoría en el gobierno federal, los gobiernos estatales, los diputados, senadores, presidentes municipales y dirigentes de MORENA y sus marionetas PT y Verde, también se volvieron millonarios los de izquierda y comunistas.

La batalla es muy difícil, cada día sobornan a muchos antiguos críticos. Las presiones contra los críticos que aún quedan en la prensa escrita, la televisión y la radio, para que los corran de esos medios no cesan.

Como los criminales, no quieren testigos, para que sus delitos queden impunes.

Resistir es la única conducta ante las crecientes medidas para abolir la república e imponer una dictadura.

En condiciones similares, muchos creyeron que en Venezuela no se podría imponer el “modelo cubano”, se equivocaron.

México no es un país extraterrestre.

También aquí pueden imponer una dictadura con máscara roja, sometida a los grandes capitales, a los militares e incluso a los Estados Unidos.