El 10 de marzo fue un día lleno de violencia en Acapulco, con dos personas muertas, dos tiroteos, cuatro detenidos, y la confiscación de armas y vehículos. Desde temprano, la cabeza de un hombre fue hallada en una hielera de unicel en Pie de la Cuesta. Una mujer que trabajaba como checadora de camionetas Urvan fue asesinada a balazos en la colonia Antorcha Revolucionaria, y un chofer de camioneta de la ruta Primero de Mayo fue herido a balazos frente a plaza La Cima. También hubo enfrentamientos armados en las colonias Antorcha Revolucionaria y Silvestre Castro, donde se detuvieron a tres hombres y una mujer, y se aseguraron tres motocicletas y un automóvil baleado.
Durante tres días consecutivos, los choferes de las Urvan decidieron suspender el servicio de traslado de pasajeros en la ruta Mozimba Caleta y los habitantes de esa colonia debieron realizar los recorridos a pie pues los taxis azules también se niegan a entrar ante la posibilidad de ser víctimas de un ataque.
Francisco Rodríguez Cisneros, subsecretario de Desarrollo Político y Social, informó que se reforzará la seguridad en la zona poniente de Acapulco con mayor presencia de la Policía Estatal para garantizar la normalidad en el servicio público y la seguridad de transportistas y usuarios.
Estos hechos siguen a una ola de violencia ocurrida durante el fin de semana, que incluyó asesinatos y desmembramientos. El 8 de marzo por la mañana, un hombre fue encontrado asesinado a golpes con un tabique en la unidad habitacional San Agustín, cerca del hospital general de El Quemado. El mismo día, un hombre fue encontrado desmembrado en una banqueta de la colonia Antorcha Revolucionaria, junto a una cartulina con un mensaje.
Abajo de la hielera había un mensaje con la siguiente: “este mensaje va para todas las lacras de la Antorcha calle 15 y 16 no respetaron los linderos ahora vamos a acabar con ustedes malditos malvivientes”.
Se añade: “extorsionadores vamos por ustedes la limpia ya empezó, Tuerto y Flaco ustedes siguen y todos aquellos que los apoyen así lo vamos a dejar att GNG”.
La confrontación entre grupos delincuenciales en la zona poniente de Acapulco es más que manifiesta y los hechos de violencia comienzan a ser frecuentes.
También 8 de marzo, el cuerpo de otro hombre desmembrado fue dispersado en dos puntos de Acapulco: su cabeza fue hallada dentro de una hielera de unicel en Puerto Marqués y el resto del cuerpo fue encontrado en el poblado de El Salto adentro de un automóvil, en la zona rural de la ciudad.
Al día siguiente, en calzada Pie de la Cuesta, fue hallado un chofer asesinado a balazos dentro de la Urvan del transporte público de la ruta Antorcha Revolucionaria-Mozimba-Caleta, en el fraccionamiento Mozimba.
La continua escalada de violencia en Acapulco puede tener graves consecuencias. La inseguridad en la región provoca miedo y desconfianza entre la población, afectando la vida cotidiana y el bienestar de los ciudadanos. Además, la violencia puede perjudicar la economía local, especialmente el turismo, y podría llevar a una mayor intervención de fuerzas de seguridad, lo que puede tener repercusiones en las libertades civiles. Es esencial que se implementen medidas efectivas para detener el ciclo de violencia y restaurar la paz en la comunidad.
La intensificación de los enfrentamientos pone presión sobre las fuerzas de seguridad, que deben hacer frente a grupos criminales cada vez más armados y organizados, lo que podría llevar a una saturación de los recursos disponibles.
En lo que va de este mes, suman 153 las cámaras de video que han sido desinstaladas en distintos puntos de la ciudad y se presume fueron colocadas por grupos delincuenciales.
El 11 de marzo, la Secretaría de Marina (Semar) informó que integrantes de la Octava Región Naval desmantelaron 35 cámaras parásitas de videovigilancia de la delincuencia organizada. El dispositivo se llevó a cabo después de recorridos navales de vigilancia en diferentes colonias del puerto; al encontrar equipos colocados en postes de telefonía y luz, procedieron a desmantelarlos.
El 8 de marzo se informó la detención de tres hombres, señalados como generadores de violencia, en Acapulco, Guerrero. De acuerdo con los reportes, se trata de miembros del grupo criminal “Los Rusos”; responsables de gran parte de la violencia en el puerto.
Las autoridades descubrieron que un inmueble en la calle Las Rosas, ubicada en la colonia Rubén Figueroa Alcocer, en el municipio de Acapulco, era utilizado como casa de seguridad por integrantes de una célula criminal.
Los detenidos son Luis Alberto ‘N’, de 34 años de edad; Héctor Abraham, de 20 años; y Jesús Antonio, de 20 años. También se aseguraron cinco armas largas, dos granadas de humo, cartuchos, cargadores, equipo táctico, 200 dosis de cocaína y 80 dosis de marihuana.
Los Rusos’ son una escisión de los Beltrán Leyva. Además de dedicarse a la extorsión, secuestro, venta de drogas y lavado de dinero, son identificados como el principal rival del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) en la zona.
La violencia afecta directamente las actividades económicas locales, ya que el temor al crimen puede reducir la movilidad, afectar al turismo y obstaculizar el funcionamiento del transporte público.
El grupo delictivo realiza actividades en la Zona Diamante, Coloso, Colosio, Cayaco, Jardín, Costa Azul, Progreso y Alta Progreso y es uno de de los grupos delictivos más afectados durante los últimos meses, resultado de las acciones del gabinete de seguridad federal.
Si la violencia continúa escalando, es probable que estas consecuencias empeoren, llevando a una mayor desconfianza en las autoridades y una posible pérdida de control en ciertas áreas del municipio.