Lo que se expresa en ocasiones en las redes sociales resulta preocupante por varias razones. Por una parte, en muchos casos existe una total desinformación del tema y, en otras, se expresan comentarios fuera de lugar, cargados de ira, amargura y, en especial, excesiva mezquindad.

Como ejemplo es lo sucedido en la mañana del pasado martes 20 de mayo, en donde parecía que las cosas transcurrían en la ciudad con normalidad, cuando nos enteramos del brutal y artero asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno y José Muñoz Vega, su asesor.

Un ataque directo que ocurre en plena luz del día durante las primeras horas de la mañana, entre calzada de Tlalpan y la calle Napoleón, en la alcaldía Benito Juárez.

Independientemente de que los dos funcionarios eran cercanos a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, eran dos seres humanos que pierden la vida a manos de un asesino que actuó con frialdad y excesiva maldad.

Comentarios estúpidos e insensibles, por ejemplo, el cuestionar que cuánto tiene que ganar un servidor público para tener un Audi. Ahora resulta que no se puede acceder a un automóvil de estas características después de años de trabajo en el gobierno o donde sea.

Por lo que se sabe y a decir de quienes los conocieron, eran dos seres humanos buenos, incansables en su trabajo, seguramente con defectos como todos, pero eran personas de bien, que acudían a su trabajo diariamente como los millones de capitalinos que habitamos esta gran ciudad.

El decir con imágenes del asesinato que este es el México de hoy es una mezquindad. Es un hecho atroz y desgarrador, pero no es un común denominador. Lo importante es la búsqueda de la justicia, que no queden impunes estos hechos y que se trabaje en forma coordinada para castigar a los responsables en este y en cualquier otro caso que ponga en peligro la paz y la seguridad de quienes habitamos la Ciudad de México.

Los sarcasmos o politizar con estos hechos no solo resulta inhumano, sino condenable. Se debe dejar trabajar a las autoridades competentes para que sean agotadas todas las líneas de investigación, sin especulaciones y con estricto apego a las evidencias que se vayan recabando.

Hay una violencia desmedida y poco entendible en los hechos sucedidos, pero también la hay en algunas redes sociales con comentarios fuera de lugar, hechos totalmente a la ligera y sin ningún fundamento.

Esperemos que estos asesinatos y otros ocurridos en el país sean aclarados y se lleve a los responsables a responder ante la justicia. La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, ha demostrado en los hechos que los tiempos de “abrazos no balazos” quedó en el pasado.

Ojalá que en las redes sociales impere la mesura y se dejen de decir tantas tonterías y mentiras, además de especular con los hechos. Como ser humano lamento profundamente el fallecimiento de Ximena y José, espero que sus familiares encuentren pronta resignación.

México es un país con personas buenas, esperemos que la gente sensata condene los comentarios de mala fe en las redes sociales y no se preste a contribuir con sus observaciones al dolor que hoy en día deben estar padeciendo familiares y amigos de las víctimas.

El sufrimiento de sus familiares va más allá de la política y de los puestos que ocupaban. En paz descansen Ximena y José.

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