Nuestro país y España siempre han tratado de mantener relaciones internacionales caracterizadas por la cooperación, con un intercambio bilateral sólido, especialmente en el comercio, en la cultura y en la inversión.

Las relaciones son estrechas, empezando por el idioma. Muchos mexicanos estudian y viven en España. El exilio de españoles en México durante la Guerra Civil Española marcó la tradición de nuestro país de asilo y refugio.

El conflicto más reciente entre ambas naciones se presentó cuando España hizo pública una carta del expresidente López Obrador, en donde le pedía al Rey Felipe VI que se disculpara con nuestro país por la conquista, por cierto, ocurrida hace 500 años.

Incluso López Obrador llegó al extremo de “pausar” las relaciones diplomáticas, figura que solamente el expresidente entendía, ya que la nación ibérica es la segunda mayor inversionista en México, además que el gobierno anterior le compró a Iberdrola, 13 plantas energéticas por la cantidad de 6,200 millones de dólares.

Se criticó a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa porque se fueron a vivir a España, éxodo que se pudo deber al famoso enjuiciamiento que se propuso para los exmandatarios.

El propio Andrés Manuel López Obrador exhibió a los mandatarios por vivir en Madrid en una de sus mañaneras, diciendo que esa ciudad tiene algo, que es un lugar donde vive gente famosa y muy conservadora, no como otros lugares o regiones de la nación ibérica donde a su parecer vive gente más progresista, más abierta.

La crítica era clara, consideraba que Madrid es el refugio de expresidentes mexicanos, llamándola la “capital hispana de la derecha del mundo”.

Ahora las cosas cambiaron, de pedir perdón a pedir la nacionalidad española. La escritora, académica y esposa del expresidente López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, acudió hace unos días a la Embajada de España en México para iniciar el trámite de solicitud de nacionalidad española.

Esta evidente contradicción con la postura pública que sostuvo Gutiérrez Müller durante el sexenio anterior nos lleva a ya no entender nada.

La escritora fue una figura pública activa en la exigencia de una disculpa por parte del gobierno español ante agravios cometidos durante la conquista, y su esposo decía que en Madrid vivían muchos conservadores, además de criticar a los expresidentes por vivir en la capital española.

Ahora parece que Gutiérrez Müller encontró los mismos encantos que vieron los expresidentes mexicanos en España, pues acude a la sede diplomática para solicitar la nacionalidad española.

Es probable que muchos mexicanos se pregunten por qué el cambio, y desde luego ya no entiendan nada. Es decir, lo lógico hubiera sido solicitar la nacionalidad venezolana o cubana, naciones a las que nunca se criticó, al contrario, se estrecharon los lazos en el sexenio anterior.

Es muy probable, incluso, que, al enterarse de la noticia, muchos españoles no estén de acuerdo con la solicitud de la señora Gutiérrez Müller, ya que consideran que al pedirle una disculpa al Rey Felipe VI, se le humilló, además, de que se pudo provocar un sentimiento de odio hacia los españoles residentes en México.

Por todos estos hechos, la verdad, yo ya no entendí nada.

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