La traición mayor la cometió Castro al eliminar a Fidel.

La revolución cubana fue la raíz de una generación, no solamente en Iberoamérica sino a nivel planetario. Fue parte de la insólita época de las revoluciones anticoloniales en África en Argelia, el Congo, Nigeria, en la gestación de la abolición del Apartheid; formó parte de la ola revolucionaria en Indochina con Vietnam al frente, fue casi inmediata al triunfo de la revolución en China y en la gran transformación e independencia de la India o si se quiere todo el gran mundo hindú.

El viento rojo siguió volando a favor de la gran rebelión libertaria del 68 planetario. Formó parte del desafío democrático de Checoslovaquia, encabezado por el PC y Dubcek aplastado por los tanques soviéticos, con la franquicia del Pacto de Varsovia. La aprobación de Castro de esa invasión y “el juicio” monstruoso a Heberto Padilla son el parteaguas entre la revolución cubana rebelde y la gestación de la dinastía contrarrevolucionaria de los Castro, que sigue oprimiendo al pueblo cubano.

La maravillosa década larga de los sesenta (1956-1972) abarcó todos los ámbitos de la vida: la música, con el rock and roll, la literatura con el boom latinoamericano; el cine con la novelle vague y el cine norteamericano; los avances en la ciencia y la tecnología; la píldora anticonceptiva; el feminismo; el movimiento negro y el chicano; las semillas del movimiento LGTBIQ+; toda esa época podemos llamarla de los baby boomers, se produjo como una especie de combinación galáctica.

El peso de la revolución cubana, mucho menos su dimensión, cabe en una banca.

Su lugar se ubicará cuando el pueblo cubano logré despojarse de la dinastía castrista, por medio de rebeliones al estilo de la del 11 de julio de 2021. Una revuelta sincronizada por el tiempo que tienen los levantamientos espontáneos, a los que los poderosos siempre conciben como producto de “conjuras”. Exactamente como lo consideró al 68, siempre Luis Echeverría Álvarez, una conjura castro comunista, estupidez que combatí siempre de manera personal o por escrito. Curiosa conjura castro comunista, donde los soviéticos, los polacos y el propio Castro nos consideraron “agentes de la CIA, del imperialismo”; esos “jóvenes del coro fácil, así gritaban las juventudes de Hitler no las de Allende” nos gritaba enfurecido Echeverría.

Vieja coartada de considerar que los patos le disparan a las escopetas.

El desafío de nuestros días es impedir la abolición de las incipientes conquistas republicanas y democráticas.

Esa es la verdadera cuestión.

Cuánto une a la llamada Cuarta Transformación con la Dinastía Castrista.

Hay un lazo histórico entre el viejo régimen en el que degeneró la revolución popular mexicana, derrotada por el bando conservador de Carranza, Obregón Calles, a pesar de los zigzagueos del Cardenismo que solo duraron un sexenio, para retornar al predominio “burgués” desde Ávila Camacho hasta el llamado neoliberalismo, con el paréntesis del llamado milagro mexicano.

No se puede soslayar que efectivamente hubo una disputa entre la llamada izquierda de la revolución mexicana y el predominio abierto que arrancó con el alemanismo.

Encontró una “tregua” con Ruíz Cortínez para realizar un gobierno ambiguo con López Mateos, con demagogia de “izquierda”, “gobierno de extrema izquierda dentro de la constitución” combinada con crímenes contra la familia Jaramillo, represión masiva al movimiento ferrocarrilero de Vallejo y Campa para retornar al más claro autoritarismo de Díaz Ordaz con la masacre de Tlatelolco.

Luis Echeverría Álvarez gobernó con demagogia, seducción de intelectuales (Fuentes, Benítez y su dilema Echeverría o el Fascismo) con la perversa política genocida el jueves 10 de corpus de 1971 en San Cosme (etiquetada de manera soez como “Halconazo”).

El forcejeo entre la izquierda de la revolución mexicana y las izquierdas independientes, logró una ruptura a finales de los 50 y tuvo su momento estelar en el movimiento de 1968, ratificado por el movimiento del 10 de junio que no se confundió con la apertura democrática de Echeverría.

Quizá el punto crucial de la ruptura en el sistema, se produce cuando la candidatura nacionalista estatista del maestro David Ibarra es derrotada por Miguel de la Madrid.

Golpe de Estado técnico lo bautizó la Corriente Democrática de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez.

Todas las izquierdas nos unimos con la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas.

Se cometió un grave error al crear el PRD y disolver a los partidos, grupos y grupúsculos socialistas, comunistas, trotskistas, maoístas y de ex guerrilleros.

 

LA IZQUIERDA MEXICANA SE TRAGÓ A LAS IZQUIERDAS SOCIALISTAS.

Claudia Sheinbaum procede de la izquierda castrista.

Es congruente cuando apoya a la dinastía, de múltiples maneras.

Ese es el tema a debatir: continuar apoyando una tiranía que mantiene a Cuba en la miseria, con la huida de la quinta parte de su población en un lapso de unos años o apoyar las demandas democráticas y de libertad de los cubanos, resumidas en la consigna del MOVIMIENTO SAN ISIDRO DEL 11 DE JULIO DEL 2021, PATRIA Y LIBERTAD.