Gran parte de la gente planea sus vacaciones con tiempo y de acuerdo con su presupuesto. Se trabaja todo el año para disfrutar de unos merecidos días de descanso ya sea en semana santa, en verano y en épocas como navidad y año nuevo.
Muchos mexicanos no pueden vacacionar por falta de dinero, ya no digamos fuera del país, sino dentro de nuestro territorio. Es triste saber que algunos compatriotas nunca han visitado una playa, por ejemplo.
Existen destinos turísticos y hoteles que son privativos para la mayoría, por ejemplo, Cancún, la Riviera Maya, en donde predominan los visitantes extranjeros, sobre todo estadounidenses y canadienses.
En cambio, entre los privilegiados para turistear a todo lujo tenemos a prominentes miembros del partido Morena, como Ricardo Monreal, Mario Delgado, Andrés López Beltrán, entre otros. Estos personajes alegan que tienen el derecho a pasear y argumentan que es con recursos propios y no públicos.
Deberían tener tantita vergüenza, ya que desde luego nunca leyeron ni le aprendieron nada a Benito Juárez, ni mucho menos a lo dicho por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum.
Decía el benemérito de las Américas que el servidor público no puede disponer de las rentas sin responsabilidad. No puede improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado.
La presidenta ha llamado a la austeridad, que no es otra cosa que el rechazo a lujos y excesos en el estilo de vida de los funcionarios públicos. Por cierto, les ha entrado por un oído y salido por el otro lo dicho por la primera mandataria. Ha dicho acertadamente que el poder se ejerce con humildad.
Que no sean cínicos, no puede haber pueblo pobre, gobierno rico. Ahora se hacen las victimas como el impresentable de Gerardo Fernández Noroña, quien dice que los cargos de un funcionario público son inhumanos.
Tienen el derecho a pasear dice Monreal y el del pueblo de México donde queda. Y no son lugares baratos, son países que algunos solo conocen en un mapa.
Hay para elegir, Madrid, Milán Lisboa, Tokio, Ibiza. No es que no tengan derecho a pasear, que no sean sinvergüenzas y cínicos, lo que lastima es su doble moral. Por una parte, hablan de austeridad y humildad, pero por otra viajan en primera clase, se hospedan en hoteles de cinco estrellas y visitan lugares sumamente caros para vacacionar.
Llama la atención que ahora parece ser que ya nos les agrada Estados Unidos para viajar, o por lo menos mientras que gobierne Trump ya no será su lugar preferido. En fin, que lo que prevalece es la hipocresía, ya que estos personajes pertenecen a un movimiento que dice que hay que ser austero, humilde.
Sus actitudes y forma de vivir son muy distantes a lo que vive la gran mayoría del pueblo de México, así que sería bueno que no se llenen la boca hablando de ellos, cuando ni siquiera son empáticos con el pueblo bueno y sabio como decía el expresidente López Obrador.
Según ellos eran moralmente superiores a los anteriores, a quienes criticaron de ostentosos, frívolos y denunciaron todos sus excesos. Pues ahora resulta que ellos son iguales o peores, viviendo un verano de ensueño.
Independientemente que alegan que es con recursos propios, sería bueno saber si con lo que ganan como servidores públicos les alcanza para viajar con sus familias en las condiciones tan ostentosas como lo hacen hoy en día.
De la ministra viajera, paseando en camello mejor ya ni hablamos.
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