La histeria colectiva se ha adueñado de la mente de mucha gente. Nada se puede comentar, considerar u opinar sin la ubicación rígida del fanatismo. Estás con melón o con sandía.
He caminado un poco más de sesenta años en lo que consideraba la ruta contra la opresión, la igualdad y la libertad. Genialmente resumida en las consignas de la revolución francesa LIBERTAD, IGUALDAD FRATERNIDAD.
En estos sesenta años hemos caminado en círculos. Un viraje de 360 grados nos está regresando al punto de partida. Es el tejido de Penélope.
Con la salvedad que nuestras BANDERAS ROJAS, están manchadas de sangre. Dice Yevgueni Yevtushenko en ADIÓS BANDERA NUESTRA:
Adiós, Bandera Roja nuestra.
Fuiste nuestro hermano y nuestro enemigo.
Fuiste el camarada del soldado en las trincheras,
fuiste la esperanza de la Europa cautiva.
Pero, como una cortina roja, tras de ti ocultabas al gulag
repleto de cadáveres helados.
¿Por qué lo hiciste,
Bandera Roja nuestra?
Adiós, Bandera Roja nuestra.
Acuéstate.
Reposa.
Recordaremos a todas las víctimas
engañadas por tu dulce susurro rojo
que sedujo a millones a seguirte como corderos
camino al matadero.
Pero te recordaremos
porque no fuiste tú menos engañada.
Adiós, Bandera Roja nuestra.
¿Acaso fuiste sólo un trapo romántico?
Estás ensangrentada
y con nuestra sangre te arrancamos
de nuestras almas.
Por eso no podemos arrancarnos
las lágrimas de los enrojecidos ojos,
porque tú ferozmente
golpeaste nuestras pupilas
con tus pesadas borlas doradas.
Adiós, Bandera Roja nuestra.
Obtusamente dimos
nuestro primer paso a la libertad
sobre tu seda herida
y sobre nosotros mismos
divididos por el odio y la envidia.
¡Eh, muchedumbre,
no pisoteen de nuevo en el fango
los ya quebrados lentes del doctor Zhivago!
Adiós, Bandera Roja nuestra.
Abre con fuerza el puño
que te aprisionó.
Trata de ondear algo rojo sobre la guerra civil
cuando los canallas intenten arrebatar
de nuevo tu pabellón,
o sólo los desahuciados
formen fila en busca de esperanza.
Adiós, Bandera Roja nuestra.
Te despliegas hacia nuestros sueños.
Ya no eres más
que una escuálida franja roja
en nuestra bandera rusa tricolor
En las inocentes manos de la blancura
en las inocentes manos del azul,
quizás aun tu color rojo
pueda ser lavado de la sangre que has vertido.
Adiós, Bandera Roja nuestra.
Cuidado nuestra nueva tricolor.
Cuidado con los tahúres de banderas
que quieren estrujarte entre sus dedos grasientos.
Pudiera ser que a ti también te
deparen igual sentencia
que a tu hermana roja:
ser asesinada por nuestras propias balas
que devoran tu seda como polillas de plomo?
Adiós, Bandera Roja nuestra.
En nuestra ingenua infancia
más al Ejército Rojo y al Ejército Blanco
Nacimos en un país que ya no existe.
Así me siento, cuando recibo insultos, calumnias por expresar algo que contradice los dogmas de una iglesia en extinción.
Una que lejos de mirar los desafíos de hoy y mañana se refugia en la nostalgia de un pasado mitificado, dado que nuestros supuestos sujetos revolucionarios: los trabajadores, prácticamente nos ignoraron y voltearon la espalda, para apoyar el régimen corporativo de la dominación ideológica, política, cultural de la revolución mexicana que derrotó a la corriente popular simbólicamente representada por Villa y Zapata.
Es hegemonía del partido único bajo las siglas iniciales del PNR, PRM, PRI y ahora MORENA.
Ese fenómeno aludido por José Revueltas en el proletariado sin cabeza. Que devino en cabeza sin proletariado, ese pueblo que ahora idolatra a los presidentes Andrés Manuel López Obrador y su sucesora Claudia Sheinbaum Pardo.
Es mucho más sencillo exorcizar a los demonios, acusándonos de traidores, vendepatrias, mientras los redentores millonarios exhiben sus miserias con grandes camionetas de varios millones de pesos, residencias al modo de los marajás a veces con caballerizas, hipódromos, pistas de aviones y permanentes viajes a medio mundo o mundo y medio.
Por las calles falsarias del viejo trovador convertido en truhan al servicio de la dictadura, no quiero caminar jamás.
No basta poner post que replican la ofensa grotesca, no sirve de nada volver al viejo tic de afiliarse a una las franquicias repudiadas electoralmente en 2018 y 2024.
Hace una semana escribí que era posible una disyuntiva atroz: la derecha disfrazada de la cuarta transformación versus la ultraderecha encabezada por Ricardo Salinas Pliego. Tristemente eso se confirmó.
Salinas ha llamado a acabar con la zurda de mierda y mandarla a chingar a su madre.
El PAN dio un supuesto viraje al autodefinirse como derecha, sin ninguna picardía y bajo los mismos “liderazgos” ancianos. Está cavando su tumba.
El PRI se transmutó a MORENA y la franquicia de ALITO es un cadáver mal oliente.
La franquicia PRD exhibe toda su vulgar obsesión por los huesitos de sobra.
MC, MAC, como les llama con gracia inusitada la presidenta Claudia, listo para un nuevo esquirolaje.
Es una realidad obscena, no hay que pisar esas calles nuevamente.

