La violencia sigue sin dar tregua, nuevamente se registra el asesinato de un alcalde, ahora se trató de Carlos Manzo, quien fue abatido frente a su familia y cientos de personas al ser atacado a tiros en el Centro Histórico de Uruapan, Michoacán.

El escenario fue el Festival de las Velas, como parte del Día de Muertos en el estado. Decía el alcalde que había una gran indignación en el pueblo de Uruapan, producto de la inseguridad y violencia que se viene arrastrando desde hace 25 años y que era momento de poner un alto.

Esto lo dijo en mayo de este año, hoy está muerto. Al gobernador le gritaron de todo en el velorio, la indignación de la gente crece, cansada de todas las victimas que hoy en México no tienen justicia.

Hay cansancio y dolor ante la corrupción, la violencia y el abandono de algunas autoridades. No basta la condena que hiciera la presidenta Claudia Sheinbaum ante el artero asesinato, tienen que esclarecerse los hechos, dar con los responsables y evitar que este tipo de actos que lastiman profundamente a la gente se sigan presentando.

Carlos Manzo era muy querido por la gente, ya que desde el inicio de su administración llevó a cabo acciones de frente, encabezadas por él mismo, en contra de la delincuencia organizada.

Constantemente recibió amenazas de muerte, por lo que pidió en varias ocasiones la protección del gobierno federal. “No quiero ser de los ejecutados”, repetía en innumerables ocasiones.

La presidenta Sheinbaum explicó que el presidente municipal de Uruapan contaba con el apoyo de las fuerzas federales, lo cual obviamente no sirvió de nada.

El mismo secretario Omar García Harfuch aseguró que el funcionario contaba con seguridad. Afirmó que desde el mes de diciembre de 2024 contaba con protección asignada, y en mayo con un reforzamiento adicional.

Además del asesinato de Carlos Manzo, ese mismo fin de semana fue ejecutado Alejandro Torres Mora, en la Ruana, Buenavista, sobrino de Hipólito Mora, quien fuera líder de las autodefensas.

Por si esto no fuera ya demasiado, también fue asesinado el empresario y productor de limones Bernardo Bravo, también en Michoacán. En diversas redes sociales había realizado denuncias sobre la inseguridad en que vivían los productores ante la presencia de una red de extorsión del crimen organizado, incluso en meses pasados también había denunciado que había recibido varias amenazas junto con otros participantes del Tianguis Limonero.

A todo esto, pareciera que el gobernador de Michoacán no se entera de lo que pasa en su estado, además de que a la luz de todos estos hechos, es evidente que no puede garantizar las seguridad en la entidad que dice gobernar.

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