Lo acontecido a la presidenta Claudia Sheinbaum en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México nos debe dejar varias reflexiones. Hay quienes aseguran que se trata de un montaje, otros que no lo consideran así, cuestionan la nula seguridad que tiene nuestra mandataria, lo cual pone en grave riesgo su seguridad.
Para afirmar que se trata de un acto simulado se deben tener todas las pruebas, no caben las especulaciones. En lo personal creo que es un acto real que deja en evidencia la nula seguridad con la que cuenta la primera mandataria.
Es un hecho muy grave, ya que, si alguien se pudo acercar para cometer un acto tan reprobable, también pudo suceder algo peor, lo cual pondría en grave riesgo la estabilidad política de nuestro país.
Por lo pronto, un juez de control determinó abrir un juicio a Uriel Rivera por el delito de abuso sexual en contra de la mandataria, quien permanecerá en prisión preventiva justificada en el Reclusorio Norte, donde tendrá que esperar dos meses para el cierre de la investigación complementaria.
Las imágenes causan verdadera indignación y preocupación, ya que mientras la presidenta saludaba a ciudadanos en el centro de la capital, este hombre en aparente estado de ebriedad se le pudo acercar, y no solo intentó besarla en el cuello, sino que logró abrazarla por la espalda.
Dónde está la gente encargada de la seguridad de la presidenta Sheinbaum, cómo permitieron incluso que se pudiera retirar para ser arrestado horas más tarde y remitido a la Fiscalía de Delitos Sexuales de la Ciudad de México.
Por esta forma de actuar de la gente que tiene la obligación de velar por la seguridad de la presidenta de México se desatan innumerables especulaciones, como es la aseveración de que fue un acto simulado o de que pudo ser un mensaje para Sheinbaum.
Otra reflexión es que, si esto le sucedió a la más alta autoridad en nuestro país, que se puede esperar cualquier mujer común y corriente. Las cifras son alarmantes, más del 70 por ciento de las mujeres mayores de 15 años han vivido al menos un tipo de violencia ya sea sexual, psicológica o física, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Incluso es muy probable que la cifra sea mayor, ya que deben de existir muchos más casos que no son denunciados por las víctimas.
Más allá de las especulaciones propias de casos como este, deben ser retirados de las calles individuos tan despreciables como Uriel Rivera, ya que representan un peligro para cualquier mujer.
Como lo dije en un principio, me inclino a pensar que no fue un montaje, ya que, si bien es cierto que después del escándalo por la muerte del presidente municipal de Uruapan podría pensarse en otro acto mediático para desviar la atención, también estoy seguro que Claudia Sheinbaum no hubiera permitido un acto de humillación a la investidura presidencial y mucho menos a ella misma como mujer.
eduardomacg@icloud.com
@eduardo84888581
