El nuevo Partido Acción Nacional (PAN), la nueva sangre azul, sigue sin entender que los mexicanos no son tontos ni se chupan el dedo.
Sus dirigentes con todo y malabares incluidos, trataron de justificar el voto de algunos de sus senadores con motivo de la terna que mandó la presidenta de la República para elegir al nuevo fiscal general.
Jorge Romero, presidente nacional del PAN, fiel a su estilo marrullero trató de justificar el voto de los panistas que se abstuvieron de votar o declararon nulo su voto para la elección de Ernestina Godoy como nueva fiscal general de la república.
Según él, los panistas votaron en contra, sin embargo, se dieron once votos nulos. Eso no significa votar en contra, es anular su participación, lo cual equivale en el sistema legislativo a abstenerse de votar.
Romero piensa al igual que su antecesor, hoy senador de su partido, Marko Cortés, que la gente es tonta, ese fue su gravísimo error en las pasadas elecciones. Al paso que van sucederá lo mismo para 2027 y 2030.
No era más sencillo y transparente poner en la boleta de forma clara que el sufragio era en contra, en lugar de escribir frases absurdas, además algunos incluso hasta en la misma carta donde sufragaron escribieron “voto nulo”, caso de Marco Cortes, Enrique Vargas y Ricardo Anaya.
El punto no es si el proceso fue una simulación o si la fiscal electa es capaz o no, el debate con el PAN es su doble discurso y como siempre, las sospechas de sus acuerdos en lo oscurito.
Fuera mascaras como dijo el impresentable dirigente del PRI, ya que cuatro senadores panistas votaron a favor, incluido, por cierto, el bloque de legisladores de Movimiento Ciudadano (MC).
Por todo lo anterior, sería conveniente que los panistas, incluida su dirigencia y legisladores, tomen un curso intensivo de como votar en las cámaras, sobre todo para que no les vuelva a suceder lo mismo y tengan que andar en diferentes medios y foros explicando lo inexplicable.
La realidad es que esta votación puso en evidencia el desorden interno dentro del PAN. Los cuatro senadores que votaron a favor de la designación de Ernestina Godoy son María de Jesús Marmolejo (Aguascalientes), Agustín Dorantes Lámbarri (Querétaro), Guadalupe Murguía Gutiérrez (Querétaro) y Mario Vázquez Robles (Chihuahua).
Otra vez más se ve un PAN dividido, Ricardo Anaya y Jorge Romero no pudieron lograr que todos los senadores votaran en contra, ya que al final se interpusieron aspiraciones políticas individuales.
En fin, que a esta nueva sangre azul no se le ve ni pies ni cabeza, es más de lo mismo, dirigentes cuestionados, incluso señalados en el pasado por actos de corrupción. En los hechos no tienen un liderazgo y una calidad moral que les permita dirigir un partido con la historia y trayectoria del PAN.
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