Además, pide el FMI, abaratar los despidos
El sacrificio selectivo
es el orden natural de Dios.
Dan Brown (El inferno)
Regino Díaz Redondo
Madrid.- Los españoles se balancean sobre la tela de una araña… de un gobierno errático, miedoso y cínico donde una buena parte de sus miembros son corruptos desde que entraron a la política con José María Aznar y continuaron en el Partido Popular hasta que Mariano Rajoy ganó las elecciones y volvieron por sus fueros a disfrutar de ganancias y aumentarlas ilegalmente.
Ministros, secretarios de Estado y funcionarios de la cúpula del partido, hicieron su agosto y seguirían haciéndolo si no se hubiese descubierto el caso Bárcenas-Gürtel, una trama pletórica de fraudes realizados por políticos y empresarios.
Propuesta del FMI
Tiembla el gobierno y la democracia se va. Trata de ocultar sus irregularidades con actitudes soberbias hacia dentro y de sumisión y obediencia ciega a la Comisión Europea y al Fondo Monetario Internacional.
A la autoridad le falta imaginación y carece de ideas. Los dirigentes de las diversas áreas sociales tienen una cultura medianeja que los lleva a cometer equivocaciones múltiples y a dictar órdenes que perjudican sin cesar a los nacionales.
Somos un país de súbditos con una gran capacidad aguantadora. Rajoy empeña su palabra y jura acatar las órdenes internacionales que nos empobrecen. Gozamos de un gran prestigio entre las demás naciones porque somos fieles servidores de los caprichos del exterior.
Al hacer un recuento de lo sufrido y de lo que falta por soportar, tome nota:
El Fondo Monetario Internacional ha pedido a España que rebaje los salarios de los trabajadores en un 10% y que se abaraten los despidos a favor de las empresas para salir de la crisis.
Las autoridades españolas no han contestado con firmeza. Se esconden, se diluyen en la dialéctica y no responden con firmeza a este nuevo estrangulamiento de la economía nacional. Casi nadie habla de la gravedad que se avecina, mucho menos en este mes en que las vacaciones son un imperativo dogmático para el ciudadano que se refugia en las playas para ver si el agua del mar se lleva sus dolencias y preocupaciones.
Pero además, los patrones dicen que es posible “que se puedan sustituir los contratos de jornada entera por parciales”. Es decir, aquellos que llevan trabajando 20 o 30 años podrían, en un momento dado, ser despedidos y, en el mejor de los casos, los volverían a contratar como si acabasen de entrar a la empresa.
Bonito panorama el que se avizora desde dentro y fuera de la nación. Las voces que protestan son acalladas de inmediato por una retahíla de pos- franquistas que manejan medios de comunicación, impresos y televisivos.
Fue el señor Olli Rehn, vicepresidente económico de la Unión Europea, quien aventuró, sin perturbarse, otro ataque más a los bolsillos de la mayoría de los ciudadanos.
Será en la primera junta de la Unión Europea, a finales de septiembre, cuando puede hacerse oficial la nueva exigencia de Bruselas, y será Rajoy quien tendrá que asumir la responsabilidad de escoger entre las palmaditas amistosas de Ángela Merkel y la salud física y mental de los que viven en este territorio.
De alguna manera se harán los ajustes para que haya una rebaja del 10%. Estoy seguro que echarán mano de rebuscamientos indeseables para cumplir con la orden de Rehn. Se disfrazará este nuevo golpe a la economía del trabajador y se aprobarán para no enfrentar los designios de la troika que a medida que se acaba y debilita aprieta con mayor fuerza en sus estertores.
Por si fuera poco, el economista alemán es partidario también de que suba el IVA que ahora está en el 21% y es uno de los mayores de los países del continente.
Dentro del nuevo paquete anunciado se incluye la obligación de “eliminar gastos superfluos y reducir las pensiones de los que ahora cobran por encima de lo legal”.
Rehn intentará a principios del año próximo reelegirse o bien aspirar al puesto que detenta simbólicamente José Manuel Duráo Barroso.
También se permite al alemán burlarse de España en estos términos: “¿Se podrá hacer algo para aliviar el alto paro que existe en esa nación?”, pregunta el cándido germano.
Todo lo anterior es degradante para el país y nuestra sociedad. Pero tal parece que la dignidad es un atributo del que nos hemos olvidado últimamente y que parece haber desaparecido o que por lo menos no está a nuestro alcance.
A consecuencia de estas presiones sobre la economía española ya han surgido los primeros datos que consignan, por poner un ejemplo, que en Cataluña hay 50 mil niños malnutridos, que no comen lo suficiente. Algunos pasan hambre y en otros se duda que su desarrollo físico sea el adecuado.
Escenario desolador
A este panorama insólito, el gobierno tampoco le hace caso ni actúa para remediarlo.
El escenario es desolador. Hay que agregar que desde que se inició la crisis han salido de España 250 mil millones de euros a paraísos fiscales, que la banca nacional es un barril sin fondo y recibe dinero del Estado sin parar, mientras sus exdirigentes gozan de libertad pese a haberse comprobado que se cometieron irregularidades y fraudes dentro de muchas instituciones como Bankia.
Los que depositaron sus ahorros en esa institución luchan ahora por todos los medios, incluyendo la protesta pública, para recuperar cuando menos un porcentaje de su dinero. Pero para el gobierno las manifestaciones de protesta son propiciadas por “elementos subversivos” que quieren desestabilizar el Estado y crear un clima anárquico.
¿Sabe usted que el 70% de los fraudes fiscales lo cometen las grandes empresas?
Pues sí, sin embargo, ante esta evidencia, Hacienda no ha movido un dedo para capturar a los responsables de tales ilícitos. Este es lo que se llama un gobierno sin par… sin par y sin vergüenza.
Aunque resulte increíble, apunte, amigo lector, lo que acaba de ocurrírsele a Rajoy: instaló buzones por todo el país para que los ciudadanos depositen en ellos los nombres de los defraudadores fiscales y se pueda proceder a juzgarlos.
Infanta con vida de reina
El desiderátum no es ciencia ficción ni siquiera ficción ni ciencia, sino alboroto de seudoneuronas de un gobierno que debe tener más agallas. En vez de regir las actividades de los españoles, don Mariano debería ser el presidente de las Antípodas y territorios anexos y conexos.
Paralelamente, existe una cacería de brujas cuya misión se ha comparado con los espías que utilizaba franco en bares, comercios y fábricas para denunciar a quien hablaba mal de la dictadura.
En tanto, el juez que lleva el caso de Iñaki Urdangarin estudia la posibilidad de imputar a la infanta Cristina por convivencia con los delitos que cometió su esposo. Nuevamente, la hija del rey que se va a vivir a Ginebra —¡qué espléndido lugar!— parece que firmó documentos comprometedores que la implican en el turbio asunto de Nóos. Aún el juez no ha tomado una decisión, pero por lo pronto, doña Cristina se aleja de España para que el barullo interno y la suciedad nacional no contaminen a sus hijos.
Para finalizar, mencionaré de paso algunos sucesos que están en la mente de los españoles: el señor Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional, que ha de resolver imparcialmente los asuntos más importantes del Estado para el buen funcionamiento de éste, fue y quizá siga siéndolo, un miembro distinguido del Partido Popular.
A ver quién supera tantas delicias como las que están sucediéndose en este país.
Y sonría:
¡Abracadabra, pezuñas de cabra del neoliberalismo español!