Entrevista con Raymundo Tenorio/Director del Programa de Economía y Finanzas Tec de Monterrey
Por Emma Islas
Una eventual desintegración del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) indudablemente traería diversas implicaciones, que han sido expuestas por diversos analistas. Sin embargo, pese a que el gobierno confirmó el inicio formal del diálogo con diferentes sectores de la sociedad, entre ellos el productivo para trazar la ruta de las negociaciones con Estados Unidos que comenzarán en mayo, existe un tema fundamental: México, a dónde dirigir nuestro comercio.
Debemos tomar en cuenta que nuestro país es el segundo mercado más importante de las exportaciones estadounidenses y el tercer socio comercial de Estados Unidos y que el comercio entre ambos países en un solo día se equipara a todo el comercio de América Latina por un año.
Tras afirmar que por mucho tiempo México se ha mantenido en una zona de confort favorecido porque tenemos un mercado cercano de bajos costos de transporte, Raymundo Tenorio, director del Programa de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey asegura que en materia de comercio nuestro país deberá fortalecer la relación con otros países. ¿Con quiénes? Con los más de 40 países con los que ha firmado algún tipo de acuerdo comercial.
Tan solo en la página oficial de la Secretaría de Economía se informa que México cuenta con una red de doce tratados de libre comercio con 46 países (TLC), 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRI) con 33 países, y 9 acuerdos de alcance limitado (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).

Raymundo Tenorio
Tenorio Aguilar se dice partidario de relanzar una estrategia de apertura, a través de la cual las embajadas mexicanas organicen misiones comerciales, de negocios, con en esos países a fin de identificar ventajas competitivas. Principalmente —dice— con Europa y Asia, pues se debe ver en términos del poder adquisitivo, por lo que América Latina no sería una opción.
En cuanto a China, Tenorio Aguilar considera que no sería la mejor elección por el momento pues si “ya es nuestro segundo socio comercial para qué queremos tenerlos en libre comercio, ahí sí nos deshace”. Explica que este país, al ser miembro de la OMC (desde 2001), aprovecha las ventajas que esto le ofrece para ser competitivo en países como México, además —aclara— de que nuestras cadenas de abastecimiento y de suministro todavía no son competitivas con ese país.
Por derecho internacional, en caso de que se rompiera el TLCAN, o cualquier tratado de comercio, lo que entra en vigencia son los acuerdos multilaterales que se tienen. En este caso lo que prevalecería serían los aranceles que rijan en ese momento en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
OMC, ¿un salvavidas?
Diversos especialistas mencionan que en caso de desaparecer el TLCAN, lo que México tiene es un “as bajo la manga”, que sería la OMC; sin embargo, no siempre será verdad, todo dependerá —agrega el especialista— de a cuánto ascienden los aranceles que haya fijado esta organización.
Ofrece dos muestras: en el caso de que México importara bienes industriales de Estados Unidos —de un arancel 0—, los importadores tendrían que pagar un arancel del 1.9 por ciento, lo que es nada. Mientras que en bienes agropecuarios el promedio del arancel anda en 24 por ciento.
En caso contrario, si los importadores están en Estados Unidos, cuando se importen bienes industriales de México tendrán que pagar un arancel promedio del 7.5 por ciento. En cuanto a los bienes agropecuarios pagarán el 11.2 por ciento en promedio.
Al revisar los números, Tenorio Aguilar considera que a México no le iría tan mal con los aranceles de la OMC, además —subraya— “Estados Unidos no se atrevería a perseguir a México dentro de la OMC, porque se trata de acuerdos multilaterales. Hay que considerar que los impuesto se aplican por igual a cualquier producto proveniente de cualquier parte del mundo.
Explica que si Estados Unidos importa jitomates desde México con arancel del 0 por ciento por las ventajas que le da el TLC, a partir de que se establezcan los aranceles de la OMC, los jitomates que importa Estados Unidos sea desde México o desde España tendrán que pagar el mismo impuesto, que sería de entre el 11 y el 12 por ciento. No le puede cobrar un impuesto a México y otro a los demás países, en caso de hacerlo —asegura— se desataría una auténtica guerra comercial a escala multilateral, lo cual es impensable.
Recuerda que no hay que dejar a un lado las desventajas para ambos países, entre las que cobra mayor relevancia —más allá del aumento de precios— la reducción de competitividad. El importador que se encuentra en Estados Unidos al pagar un impuesto deberá aumentar sus precios, por lo que sus consumidores serán los más afectados, pero al mismo tiempo reducirá su competitividad, pues su clientela buscará pagar menos por el mismo producto o uno similar, y sus ventas bajarán.
Lo que está en juego —apunta— es la creación de comercio y de inversión, ya que los TLC no solo benefician los flujos de comercio sino la atracción de inversión. Al no contar con aranceles del 0 por ciento —asevera— México dejaría de ser atractivo a nuevas inversiones.
Ejemplifica que armadoras alemanas como Volkswagen, Mercedes Benz, BMW, invierten en México con el fin de exportar automóviles hacia Estados Unidos, porque de esta manera cuentan con un arancel preferente de 0 por ciento, que otorga el país del norte cuando los autos vienen de México al cumplir con reglas de origen, pero si ese mismo automóvil proviniera de Alemania causaría un arancel del 14 por ciento.
El TLC no es culpable del déficit de EU
Al hablar sobre el déficit comercial, principal queja de Trump, que asciende a 60 mil millones de dólares, el director de la carrera de Economía del Tec de Monterrey destaca que al menos un tercio de ese dinero se debe a las importaciones de petróleo que hacen desde México; las otras dos terceras partes, a las empresas automotrices americanas que exportan desde México. “Si anda buscando culpables, que los busque en sus propias empresas como GM, Ford y Chrysler, que son las más beneficiadas”.
Además —comenta—, la salida de inversiones de Estados Unidos se deriva, entre otras cosas, de que los trabajadores de esas fábricas a que alude Trump hoy están cerradas y en muchas ocasiones han sido sustituidas por la mecatrónica que se ha aplicado en esas fábricas; “no tiene que ver con el TLCAN, está relacionado con el avance del conocimiento para la manufactura. Hay que considerar, además, que allá la mente factura; los ingenieros y capataces de producción cobran siete veces más de lo que les cobran acá en México”.
@emma_iza
Para consultar más acerca de los tratados de libre comercio con los que cuenta México, puedes consultar: