Entrevista con Alejandro Díaz Domínguez/Profesor del Tecnológico de Monterrey
Emma Islas
A una semana de la elección de gobernador, Coahuila libra dos guerras. Por un lado, la de los candidatos que buscan conseguir el voto de los más de dos millones de votantes, y por el otro, la de las encuestas que presentan dos escenarios completamente distintos.
Mientras el nuevo método “Leviatán”, utilizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica coloca al panista Guillermo Anaya en primer lugar de las preferencias y al independiente Javier Guerrero en el segundo sitio, la última encuesta de El Financiero en la entidad, da el triunfo al candidato del PRI, Miguel Riquelme, con un 38 por ciento, seguido por el candidato del PAN, Guillermo Anaya, con 32 por ciento, Armando Guadiana de Morena con el 19 por ciento y en último sitio a Javier Guerrero con 7 por ciento.
Hay que recordar que tras la derrota del 2016 en donde el PRI perdió 7 de 12 entidades, y no sólo eso, sino cuatro de sus bastiones en los que no se había experimentado alternancia: Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas. Ahora el tricolor hará todo lo posible para conservar uno de los bastiones que le quedan: Coahuila.
Sin embargo, luego de dos periodos bajo el mandato de los hermanos Moreira, las cosas no son tan fáciles, por lo que la oposición ha logrado avanzar. Cabe destacar que Coahuila es la entidad con más partidos registrados tanto locales como nacionales, donde la constante han sido las acusaciones a los Moreira de ser los padres de la mayoría de los partidos locales y utilizarlos para simular diversidad política.
La guerra entre los candidatos no ha parado desde el inicio de la campaña, por lo que han aparecido acusaciones de compra de votos, corrupción y hasta violencia de género. El pasado 10 de mayo, tras las declaraciones del panista Guillermo Anaya en torno a que a las dirigentes priistas de Coahuila “les vamos a dar puro chile”, las alarmas de alerta se prendieron en el tricolor y exigieron una disculpa por parte del abanderado panista.
Para el profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Alejandro Díaz Domínguez, todos estos factores han hecho que esta contienda sea muy interesante, pues pese a que en un principio la elección en Coahuila parecía una contienda abierta, en la que el PRI llevaba cierta ventaja, el efecto de la deuda y los malos manejos del dinero público que se ha dado en la entidad hicieron que se comenzara a cerrar.
“En las ultimas seis semanas es muy difícil saber qué va a pasar pues los números se siguen cerrando, por ello lo que podrá explicar el resultado final serán efectos de campaña”, entre los que destacan: los temas que se discutieron en la campaña, la evaluación del partido en el poder, el asunto de la deuda, así como el manejo del dinero público.
Explica que en una elección como la de Coahuila, donde la distancia es muy pequeña —entre 5 y 6 puntos— cualquier cosa puede cambiar la historia. Otro factor que hay que resaltar es el hecho de que existe un cierto porcentaje de indecisos que no han declarado su intención de voto y que aunque se ha reducido del 30 por ciento al 17 o 15 también serán fundamentales para inclinar la balanza.
Señala que de este porcentaje de indecisos una parte no acudirá a las urnas y otra cristalizará su decisión hasta el momento de llegar a la casilla, pues si más del 5 por ciento de las personas deciden el día de los comicios, eso también puede influir en el resultado final.

Guillermo Anaya (PAN).
La guerra sucia
Al haber tanto en juego y al observar que la intención del voto todavía no se cristaliza, los partidos buscan construir de alguna manera una nueva distancia y una manera de hacerlo es a través de ataques, ya sean ciertos o falsos, conocido como guerra sucia o propaganda negativa, que ayuden al electorado a inclinarse hacia algún candidato.
Sin embargo, el académico refiere que en el caso de Coahuila no se puede saber si la guerra sucia que se ha presentado logrará permear en el ánimo del electorado, pues hasta ahora lo que se ha visto ningún ataque ha logrado trascender a una discusión pública.
Explica que al no haber ninguna aclaración o refutación y al no ser contestado en la misma línea han pasado a formar parte de una simple guerra de lodo, en la que siguen apareciendo nuevos ataques, escándalos, “simplemente los candidatos se siguen sacando sus trapitos al sol y aunque el electorado se enteró de algunas cosas, no sabe si con ciertas o no, y ahí se quedaron”.
Al referirse a la manera en que podrán influir las estructuras de cada partido en esta elección, el profesor del Tec de Monterrey destaca que aunque sí pueden hacer la diferencia ante lo cerrado de la contienda, esto dependerá de la cantidad de gente que acuda a votar. En caso de que el porcentaje de la gente que acuda a las urnas por su compromiso cívico sea mayor al 60 por ciento, entonces la capacidad de movilización de las estructuras será menor.

Miguel Ángel Riquelme (PRI).
La sombra de los Moreira
A pregunta expresa de Siempre! sobre si la corrupción, el manejo de los últimos gobiernos —de los Moreira— y el voto anti-PRI estarán jugando un papel fundamental en esta elección, el analista señala que pese a que tanto a nivel nacional como a nivel local estos temas han sido muy cuestionados, la realidad que muestran las mediciones es otra.
Precisa que aunque la evaluación de los gobiernos anteriores es mala, la realidad es que el PRI sigue obteniendo cierto porcentaje de aceptación, lo que lo hace estar empatado o entre los primeros lugares de las preferencias electorales, cuando sus niveles deberían de estar por los suelos.
Finalmente, dice, hay que recordar que Coahuila es un estado que únicamente ha sido gobernado por un solo partido político, que pese a que en algunas regiones han experimentado alguna alternancia, no han experimentado un gobierno distinto en el gobierno estatal, “se ha convertido en un estado priista desde que se formó ese partido”.
El especialista indica que bajo estas condiciones es mu probable que la gente quiera seguir bajo ese régimen, “para ellos es lo usual y que aunque este medio mal, pues piensan en que tan mal puede estar”. Por el contrario, comenta que cuando la gente tiene niveles de comparación resulta mucho mas difícil que acepte ciertos niveles de corrupción, o de mal manejo de los recursos públicos.
En relación al voto anti-PRI, asevera que aun cuando la gente tiene razones para no apoyar al partido, el problema en Coahuila es que la oposición no se encuentra completamente unida en una sola persona, tiene diversos rostros: el de PAN, el de Morena, el de los candidatos independientes, por lo que pese a que la oposición en su conjunto puedan lograr un 65 o el 70 por ciento; sin embargo, eso no se traduce automáticamente en el apoyo a una sola propuesta política, pues hay diferentes propuestas, con distintos niveles de aceptación en la población con distinta intención de voto, por lo tanto en ese caso el voto anti-PRI se diluye

Armando Guadiana (Morena).
¿Llegará la alternancia?
Aunque hay razones para pensar que es inevitable que llegará la alternancia a la entidad como han sido los malos gobiernos, el pasado de corrupción y de malos manejos de los gobernadores, hace que la oposición vaya ganando fuerza, las acusaciones están a la orden del día. También hay razones para pensar que no sucederá.
Por ello reitera que es necesario saber que tanto los efectos de campaña —entre ellos la propaganda negativa— van a lograr mover los votos si esto no logra cambiar los números —indica— se tendrá que esperar al día de la jornada para ver si la gente ese día y cristaliza su voto por algún candidato. Si es así eso es lo que definirá la competencia, “pero hoy por hoy es difícil decir quién va a ganar”.
Coahuila, una pelea entre dos, PRI y PAN: Carlos Campos
De acuerdo al seguimiento o tracking diario con el que cuenta la empresa Massive Caller, su director, Carlos Campos, asegura que la elección en Coahuila será una pelea entre dos: el PRI y el PAN, ya que los otros candidatos —como el de Morena o el candidato independiente— no lograron impactar entre la gente por lo que cuentan con porcentajes muy bajos.
Precisa que desde el inicio de la campaña los números eran muy parejos entre los dos candidatos pues había diferencias de 2 o 3 puntos; sin embargo, la diferencia se ha ido ampliado de manera paulatina logrando el candidato del PAN una evidente ventaja. A una semana de la elección, dice que la diferencia ya rebasa los 6 puntos por lo que salieron del empate técnico y se ha convertid en una ventaja evidente del candidato del PAN sobre el del PRI.
Por lo que considera que basándose en los números “es que sí es posible que va a poder darse una alternancia, pero eso lo comprobaremos el día de la elección”, en la cual los jóvenes podrían marcar la diferencia, pues en su mayoría se inclinan por Guillermo Anaya, candidato del PAN, “ese es otro factor que le va a impactar favorablemente al panista, es una de las ventajas que tiene”.
El tema de la inseguridad, la violencia de las bandas criminales en los estados donde hay elección para gobernador, es un tema que corre en contra de los gobiernos locales, pero que al preguntarle a la gente sobre los problemas que perciben inevitablemente aparecen por lo que se convierten en hechos que impactan a las campañas.
En torno al tema de la corrupción, el director de la empresa Massive Caller destaca que el impacto en contra del PRI es muy evidente en estados como Coahuila y Nayarit; “en el caso de Coahuila, la corrupción de los hermanos Moreira ha beneficiado al candidato del PAN”, mientras que en Nayarit, “la detención del exfiscal tuvo un impacto muy claro en las encuestas, pues tras el hecho el PRI bajó en las preferencias electorales”.
En torno a la guerra sucia que se ha dado en esta elección y a las desafortunadas declaraciones hechas por el candidato del PAN en contra de las mujeres, Campos Riojas asevera que en las mediciones no se ha detectado que por ese motivo haya bajado sus preferencias electorales, y considera que “es más un tema mediático, de los políticos que no ha impactado en la elección en general”.
@emma_iza
Te puede interesar: Encuesta telefónica en estados con elecciones.