Acapulco.- Como en las viejas leyendas, en Guerrero la violencia, el miedo y el terror parecen haberse quedado a vivir. A lo largo de los últimos tres meses la crisis de seguridad pública ha venido escalando y visión gubernamental de que se trata de actos aislado impide la búsqueda de alternativas adecuadas.

En ese periodo de violencia agudizada en el que han ocurrido asesinatos de políticos y periodistas, irrupciones de grupos armados autodenominados policías comunitarias, bloqueos carreteros, segregación de espacios territoriales en los cuales el gobierno pierde mando, resurgimiento de los cobros de derecho de piso y secuestros.

En ese contexto, la noche de martes 6 de junio la capital del estado se vio envuelta en una jornada de violencia en la cual ocurrieron balaceras en al menos 13 colonias. De acuerdo a los primeros reportes aproximadamente a las 21 horas el sistema de emergencias 911 recibió una llamada reportando que en la colonia el Huajal, un comando armado realizó disparos a una vivienda la cual fue incendiada.

Dspués llegó otro reporte de un vehículo que tras ser estampado contra una vivienda, se le prendió fuego. Los ataques armados se extendieron por las colonias Indeco, San Juan, Noche Buena, PRD, Los Sauces, Electricistas, Ángeles, Allende, Amate, 5 de febrero, Mercado, Alameda, Los Cocos, Libramiento a Tixtla y PRD.

En la Colonia San José, otro domicilio fue rafagueado con armas de grueso calibre, y con la ayuda de un vehículo incendiado rompieron el portón de dicha vivienda, donde con aerosol grabaron las palabras “Los Rojos”.

Las corporaciones policiacas implementaron operativos en los lugares de los cuales se recibió reporte pero solo encontraron casquillos de fusiles de alto poder y fachadas de casas con impactos de bala. De todos los puntos de la ciudad, se vieron circular grupos de policías, y personas fuertemente armadas, se escucharon las sirenas de las ambulancias.

Los comercios de la zona, fueron cerrados y la actividad vehicular se vio paralizada en todos estos asentamientos; los servicios de taxis, también fueron suspendidos a raíz de los enfrentamientos, lo cual fue anunciado a través de sus páginas en internet.

Durante la noche, se implementó una estrategia de terror. Vía Facebook y whatsapp, circuló un mensaje con el siguiente texto: “”Ahora que vas a hacer. Chilpancingo sangra, la violencia está acabando con el pueblo, este día es prisionero de bandas rivales y te tomaste el lujo de despedir a tantos policias ja, ja, ja. Sabes cual es lo mejor, los policias que corriste serán reclutados por el crimen organizado….Ponte a temblar porque están llenos de rencor sobre ti y tu gabinete sobre las personas que los corrieron y les quitaron el sustento a sus familias saben de quienes hablamos los traidores que dan servicios ja, ja, ja, escóndanse ratas bu bu bu la hora del miedo yegado y en lo personal me lamento lo de ustedes (Redacción original).

De los hechos no hubo, en su momento, un registro de heridos y muertos.

En el transcurso de la mañana del 7 de junio otro grupo de 24 policías estatales de la capital fueron despedidos, por haber parado labores, quienes también denunciaron que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) no los ha llamado para la segunda mesa de trabajo en la que se analizaría su situación laboral.

Un grupo de 50 policías despedidos, algunos de los cuales proporcionaron la información anterior, acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para pedir a Ramón Navarrete Magdaleno, titular de ese organismo, que vuelva a ser intermediario entre el Estado y los agentes.

Mediante un comunicado, Roberto Álvarez Heredia, vocero de seguridad pública “negó que hayan ocurrido múltiples balaceras y precisó que únicamente personas armadas balearon dos casas e incendiaron un taxi con la intención de generar caos.

Inmediatamente la Policía del Estado y el Ejército Mexicano implementaron un operativo para perseguir a los delincuentes quienes huyeron abandonando el vehículo en el que se transportaban.”

Sobre ninguno de estos hechos, ni autoridades municipales, ni estatales, han emitido información al respecto, o fijaron alguna postura.

El gobierno se aferra a la visión de que los hechos son aislados y hace recaer la responsabilidad en los gobiernos del PRD cuando el fenómeno del narcotráfico data de más 40 años y la violencia se inició en los dos últimos años del gobierno de René Juárez Cisneros.

De acuerdo con los reportes del Índice de Paz Mundial Guerrero es la entidad federativa menos pacífica y con mayor tasa de homicidios ya que durante el 2015 se cometieron 54.5 por cada 100 mil habitantes que si bien es una mejoría con respe3cto a la registrada en 2012 (66), la tasa del 2015 es tres veces mayor a la del 2004.