En plena contienda electoral de 2012, la constructora Odebrecht transfirió 3 millones 140 mil dólares —lo que equivale a 40 millones de pesos en ese momento— a una empresa establecida en Islas Vírgenes, ligada a Emilio Lozoya Austin, quien en aquellos días fungía como Coordinador de Vinculación Internacional en la campaña del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.

Ese es el primer párrafo de la investigación que presentó la Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) que junto con otra indagación del diario brasileño O’Globo y El Quinto Elemento Lab, comienza a jalar la hebra de una madeja muy difícil de desenredar. Además, pone en la mira al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya y abre la posibilidad de que el dinero recibido como parte del soborno de Odebrecht haya ido a parar a la campaña presidencial de 2012.

El escándalo ha sido tal, que este jueves, el exdirector de Petróleos Mexicanos se presentó a conocer la acusación en su contra y se reservó el derecho de declarar ante la Procuraduría General de la República (PGR) en el caso Odebrecht. A inicio de semana Lozoya Austin anunció su decisión de presentar una demanda por daño moral, contra quien corresponda, ante la serie de señalamientos y acusaciones que —según el funcionario— no tienen fundamento.

Presidencia, por su parte, descartó que los sobornos de Odebrecht hayan tenido algún vínculo con la campaña del actual presidente Enrique Peña Nieto, cuando Lozoya era coordinador de Vinculación Internacional. Según las declaraciones de los exdirectivos de la empresa constructora, en 2012 comenzaron a darle “propinas” a Lozoya, a quien perfilaban como un funcionario influyente en el próximo gobierno mexicano.

A fin de conocer más sobre la investigación, Siempre! platica con el periodista Raúl Olmos quien se encuentra al frente de la investigación y ha sido cuestionado sobre la veracidad de sus afirmaciones.

Tras asegurar que la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, a la que pertenece, no se basa en especulaciones, el periodista Raúl Olmos afirma que la investigación sobre Odebrecht se encuentra sustentada en pruebas: “desde hace casi un año estamos rastreando documentos del caso, incluso la organización ha financiado viajes a Brasil para entrevistar al juez Moro y poder tener bases sólidas de nuestras investigaciones”.

Más que con personajes —dice—, durante la investigación se han topado con hechos y movimientos realizados por el departamento de sobornos de la empresa Odebrecht, que de acuerdo con los delatores del caso fueron utilizados para encubrir los pagos de sobornos a políticos y funcionarios de Latinoamérica, en este caso en concreto, a una empresa ligada a un alto funcionario de México que es Emilio Lozoya.

Los sobornos no coinciden con los contratos obtenidos

Al ser una investigación que apenas comienza —destaca—,es muy prematuro saber qué otros funcionarios puedan estar inmiscuidos; además subraya que la cantidad de 10.5 millones de dólares que en un principio se dijo que había entregado en sobornos, se queda corta ante la suma que en realidad se pagó.

Recuerda que en diciembre del año pasado, ejecutivos de Odebrecht reconocieron el pago de sobornos por 10.5 millones de dólares en México; sin embargo al hacer una revisión se puede detectar que las “propinas” transferidas a México superarán esa cantidad.

“Se tiene que tomar en cuenta que este dinero, en el caso Lozoya, se entregó a partir de 2012, pero aparte hubo otra tanda de sobornos que se habían pagado con anterioridad, entre 2010 y 2011, por lo que por lo menos son otros 4 millones de dólares”.

Al referirse a que esta primera tanda de sobornos involucra de alguna forma al gobierno de Calderón, Olmos precisa que los delatores no han detallado a qué entidad de gobierno fueron entregados, “en su declaración dicen que habían contactado a funcionarios del gobierno mexicano, pero no especifican a qué nivel, si federal, estatal o municipal”.

“En el rastreo de documentos hemos detectado que en 2010, por ejemplo, hubo pagos o transferencias a Veracruz, pero no se dice si fue al gobierno estatal o municipal, lo mismo ocurrió con las transferencias a Michoacán, donde Odebrecht había realizado otra obra en ese mismo periodo”.

Señala se debe tomar en cuenta que el volumen de contratos que Odebrecht recibió supera los 3,700 millones de dólares, por lo que la cifra de 10.5 millones de dólares que se había manejado en un principio no cuadra, “menos si se compara con los montos que hay en otros países en donde existe una mayor concordancia entre el monto pagado y el recibido en contratos”.

“Nosotros presumimos que pueda ser mayor y documentalmente lo estamos comprobando, por ello estamos por publicar una investigación al respecto y en la que probaremos que los montos son superiores a los que han sido confesado por los delatores”. 

Depósitos coinciden con campaña presidencial

Al hablar sobre los depósitos que se hicieron por parte de Odebrecht a una cuenta de una empresa, que según los delatores les proporcionó Emilio Lozoya, llamada Latin American Asia Capital Holding y que pudieron ir a parar a la campaña presidencial, Raúl Olmos aclara que lo único que han afirmado es que las fechas de estos depósitos iniciaron y concluyeron a la par de la campaña.

“El dato relevante es que el personaje involucrado por los delatores que participaba en la campaña presidencial era el coordinador de Vinculación Internacional. Nosotros únicamente resaltamos la coincidencia en las fechas y mostramos que los depósitos efectivamente se hicieron a la empresa que refieran los delatores. Ahora tocará a las autoridades precisar a dónde fue a dar ese dinero. Si efectivamente a manos de un funcionario o alguna otra persona tomó ese dinero”.

Olmos reitera que la investigación a su cargo más allá de tener algún interés político, simplemente responde a una cuestión periodística que lleva casi un año, por lo que “la información se va a ir publicando conforme se vaya teniendo acceso a los documentos,  porque desgraciadamente es complicado obtener acceso a ellos”.

“Lo que publicó esta semana El Quinto Elemento forma parte de una serie de expedientes que también buscábamos, pero ellos tuvieron la fortuna de tenerlo antes y nosotros solo obtuvimos el complemento que son los depósitos realizados a una firma ligada con el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, pero sin duda es un asunto periodístico que nada tiene que ver con asuntos políticos”.

PGR ha atrasado la investigación

El periodista señala que lo que llama la atención es por qué la Procuraduría General de la República ha atrasado tanto la investigación pese a las evidencias internacionales, “la PGR alega que la fiscalía de Brasil no les han compartido la información; sin embargo, México debió haber iniciado a la par una investigación, como ha ocurrido en otros países”.

Lo cual —dice— sí puede tratarse de una motivación política para evitar un impacto  político en vísperas de un año electoral. Aunque, advierte que esta decisión puede resultar contraproducente ya que el expediente que se iba a turnar a México también se encuentra en manos de autoridades de otros países, como Suiza y Estados Unidos, quienes podrían en algún momento hacer públicos más detalles.

La ingeniería financiera

Respecto a la manera en que operó Odebrecht, Olmos revela que la empresa contaba con un esquema muy sofisticado de corrupción, “tenía una división que le llamaban  de operaciones estructurales que en términos prácticos es  la oficina de sobornos y al frente de ella estaba Hilberto Mascarenhas da Silva, quien recibía órdenes directamente de Marcelo Odebrecht”.

“Abajo se encontraba un grupo de personajes encargados de transferir fondos a políticos y funcionarios en el exterior. Después, existía un grupo de empresas offshore que Odebrecht había creado en paraísos fiscales en Islas Vírgenes. A través de esas empresas se  transfería el dinero principalmente al Meinl Bank ubicado en la Isla de Antigua, de ahí se transfería el dinero a las cuentas que los políticos o funcionarios corruptos en Latinoamérica les indicaban”.

El periodista indica que así era como a través de este esquema se triangulaba todo, por medio paraísos fiscales, empresas fachada creadas por Odebrecht, y del Meinl Bank en concreto; “era tan sofisticada la red de corrupción  que habían llegado al punto de incluso adquirir este banco para hacer estas operaciones y lograr encubrir los pagos”.

Meneses Weyll, el gran corruptor en México

 De acuerdo con Raúl Olmos, un personaje que merece que no se le quite la atención es Luis Alberto Meneses Weyll, a quien se le puede llamar el gran corruptor de México, “es un personaje que merece un perfil completo pues se trata del gran corruptor en nuestro país, confesado por él mismo y que según sus propias declaraciones fue quien pagó o negoció los sobornos”.

Weyll llegó a México en el año 2010, proveniente de Perú en donde había estado participando en las construcción de la Ruta Interoceánica Brasil-Perú que, además de ser muy cuestionada, llevó a una orden de arresto al expresidente peruano Alejandro Toledo.

A su llegada a México, comienza a gestionar algunas de las obras mas grandes de Odebrecht en nuestro país. La primera fue Etileno XXI, la gran planta petroquímica que la empresa brasileña opera en Veracruz, “ahí llegó a un acuerdo muy generoso con Pemex para que  le enviaran gas a precio preferencial”.

Olmos refiere que en ese momento Weyll también negoció con el gobierno de Veracruz de aquel entonces para que le ayudaran a establecer la planta: “es del dominio público los tratos tan cercanos que tenia este personaje tanto con Fidel Herrera como con Javier Duarte”.

Durante la gestión de Weyll, indica el periodista, también se concretó la modernización de la refinería de Salamanca, la reconfiguración de la refinería de Tula y la conclusión de la obra de la refinería de Minatitlán, además de haber conseguido un tramo del gasoducto de Los Ramones, que fue un contrato por mas de mil millones de dólares.


Rodrigo Tacla/Odebrecht

Cómo sobornaron a políticos de América Latina

En una entrevista realizada a Rodrigo Tacla, miembro del Departamento de Operaciones Estructuradas de la empresa brasileña Odebrecht, por el diario El País, este confirmó el pago de sobornos a gobiernos de 12 países. Detenido, actualmente colabora con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía Anticorrupción Española.

  • Cómo actuaba: Repartía comisiones al funcionario más bajo de la administración y al jefe de Estado. El primer contacto se daba en la campaña electoral.
  • La constructora sugería después las obras que se incluían en los planes de gobierno. Odebrecht incluso asesoraba a los países para conseguir financiamiento a través del Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.
  • Fueron sobornadas más de mil personas, desde gerentes de empresas públicas hasta jefes de Estado.
  • En comisiones ilegales, la constructora gastó más de 260 millones de euros. El dinero se movía en efectivo a través de cuentas en paraísos fiscales y transferencias internacionales. Por seguridad, nunca pagaba en los países de origen del beneficiario. Calcula los sobornos en más de 2 mil 200 millones de euros.
  • La constructora compró el Meinl Bank, banco de Antigua y Barbuda, para convertirlo en el centro neurálgico desde donde se hacían los pagos y luego se transfería el dinero a otros bancos. Manejaban más de 100 empresas en los paraísos fiscales.
  • En el caso de México, Tecla asevera que Odebrecht creía que Lozoya Austin iba a ser el presidente de la república. La constructora tenía mucho interés en Lozoya.

@emma_iza

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