“… ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. […] Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano.”

Eleanor Roosevelt

El día internacional de los derechos humanos se celebra cada 10 de diciembre. Precisamente por ser el día en que en 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este día sin duda obliga a pensar en el significado de los derechos humanos, como derechos de todos los seres humanos y desde luego a pensar y repensar en algo que parece obvio y que sin embargo, en pleno siglo XXI, está muy lejos de ser una realidad: ¡los derechos de las mujeres son derechos humanos! A tod@s nos resulta innegable que la igualdad entre mujeres y hombres; así como la prohibición de todas las formas de discriminación contra la mujer forman parte no sólo de los derechos humanos fundamentales, sino también de los valores de las Naciones Unidas. Sin embargo, a lo largo de su vida, las mujeres (incluidas niñas y jóvenes) de todo el mundo sufren constantes vulneraciones de sus derechos humanos y no siempre se considera prioritario garantizar y hacer efectivos los derechos de las mujeres.

Los derechos de la mujer como derechos humanos han sido el tema central de una serie de conferencias internacionales que han generado importantes compromisos políticos en favor de la igualdad y los derechos humanos de la mujer. Así, en 1975, México acogió la primera Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer, que dio lugar al Plan Mundial de Acción para la Promoción de la Mujer y a la declaración del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer y el Desarrollo 1975-1985. Cinco años después, en 1980, se celebró otra conferencia internacional sobre la mujer en Copenhague y se abrió a la firma la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. La tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer se celebró en Nairobi. En 1993 se celebró en Viena la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, cuyo propósito era revisar la situación de los mecanismos de derechos humanos en aquel momento. Bajo el lema “Los derechos de la mujer son derechos humanos”, y como sigue sucediendo hasta nuestros días, las activistas se movilizaron para lograr que los derechos humanos de la mujer figuraran plenamente en la agenda de la comunidad internacional; logrando incluso visibilizar el enorme problema de la violencia contra la mujer, que hasta entonces era considerado como un asunto privado, que básicamente consituía una parte inevitable de la vida de las mujeres. En la Conferencia se consiguió que se aprobara la Declaración y Programa de Acción de Viena, en que se afirmaba que “los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales” y se insiste especialmente en la eliminación de todas las formas de violencia de género. Al respecto es sumamente importante destacar que en el Programa de Acción se pedía “erradicar cualesquiera conflictos que puedan surgir entre los derechos de la mujer y las consecuencias perjudiciales de ciertas prácticas tradicionales o costumbres, de prejuicios culturales y del extremismo religioso”.

En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que tuvo lugar en Beijing en 1995 se aprobó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing misma que se centra en 12 aspectos relativos a la implementación de los derechos humanos de la mujer y establece un programa para el empoderamiento de la mujer. Se basa en los resultados de las tres conferencias anteriores, pero se considera que supone un logro importante al haber definido de manera explícita los derechos de la mujer como derechos humanos. La Plataforma de Acción de Beining, incluye una serie de objetivos estratégicos para eliminar la discriminación contra la mujer y lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Lo anterior trae aparejado estrategias políticas y jurídicas a escala mundial basadas en el marco de los derechos humanos. De tal suerte que, esta plataforma es de alguna manera la expresión más completa del compromiso (cuando menos formal) de los Estados en favor de los derechos humanos de la mujer.

Tomando en cuenta que las mujeres constituyen la mitad de la población mundial y tienen derecho a disfrutar de todos los derechos humanos al igual que los hombres, sería imposible abarcar en este espacio todos y cada uno de los problemas de derechos humanos que afectan a la vida de las mujeres;  pero sin duda consitituye una enorme agenda de pendientes entre los que vale la pena destacar como ejes centrales: la participación de la mujer en vida pública y en la política; el acceso a la salud con especial énfasis en la salud sexual y reproductiva;  el derecho al cuidado, al trabajo digno y remunerado, el derecho a una vida libre de violnecia y discriminación; el derecho al acceso a la justicia, y a la educación; los derechos de las mujeres en los entornos de conflicto ya sean armados o políticos;  y a la situaciones de crisis; sólo por destacar algunos.

Los días internacionales nos brindan la oportunidad de sensibilizarnos sobre temas de gran interés, en el caso específico el tema de los derechos humanos, así que podemos empezar por visibilizar y sensibilizarnos en esta tarea pendiente. Estos días, nos sirven para llamar la atención de la ciudadanía, de los medios de comunicación y de los Gobiernos para dar a conocer problemas que aún no sea han resuelto y que sin duda requieren de la puesta en marcha de medidas de política pública concretas y contundentes. De esta manera debemos aprovechar el día para reflexionar y seguir poniendo sobre la agenda el respeto a las mujeres, niñas y jóvenes y sobretodo a exigir el acceso de todas a una vida libre de toda forma de violencia y discriminación. Sería deseable que finalmente en este 2020 las mujeres en México pudieramos celebrar el día internacional de los derechos humanos con la autonomía sobre nuestros cuerpos, con justicia sexual y reproductiva; con atención obstétrica digna y respetuosa, con seguridad social, con políticas públicas que permitan hacer compatible la vida laboral con la reproductiva. Es sin duda un buen día para pensar en el verdadero significado de que los derechos de las mujeres son derechos humanos y sobretodo a pensar que los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos.